Leonardo Villar afirmó que hay factores de rigidez del gasto que considerar en el PGN

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Las proyecciones financieras indican que en 2026 el déficit será de 6,2 % del PIB, con un desbalance primario de 2 % del PIB, lo que elevaría la deuda neta a 63 % del PIB

Leonardo Villar, gerente general del Banco de la República , se refirió al proyecto de Presupuesto General de la Nación 2026, afirmando que uno de las principales preocupaciones respecto a este es la rigidez del gasto público.

“El Proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2026 pone de manifiesto los desafíos estructurales que enfrenta el país para asegurar la sostenibilidad fiscal y la gobernanza presupuestal. Si bien se valoran los esfuerzos realizados en materia de impuestos durante los últimos años, hay factores de inestabilidad fiscal derivados de la rigidez del gasto”, afirmó.

El presupuesto está proyectado en $556,9 billones, lo que representa un crecimiento de 5,9 % frente a lo aprobado para 2025. De ese total, $454,5 billones corresponden a gasto primario, es decir que $365,8 billones se destinarán al funcionamiento del Estado y $88,5 billones a inversión. Además, el pago de la deuda demandará $102,5 billones.

Se señaló que para financiar este plan, el Gobierno prevé ingresos por $530,7 billones, de los cuales $317,5 billones vendrán de ingresos corrientes y el resto de recursos de capital, fondos especiales y contribuciones parafiscales. Sin embargo, se mantiene un faltante de $26,3 billones, que se espera cubrir con una nueva Ley de Financiamiento que será presentada al Congreso. Solo por impuestos, el recaudo proyectado asciende a $301,7 billones, un aumento de 7,2 % frente a lo estimado en 2025.

Villar explicó que el diseño del presupuesto contempla un déficit más alto y un incremento en la deuda pública entre 2025 y 2027, con el compromiso de retomar la senda de ajuste en 2028. Señaló también que para lograrlo, el Gobierno plantea un pacto fiscal que combine mayor recaudo tributario con una reducción del gasto inflexible, como pensiones, transferencias obligatorias o partidas definidas por leyes previas.

Las proyecciones financieras indican que en 2026 el déficit será de 6,2 % del PIB, con un desbalance primario de 2 % del PIB, lo que elevaría la deuda neta a 63 % del PIB. Estos cálculos se realizaron con base en un escenario de crecimiento económico del 3 %, un precio del petróleo de US$62,3 por barril y una inflación estimada en 3,2 %.

Así las cosas, Villas destacó que un punto de advertencia es la rigidez del gasto público, pues gran parte del presupuesto está atado a obligaciones legales, como el Sistema General de Participaciones, SGP, el cual aumentará progresivamente desde 2027 hasta representa 39,5 % de los ingresos corrientes de la Nación.

Esto, según explicó el gerente, implica que cada vez que el Gobierno recaude más impuestos, también tendrá que destinar mayores recursos a los territorios, reduciendo la efectividad de las medidas fiscales.

Por su parte, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, Carf, también ha expresado su preocupación por los cambios en el gasto y la ausencia de mecanismos de ajuste claros, advirtiendo riesgos sobre la sostenibilidad de la deuda y la credibilidad fiscal del país.

En este contexto, el Ejecutivo insiste en la necesidad de aprobar tres piezas clave: la Ley de Financiamiento, la Ley de Competencias, que redistribuya funciones entre la Nación y las entidades territoriales, y una revisión profunda del gasto inflexible. Estas medidas, según Villar, serían esenciales para cerrar la brecha fiscal, garantizar el uso eficiente de los recursos y mantener la estabilidad económica en los próximos años.

Información extraída de: https://www.larepublica.co/economia/leonardo-villar-afirmo-que-hay-factores-de-rigidez-del-gasto-que-considrar-en-el-pgn-4205262

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