Los positivos datos de la economía en abril deben confirmarse en mayo y ratifican la urgencia de un plan de reactivación para industria y comercio.
Los resultados del Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE), publicados ayer por el Dane y correspondientes a abril pasado, causaron una positiva sorpresa. De acuerdo a la organización estadística, el conjunto de la actividad económica del país creció 5,52% con respecto al mismo período del 2023. Un nivel así en esta medición no se reportaba desde septiembre del 2022. Este desempeñado fue jalonado por las actividades primarias -agricultura y minas y canteras- con 10,24% y las actividades terciarias – servicios y administración pública- con 5,09%.
Si bien este alto guarismo debe ponderarse ante el efecto Semana Santa y calendario -las vacaciones de este año fueron en marzo- la dinámica económica del país superó las expectativas de los analistas del mercado. De hecho, el ISE de marzo pasado -el mes inmediatamente anterior- reportó un decrecimiento de 1,48% en comparación con 2023. Más allá de esas importantes consideraciones estadísticas, este ‘repunte’ confirma el protagonismo del sector agropecuario y extractivo, así como el sector público y los servicios y, por ende, la debilidad del bloque de actividades secundarias -industrias manufactureras y construcción-.
En cuanto a estas últimas, este segmento de la economía colombiana registró en abril un crecimiento de 2,85% frente al año pasado las de menor dinamismo. A pesar de estos datos, estos sectores marcan en el año corrido un desempeño negativo que continúa generando alarmas. Las industrias, los comercios y la construcción de vivienda no han dejado de ser las principales actividades en el diseño de cualquier estrategia de reactivación económica tanto por su impacto sobre el PIB como por sus efectos laborales y sociales.
Sin desconocer lo positivo de este rebote, es aún temprano para hablar de un quiebre de tendencia en materia de crecimiento económico. Los datos para el mes de mayo adquieren una mayor relevancia, ya que serán los encargados de ratificar si este giro positivo es sostenido y comienza a perfilar una recuperación de las actividades productivas. Dicho lo anterior, los llamados al Gobierno para el despliegue de una estrategia coherente e integral para la reactivación no deben cesar.
Asimismo, tras el casi estancamiento de la economía nacional durante el primer trimestre de este 2024, este dinámico arranque del segundo trimestre debería continuar para amortiguar el drástico freno que el aparato productivo sigue experimentando. También es necesario reiterar que preocupaciones como la falta de una ruta clara y concreta de recuperación económica, los efectos nocivos de la incertidumbre en la energía y en la infraestructura y el desplome en la inversión se mantienen y deberían ser abordadas con urgencia.
Por otro lado, el Gobierno y su equipo económico deben recibir de forma positiva, pero con cautela, estos datos positivos del ISE. A las industrias manufactureras les falta mucho para levantarse de todo, mientras el comercio continúa ya con 17 meses consecutivos de caída en sus indicadores. La necesidad de una ejecución más dinámica de la inversión pública y un gasto eficiente y mejor orientado del Gobierno tampoco dejan de hacer parte de las prioridades para el resto del año.
Para sostener la ‘sorpresa’ de este rebote, se requiere avanzar en la cooperación público-privada para desarrollar de inmediato ese plan de reactivación, concentrada en los sectores jalonadores de crecimiento como industrias y comercios, hoy frenados. Lo anterior sin olvidar la protección del empleo actual y creación de nuevos puestos de trabajo.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
Información extraída de: https://www.portafolio.co/opinion/editorial/editorial-portafolio-a-sostener-la-sorpresa-607053
