Aprovechar la inusual revaluación

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El dólar a menos de $4.000 no se veía establecido en el mercado desde hace más de un año y más que vaticinar si llegó para quedarse, es más oportuno aprovechar para importar

Solo hay cuatro factores fundamentales que explican la fortaleza del peso frente al dólar: la primera tiene que ver con el flujo de remesas a la economía colombiana que este año alcanzará niveles récord que superarán los US$13.000 millones; el segundo factor es la política arancelaria y comercial de Estados Unidos durante este nuevo mandato de Donald Trump, el precio del dólar ha caído 10% desde entonces; el tercer argumento es el rebrote inflacionario que ha obligado a los bancos centrales a mantener el nivel en su tasa de intervención, incluyendo a la Reserva Federal; y el cuarto elemento -no menos importante- es el precio de las materias primas como el petróleo, el oro, el cobre y demás productos fruto de la extracción que han vivido sus propias bonanzas en los últimos 18 meses. Todo lo anterior en un mundo muy enrarecido en lo social, político y económico.

Si se miran los cuatro aspectos ninguno tiene que ver con mérito propio de las economías emergentes en donde la revaluación de las monedas es la noticia del año; en Colombia se especula mucho sobre la monetización de las 250.000 hectáreas sembradas de hoja de coca como un factor subyacente que explica la revaluación del peso, pero si bien son grandes cantidades de dinero las que mueven las economías subterráneas, el grueso de ese dinero no entra al torrente monetario, solo una parte de esos recursos, la inmensa mayoría, se queda en paraísos fiscales y en los mercados consumidores. Es cierto que el lavado de activos y el contrabando pueden estar participando en la fiesta del peso revaluado, pero en proporciones no tan significativas.

Dicen los economistas que no hay nada que desprestigie más a un profesional, que jugarse con el precio del dólar, y eso puede ser cierto, pero no sobra recomendar que los importadores, viajeros, deudores de compras en dólares con tarjetas de crédito e inversores de productos comprados en el exterior, sí pueden aprovechar estos “días valle” en términos de revaluación de la moneda local.

Cosas como las vacaciones en el exterior de los próximos octubre o diciembre; las compras en plataformas digitales que solo aceptan dólares; la importación de productos específicos, maquinaria y el pago de servicios tomados en el exterior, sí son acciones en finanzas personales que se pueden hacer, antes de que la moneda estadounidense se revitalice de nuevo, y como dicen los expertos, abandone el ciclo de obsolescencia programada, fenómeno que se ha identificado, es decir, que la debilidad aparente del dólar es fruto de una política deliberada para volver a hacer competente la economía estadounidense.

Puede ser una hipótesis en contravía, pues la debilidad de la moneda dificulta a la vez que Estados Unidos financie sus déficits, pero es más coincidente con la idea de Trump de reindustrializar ciudades y hacer que muchos productos se fabriquen en su país con dólares más baratos. En conclusión: es inusual el hecho económico y financiero de un peso revaluado por largas jornadas que le abren una ventana de acciones a los cuentahabientes y consumidores, por tanto, no está mal que se le pueda sacar mucho provecho a este momento económico en que la constante es que la moneda estadounidense no gane valor frente a sus pares emergentes, pero hay que estar atentos al rebote en la tasa de cambio que puede ser un auténtico dolor de cabeza.

Información extraída de: https://www.larepublica.co/opinion/editorial/aprovechar-la-inusual-revaluacion-4221113

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