Experta señala que los efectos de esta medida dependerán de su implementación y el acompañamiento que se le dé.
Con la puesta en marcha de la reforma laboral (Ley 2466 de 2025), las normas de trabajo tendrán una serie de modificaciones orientadas en mejorar las condiciones de los trabajadores en el territorio nacional y alinearse con los estándares internacionales.
En términos generales, la propuesta busca reordenar el mercado de trabajo mediante el retorno del contrato indefinido como norma, la recuperación de recargos eliminados hace dos décadas y la formalización de más de un millón de empleos.
Desde su concepción, la normativa ha desatado un debate respecto a los impactos que estos ajustes podrían llegar a tener en la generación de puestos de trabajo, la informalidad y la operación de las empresas, en especial, los micronegocios.
Al respecto, Alba Yaneth Varón, directora del programa de economía de la Universidad Católica de Colombia, señaló que es necesario realizar un análisis que aborde diferentes aristas, tanto jurídicas como económicas y sociales. Entre esos puntos claves se incluye el efecto que tendrá la reducción de la jornada laboral.
Los constrastes
Lo primero que hay que saber es que la disminución gradual en las horas de trabajo es una disposición que quedó establecida con la emisión de la Ley 2101 de 2021. El tema se aborda en la nueva normativa con una modificación asociada a la duración de la jornada ordinaria semanal.
De acuerdo con la legislación, se hará un ajuste progresivo en el periodo que se labora a la semana hasta que este se ubique como máximo en 42 horas. Estas podrán ser distribuidas, de común acuerdo, entre empleador y trabajador, en 5 o 6 días a la semana, garantizando siempre el día de descanso y sin tener efectos en su salario.
De acuerdo con la experta, esta medida suele generar entre empresarios y trabajadores, teniendo en cuenta el impacto que podría tener en la manera en la que se generan los ingresos.
En primer lugar, Varón menciona que la reducción horaria sin disminución de salario implicaría, en la práctica, un aumento del costo por hora trabajada. “Esto pone presión sobre sectores con turnos largos y márgenes operativos reducidos, como comercio, gastronomía y vigilancia, que deberán rediseñar sus jornadas o aumentar el personal”, añade.
Ahora, en términos macroeconómicos, señala que si bien este ajuste puede mejorar el valor relativo del trabajo, fortalecer el consumo y dignificar la relación entre tiempo y salario, también podrían surgir algunos riesgos como cambios en las bonificaciones, recortes de horas extras o informalización encubierta, especialmente para quienes trabajan por días o por horas.
“Lo que está en juego no es solo el ingreso, sino la forma en que se gana. ¿Habrá tiempo real para cuidar, aprender, descansar? ¿O esas dos horas terminarán diluyéndose en sobrecarga laboral? La reforma, al final, no se juzgará solo por lo que dice el decreto, sino por cómo se transforme —o no— la cultura del trabajo en el país”, resaltó.
De la misma manera, aclaró que la discusión en torno a las incidencias de esta normativa “no admite respuestas simples” y las mismas dependerán de cómo esta se implemente y el compromiso con que se acompañe.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/empleo/los-efectos-economicos-tendria-reducir-la-jornada-de-trabajo-635489
