La inflación subyacente de Japón se ralentizó en septiembre por debajo del umbral del 3% por primera vez en más de un año, pero se mantuvo por encima del objetivo del banco central, manteniendo vivas las expectativas de que los dirigentes monetarios retiren gradualmente la política monetaria ultralaxa.
Los datos formarán parte de una serie de indicadores que el Banco de Japón examinará en su reunión de política monetaria de dos días que finaliza el 31 de octubre, cuando elabore nuevas previsiones trimestrales de crecimiento y precios.
“Aunque la inflación se debilitó en septiembre, creemos que sólo caerá por debajo del objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón para finales del año próximo”, declaró Marcel Thieliant, responsable de Asia-Pacífico de Capital Economics.
El índice de precios al consumo (IPC) subyacente, que excluye los volátiles costes de los alimentos frescos, subió un 2,8% en septiembre con respecto al año anterior, según mostraron el viernes los datos del Gobierno, superando ligeramente la previsión media del mercado de una subida del 2,7%, pero moderándose con respecto al 3,1% de agosto.
Según un sondeo de Reuters, la inflación subyacente del consumo en Tokio, la capital de Japón, que se considera un indicador adelantado de las cifras nacionales, alcanzará probablemente el 2,5% en octubre, estable con respecto al mes anterior. Los datos del IPC de Tokio se publicarán el 27 de octubre.
(Reporte de Leika Kihara y Takahiko Wada; Edición de Muralikumar Anantharaman y Shri Navaratnam, editado en español por José Muñoz)
