El salario mínimo subió sobre la inflación y datos del Banco de la República muestran que el ingreso real de los no asalariados sube por encima del 9%, pese a las tasas de interés.
La economía colombiana atraviesa un periodo de crecimiento moderado, sostenido principalmente por la fortaleza del consumo de los hogares. En medio de un panorama de inversión rezagada y crédito todavía débil, los ingresos laborales reales han sido el factor determinante para mantener el dinamismo del gasto.
“En la medida en que se van disminuyendo las variaciones de la inflación, pues hay un incremento en el salario real”, explicó Daniel Velandia, director de Investigaciones Económicas de Credicorp Capital.
Los datos oficiales más recientes del Banco de la República muestran que en abril los salarios reales de los asalariados crecían 6% y los de los no asalariados 9%. “Eso empuja de manera importante el consumo”, añade Velandia.
Impulso del crédito, salarios y remesas
De acuerdo con Velandia, varios elementos confluyen en este repunte: “una proporción no menor de trabajadores gana el salario mínimo, que se ha elevado de manera significativa. Además, las tasas de las tarjetas de crédito, que hace un tiempo rondaban el 50%, hoy se ubican cerca al 20%, lo que genera mayor capacidad de compra”.
A ello se suman las remesas, que permanecen en máximos históricos cercanos al 3% del PIB, y la tasa de desempleo en mínimos de varios años, alrededor del 8,5%.
De enero a julio de 2025, las remesas enviadas al país alcanzaron aproximadamente US$7.665 millones, lo que representa un incremento cercano al 14% respecto al mismo periodo del año anterior.
El economista enfatiza que, si bien el crédito de consumo aún muestra caídas en términos reales, el aumento de ingresos reales es el factor más determinante. “Son los salarios y no tanto las tasas de interés lo que está impulsando la recuperación del consumo”, dice Velandia.
Se consolida el gasto durable
El consumo final de los hogares creció 4,1% en el primer semestre del año, impulsado en gran medida por los bienes durables, que registraron un salto de 14,5%, según el Centro de Estudios Económicos ANIF.
“El repunte del sector automotriz en 2025 refleja no solo la recuperación del consumo de los hogares, sino también la mejora en las condiciones de financiamiento y el fortalecimiento del empleo”, señaló el centro de estudios.
ANIF destacó que las ventas de vehículos y motocicletas nuevas aumentaron 34,5% en lo corrido del año hasta julio, alcanzando cifras no vistas en ocho años. Bogotá, Funza y Medellín lideraron el registro de matrículas, y marcas como Kia, Renault y Toyota se ubicaron entre las más vendidas.
Este comportamiento se interpreta como un termómetro de confianza empresarial y familiar, pues los hogares están destinando más recursos a bienes de alto valor, en particular vehículos, motocicletas y electrodomésticos.
Hogares protagonistas
La firma de estudios de mercado Raddar confirmó que “la economía colombiana sigue siendo jalonada por el gasto de los hogares”.
En julio de 2025, el gasto alcanzó COP$112,6 billones, con un crecimiento real de 5,6% frente al mismo mes del año anterior, cuando había caído 2%.
La firma subrayó que “los créditos de consumo mantienen su senda de crecimiento y todavía no comprometen las finanzas de los hogares”, y destacó un aumento anual de 42,7% en colocación crediticia ligada a bienes durables. Además, el salario mínimo real vigente aumentó 4,4% en capacidad de compra.
Raddar también resaltó que la recuperación del gasto se observa en todas las canastas, con la vivienda y el entretenimiento como líderes en julio.
“Moda y entretenimiento han mantenido un lugar destacado en el crecimiento del gasto real, reflejando nuevas prioridades de consumo”, agregó la firma.
Diferencias por nivel de ingreso
El análisis de Raddar muestra que los hogares de ingresos altos impulsan buena parte del dinamismo en bienes durables, pero los segmentos medios y bajos han cerrado la brecha, creciendo ahora al mismo ritmo. Esto es clave porque representan cerca del 80% del gasto agregado.
La consultora advirtió que, aunque el gasto agregado se expande a tasas de dos dígitos frente a 2019, el gasto por persona apenas ha crecido 3%, reflejando tensiones en el poder adquisitivo de amplios sectores.
Además, el repunte de importaciones y la baja inversión pueden limitar el potencial de crecimiento a largo plazo.
Menos estrés financiero
El auge del crédito de consumo ha sido fundamental para sostener el gasto. “En julio de 2025, los créditos de consumo mostraron un importante repunte, en línea con las ventas de vehículos nuevos, que crecieron 44,7%”, apuntó Raddar.
Las tarjetas de crédito siguen siendo el instrumento financiero más utilizado, con una participación cercana al 57% en la colocación de créditos.
Pese a ello, los hogares no muestran mayores señales de estrés: el peso del servicio de deuda sobre los ingresos se ubica en 13,1%, por debajo del 20% alcanzado en 2023.
Preocupa la débil inversión
El panorama de corto plazo indica que el consumo seguirá siendo el pilar de la economía. Sin embargo, los analistas advierten sobre la debilidad de la inversión privada y el aumento del déficit comercial, que podrían restar sostenibilidad al crecimiento.
Velandia lo resume así: “En últimas, el consumo va bien. Lo que preocupa es justamente el tema de la inversión, que no repunta. Y eso hay que considerarlo importante”.
ANIF coincide en que el entorno macroeconómico muestra resiliencia, pero advierte que el crecimiento del gasto debe consolidarse en paralelo con la inversión productiva para evitar un desbalance estructural.
El repunte del consumo, impulsado por salarios reales más altos, crédito más barato y remesas históricas, está sosteniendo a la economía colombiana en 2025.
Los hogares, de todos los niveles de ingreso, han asumido el papel de motor de la actividad, aunque la sostenibilidad de este modelo dependerá de que la inversión recupere dinamismo y se reduzca la dependencia de importaciones.
En tanto, los analistas coinciden en que, por ahora, la fortaleza del bolsillo de los colombianos es el principal salvavidas de una economía que todavía no encuentra nuevos motores de crecimiento.
Información extraída de: https://www.bloomberglinea.com/latinoamerica/colombia/aumento-de-salarios-impulsa-el-consumo-de-las-familias-y-sostiene-la-fragil-economia-colombiana/



