Esta referencia será crucial en la mesa de concertación del salario mínimo para el otro año que está por empezar.
Esto, debido a que ya se tiene uno de los datos más importantes para hacer los cálculos base del aumento. Se trata de la Productividad Total de los Factores, que según el Dane se ubicó en 0,91%, con lo cual, si se suma al 5,51% que marca en este momento la inflación, se puede decir que la puja comenzará en un 6,42%.
La autoridad estadística explicó en un reciente comunicado que la cifra proviene del comportamiento del año corrido al tercer trimestre y muestra que, más allá del desempeño del trabajo y del capital, la eficiencia de la economía
aportó de manera decisiva al crecimiento del valor agregado.
Según el informe, el valor agregado de la economía aumentó 2,91%, mientras que la contribución de la productividad fue de 0,91 puntos de ese total. El resto provino principalmente de los servicios de capital, que aportaron 0,76 puntos, y del trabajo, que explicó 1,23 puntos. Sin embargo, la composición del trabajo restó 0,20 puntos, lo que sugiere que la calidad o estructura del empleo no acompañó al mismo ritmo el avance general.
Productividad laboral por hora
En términos de capital, el mayor impulso provino de los activos no TIC, que aportaron 0,71 puntos, mientras que el capital TIC; es decir, computadores, comunicaciones y software; apenas contribuyó con 0,05 puntos; reforzando así la idea de que la economía sigue dependiendo más de maquinaria y estructuras tradicionales que de tecnologías avanzadas y plantea la necesidad de impulsar mucho más la transformación digital.
El Dane también informó que la productividad laboral por hora trabajada registró un crecimiento de 0,57%, apoyado principalmente en la Productividad Total de los Factores. En contraste, el capital por hora trabajada restó 0,14 puntos y la composición del trabajo también tuvo una incidencia negativa de 0,20 puntos. Así las cosas, se puede decir que aunque la eficiencia global mejora, no todos los componentes del aparato productivo avanzan de manera homogénea.
En el caso de la productividad laboral por persona ocupada, la variación fue negativa, con una caída de 0,32%. El dato refleja que, aunque la PTF aportó 0,91 puntos, otros factores compensaron de manera significativa este avance; ya que las horas trabajadas por empleado restaron 0,55 puntos y el capital por persona empleada descontó 0,48 puntos; respectivamente, mostrando un comportamiento menos favorable.
Un cambio en el calendario
Más allá de los detalles técnicos, un elemento clave este año está relacionado con el momento en el que se divulgó la cifra; punto en el que desde el Dane explicaron que, a diferencia de otros años, la entidad decidió adelantar la publicación para proteger la metodología y garantizar la credibilidad del indicador; garantizando que se mantenga su esencia como una cifra pública que responde a la metodología técnica.
La autoridad estadística detalló que esta modificación se acordó con el Ministerio de Trabajo, que instalará formalmente la Mesa de Concertación Salarial el próximo lunes 1 de diciembre y que por esa razón, se consideró pertinente divulgar la cifra previamente, evitando que su anuncio coincidiera con el primer día de la negociación tripartita entre Gobierno, empresarios y centrales obreras.
Basta decir que el dato de productividad es determinante porque sirve como una de las referencias técnicas para evaluar el espacio de incremento del salario mínimo; ya que junto con la inflación causada, la inflación esperada, la contribución de la productividad laboral y el comportamiento del empleo, esta cifra suele ser un indicador clave en los argumentos de los empleadores y del Gobierno.
De esta forma, las partes llegarán a la mesa con un dato plenamente visible y tecnocrático, lo que facilita la discusión y reduce la posibilidad de controversias sobre su origen o pertinencia; máxime en un año de retos económicos y con una negociación que promete ser compleja dada la distancia que hay entre las partes.