Un dólar barato, es muy bueno, pero no tanto

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El 8 de noviembre de 2022 el dólar subió hasta $5.061, su precio más alto, pero desde entonces ha caído a $3.974, tasa para la segunda semana de julio, esa revaluación tiene algunos peros

No se puede decir con contundencia que un dólar barato es muy bueno para la economía: la depreciación de las monedas emergentes aumenta los precios de los alimentos y los combustibles, agrava la pobreza y dispara la inflación, por lo tanto el efecto contrario, la apreciación, podría entenderse como positivo, pero no es tan seguro.

Es cierto que el peso del precio del dólar en la canasta familiar se siente en 30 de cada 100 productos que la conforman, por ser importados, por lo que se podría esperar que la variación de los precios al consumidor de julio sea muy baja y la inflación se consolide en terrenos de 4% y al final del año esté mucho más cerca de 3%, lo que se convertiría en una de las mejores noticias para los consumidores.

No obstante, en el otro lado de la realidad, un peso revaluado rompe el modelo de negocio de los cafeteros, petroleros y exportadores de frutas, y hace que las remesas enviadas desde el exterior valgan menos en la moneda local. No se puede negar que Colombia, si bien no ha logrado aumentar las exportaciones per cápita, las ventas al exterior son importantes y de ellas dependen muchas de las inversiones de las empresas.

Se espera que el dólar experimente correcciones en el transcurso de la semana, de momento, hay que observar cómo está beneficiando a los importadores y reduciendo los precios de alimentos y otros bienes.

La primera explicación es que el dólar devaluado es un fenómeno mundial que se explica por la guerra arancelaria desatada por Estados Unidos en contra de varios de sus socios comerciales; los precios del petróleo que se han sostenido por debajo de los US$70 por las tensiones bélicas en Medio Oriente; lo curioso en materia local es que la mayor percepción de riesgo sobre Colombia está actuando de manera inversa, lo que quiere decir que pesa más el papel de Trump en el concierto internacional que las erráticas políticas diplomáticas del Gobierno Nacional frente a Estados Unidos.

Es probable que si el ruido arancelario y la crisis en Medio Oriente no estuvieran presentes en el ambiente, el dólar sí estaría muy cerca de los niveles del 8 de noviembre de 2022. La Tasa Representativa del Mercado de hoy estará en $3.974, registrando una revaluación de 9,81% en lo corrido del año, por encima del peso uruguayo, del peso chileno y el sol peruano.

En las condiciones económicas actuales, al dólar débil hay que sacarle provecho de cara a las importaciones necesarias para hacer rodar la economía, como los bienes de capital, esos que se utilizan para la producción de otros bienes o servicios, herramientas, maquinaria, equipos e instalaciones empresariales enfocados a mejorar la producción, generar más empleos formales y exportar.

El gran problema es que la fuerte revaluación del peso sea momentánea -muy breve- y que se presente un rebote en la Tasa Representativa que afecte la inflación al alza, pero que sobre todo, dispare más las deudas en dólares.

El concierto internacional, en general, experimenta unos días muy extraños que deben leerse con claridad, aprovechar los días de dólares baratos para hacer las inversiones adecuadas, quizá cubrirse en moneda extranjera, y plantear bien los presupuestos para los últimos cinco, seis meses del año y un 2026 en el que las cosas no pintan tan bien como ahora; quizá, sea un llamado que hay que aprovechar.

Información extraída de: https://www.larepublica.co/opinion/editorial/un-dolar-barato-es-muy-bueno-pero-no-tanto-4172236

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