Solo en el cuarto trimestre el crecimiento fue del 2,9% en comparación anual, y del 0,7% respecto a los tres meses anteriores.
La economía estadounidense se enfrió en 2022. El producto interior bruto (PIB) experimentó una expansión durante el pasado año del 2,1%, un crecimiento 3,8 puntos inferior a la subida del 5,9% registrada en 2021, tal y como se desprende de las cifras que este jueves ha publicado la Oficina de Estadísticas Labores (BEA, por sus siglas en inglés).
Solo en el cuarto trimestre de 2022, el aumento fue del 0,7% respecto a los tres meses anteriores. La subida fue del 2,9% en comparación anual.
La primera estimación del PIB de Estados Unidos del pasado año revela que el crecimiento de 2022 fue inferior al de 2021, pero también un peor comportamiento respecto al registrado entre julio y septiembre, tanto en comparación trimestral como anual.
Así lo demuestra que la primera economía del mundo creció un 0,8% en el tercer trimestre del año en comparación trimestral y un 3,2% respecto al mismo periodo de 2021.
La BEA atribuye la desaceleración trimestral a la bajada en las exportaciones y en el ritmo de la inversión fija no residencial, el gasto del gobierno estatal y local y el gasto del consumidor, señala la BEA.
Estas caídas fueron parcialmente compensadas por un repunte en la inversión privada en inventarios, una aceleración en el gasto del gobierno federal y una disminución menor en la inversión fija residencial. Las importaciones disminuyeron menos en el cuarto trimestre que en el tercero.
La moderación ya había sido anticipada por los analistas, que habían pronosticado un crecimiento del PIB del 2,1% en el conjunto de 2022. De la misma manera, esperaban un avance del 2,6% solo en el cuarto trimestre. Por lo tanto, el crecimiento del 2,9% registrado ha superado las expecativas.
En cualquier caso, la economía estadounidense terminó el pasado ejercicio de forma positiva, tras haber llegado a entrar en recesión técnica en la primera parte de 2022, al haberse contraído un 0,4% en el primer trimestre y un 0,1% en el segundo.
Algunos analistas consideran que este podría ser el último crecimiento sólido de Estados Unidos antes de que comiencen a notarse los efectos retardados del endurecimiento monetario emprendido por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). El banco central estadounidense subió los tipos de interés 425 puntos básicos en 2022, siendo este el ciclo alcista más rápido desde la década de 1980.
Tipos e inflación
A la espera de lo que la Fed decida en su reunión del próximo miércoles, la primera de 2023, los tipos de interés se sitúan en Estados Unidos en la horquilla de entre el 4,25% y el 4,5%, el nivel más elevado desde finales de 2007.
De esta forma, debido a las medidas empleadas por la Fed para intentar devolver a la inflación al 2% -se situó en el 6,5% en diciembre- la mayoría de economistas esperan que Estados Unidos entre en recesión en la segunda mitad de 2023. De la misma forma, anticipan que, de cumplirse este escenario, la recesión será más leve que en el pasado.
Por otro lado, a pesar de que el mercado laboral de Estados Unidos se mantiene fuerte, la contratación parece desacelerarse. Así lo demuestra que la tasa de desempleo en el país bajase dos décimas en diciembre, al situarse en el 3,5%, pero que se creasen ‘solo’ 233.000 puestos de trabajo, 40.000 menos que en noviembre.
De hecho, durante todo 2022 -año en el que la inflación se desbocó por los fallos en la cadena de suministro global derivados de la pandemia y la Guerra de Ucrania- se crearon 2,2 millones menos de puestos que un año antes: 4,5 millones, frente a los 6,7 millones de 2021.