El Niño provoca una disminución del caudal de los ríos, incremento en el riesgo de incendios forestales y posibles racionamientos de agua, tanto para riego, consumo animal y humano, según el MinAgricultura.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) declaró oficialmente el inicio del fenómeno de El Niño, por lo que Colombia busca hacerle frente desde ya por medio del cuidado del agua y planes de contingencia, según lo indicó el presidente colombiano, Gustavo Petro.
El fenómeno de El Niño podría impactar el rendimiento del sector agropecuario ante las afectaciones de los cultivos, especialmente los de ciclo corto, ante la disminución de las lluvias en el país.
Existe una probabilidad del 89% de que la temporada se prolongue hasta diciembre de 2023, de acuerdo a la alarma emitida por el Gobierno colombiano.
Según información divulgada por la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercados de Bancolombia, los pronósticos del índice de condiciones climáticas refuerzan que la mayor incidencia del fenómeno de El Niño se concentra en el cuarto trimestre del año.
“A partir de agosto hacia adelante tendremos circunstancias cada vez más difíciles”, advirtió el presidente Gustavo Petro a finales de junio.
Estas condiciones se podrían extender hasta el primer trimestre de 2024, con altas temperaturas en la región norte de Colombia, de acuerdo a las proyecciones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
“Las agencias mundiales climáticas anuncian que el fenómeno de El Niño más el calentamiento global, que se llama crisis climática, provocarán, de ahora en los próximos cinco años, eventos climáticos catastróficos, porque pasaremos de 1.5 grados centígrados en promedio de crecimiento de la temperatura de la superficie comparado con los niveles anteriores a la revolución industrial”, señaló Petro al respecto.
La firma británica Schroders, una de las pioneras en la inversión y valoración de activos ESG, ha advertido que el fenómeno meteorológico plantea un riesgo de estanflación para los mercados emergentes como los de Latinoamérica.
“Manteniendo constantes todas las demás variables, una mayor inflación de los alimentos volvería a comprimir los ingresos reales a expensas de los bienes no alimentarios y dejaría menos margen a los bancos centrales para recortar las tasas de interés”, detalló.
El Ministerio de Agricultura colombiano ha advertido que El Niño provoca una disminución del caudal de los ríos, incremento en el riesgo de incendios forestales y posibles racionamientos de agua, tanto para riego, consumo animal y humano.
A propósito de esto, un informe de la corporación financiera Corficolombiana concluye que, “en caso de que se materialice un fenómeno del Niño de intensidad moderada o alta en la segunda mitad del año, existen implicaciones potencialmente adversas en los rendimientos de los cultivos de cereales en 2023/2024″.
Con base en los eventos pasados, dice que la actividad económica del sector agropecuario crece 0,5 p.p. menos en períodos del fenómeno de El Niño.
Además, advierte que “los precios de la energía eléctrica aumentarían de manera contemporánea, mientras que el gas natural y los alimentos tardarían entre 3 a 5 meses en reflejar presiones por la disrupción climática”.
“Bajo un escenario de El Niño moderado, la inflación cerraría el 2023 en dos dígitos; sin embargo, la disminución de tarifas en educación superior y la apreciación del peso colombiano mitigarían parte de las nuevas presiones”, concluye.
En este contexto, las recomendaciones de la Unidad de Gestión del Riesgo en Colombia incluyen el almacenamiento del agua, así como no talar árboles y no encender fogatas, arrojar colillas, ni fósforos encendidos en bosques o zonas de fácil propagación del fuego.