Fedesarrollo advirtió sobre las proyecciones económicas para este año, y realizó reparos al recién radicado Plan Nacional de Desarrollo
La economía crecerá un poco menos que el año pasado. En 2022, la economía del país se consolidó como una de las líderes en crecimiento entre las economías emergentes, con una variación anual del PIB del 7,5%. Los resultados dieron parte a la fuerte demanda interna impulsada por términos de intercambio favorables y unas políticas monetarias y fiscales expansivas que fomentaron el crecimiento del consumo público y del consumo privado.
Pese al panorama, Fedesarrollo, en un análisis relacionado al recién radicado Plan Nacional de Desarrollo, y al crecimiento económico para 2023, advirtió que la economía colombiana crecería por debajo del promedio de América Latina, en un 1,5%, con un rango entre 1,3% y 2,0%.
El rango promedio de la región se sitúa en un 1,8% de acuerdo con las previsiones del Fondo Monetario Internacional para 2023.
Sin embargo, el lado de la oferta agrícola parece tener una conducta al alza. La entidad espera un crecimiento del sector agrícola del 2,3%, aunque persisten factores como los altos costos de los insumos y las condiciones climáticas que podrían afectar negativamente al sector.
Del resto, números verdes. La inversión en infraestructura impulsará el crecimiento del sector de construcción en un 2,2%, el sector de explotación de minas y canteras crecerá 1,3%, el bloque de administración pública crecerá un 1,3%, mientras que el sector de electricidad, gas y agua crecerá también un 1,8%.
Desde los hogares, la entidad también asegura que esperan una disminución en el crecimiento de consumo en 1,1%. Esto en respuesta a la dinámica alcista de las tasas de interés y la tasa de cambio del país que maneja la banca global y nacional.
¿Y el PND?
El documento base de las políticas públicas del Gobierno, el cual, al hoy, ya ha recibido más de 200 proposiciones de cambio y adición, también ha recibido reparos de algunos sectores en torno a puntos clave como o la inversión en infraestructura y el crecimiento económico.
Fedesarrollo, por su parte, realizó un análisis sobre la ejecución del enfoque multisectorial del PND que, según ellos, dificulta la implementación del plan y la verificación en la ejecución de los recursos. “No refleja la requerida conexión entre las facultades y objetivos misionales de los ministerios y las metas sectoriales, lo que dificulta la coordinación interministerial”, se lee en un documento de análisis expedido por la entidad.
Uno de los reparos de la entidad refiere directamente a los proyectos de inversión de y de financiación del Plan Plurianual de Inversiones (PPI) que fue presentado en el proyecto. Este Plan incluye los proyectos de inversión y la proyección de los recursos financieros necesarios para alcanzar las metas. En el presentado por el Gobierno, no incluye la inversión del sector privado.
Esto, según argumentan, dificulta el seguimiento de la ejecución de la totalidad del PPI, ya que es ajena a la administración del Gobierno Nacional.
Facultades al Presidente
Las facultades extraordinarios otorgadas a Gustavo Petro son uno de los puntos de operación más criticados por los actores de los gremios a reformar. Además, las facultades otorgadas al Presidente durante este Gobierno superan las de los periodos anteriores. Las facultades para el periodo de Duque, durante 2018-2022, fueron 6, y para 2014-2018 fueron 8.
El propósito de estas facultades es agilizar procesos ineficientes dentro de la administración pública, siempre y cuando sean lo suficientemente específicas, según lo estipulado constitucionalmente.
Más entidades, menor control
El documento propone la creación o modificación de 14 nuevas instancias, como consejos y sistemas, lo que, según explica la entidad, puede llevar a una menor eficacia en la ejecución de los programas y proyectos del Plan.”La creación de las estancias representa un incremento significativo en comparación con planes de desarrollo anteriores: 5 en el período 2018-2022, 12 en 2014-2018 y 7 en 2010-2014. Esta gran cantidad de nuevas instancias de decisión se suman a las ya existentes, lo que podría derivar en una menor eficacia en la ejecución de los programas y proyectos asociados al plan de desarrollo”, concluyen.