En una revisión para los primeros siete meses del año, ya se acumulan US$5.634 millones en remesas, 5% más que el año pasado.
A pesar de que las remesas venían con tendencia alcista durante los cuatro primeros meses del año, en junio y julio se presentó una caída. Si se revisan los meses de mayo, junio y julio, el único que presentó una variación positiva fue mayo, con 4,2% contra el mismo mes del año pasado, con un total de US$877,18 millones.
Para junio de este año, el monto fue de US$783,48 millones, 4,6% menos que en junio del año pasado. Mientras que si se hace una revisión a julio, la caída fue mayor, pues fueron US$761,61 millones, esto es 14,37% menos que en julio del año pasado, cuando se registraron US$889,45 millones.
En una revisión para los primeros siete meses del año, ya se acumulan US$5.634 millones en remesas, 5% más que en los primeros siete meses del año pasado, cuando la cifra llegó a US$5.352 millones.
David Cubides, director de Investigaciones Económicas en Alianza Valores, explica que desde 2022 se han presentado crecimientos significativos en remesas por dos razones. “Primero, la economía estadounidense el año pasado tenía un mejor comportamiento que este año y en general pasa con las economías desarrolladas en donde normalmente se ubican los colombianos y envían remesas”.
En segundo lugar, Cubides expone que “la tasa de cambio estaba en niveles más alto, lo que hacía que el dinero enviado rindiera más en Colombia”.
Recientemente, las cifras ya arrojan una moderación. Esto, según Cubides, se debe al proceso de desaceleración económica global. “Ya Estados Unidos y Europa no están creciendo tan rápido como antes y esto genera menor flujo de remesas”. Por otro lado, está la caída del precio de la tasa de cambio.
Aún así, el analista resalta que de igual forma son cifras positivas e históricas, “eso será un rubro importante que termine financiando nuestro déficit de cuenta corriente. Ese desbalance de Colombia frente al exterior termina siendo cubierto por inversiones pero también las remesas ayudan a cubrirlo”.
Alianza Valores estima que al cierre del año las remesas lleguen a un monto cercano a US$10.000 millones.
Juan Camilo Pardo, analista económico de Corficolombiana, explica que del flujo de remesas, una gran proporción se gasta, no se invierte ni se ahorra. “La desaceleración que se viene viendo va alineado con el comportamiento de la economía internacional. Estados Unidos y España, que es de donde principalmente vienen las remesas, son economías que se vienen desacelerando de forma importante, en línea con las tasas de interés y la inflación”.
El analista agrega que en estas economías internacionales el mercado laboral también se ha venido deteriorando, “esto atenta contra los ingresos de la población en dichos países y se traduce en no tener la capacidad que tenían, por ejemplo, hace un año, para enviar recursos a Colombia, esa desaceleración está correlacionada”.