A pesar de la caída, se evidencia dinamismo en sectores de servicio, como restaurantes (8%), deportes (8%) y entretenimiento (6%)
En medio de condiciones más apretadas para los hogares, con altas tasas de interés, inflación y poca confianza del consumidor, este año se espera un menor dinamismo del consumo. De hecho, en un análisis con las compras de tarjetahabientes de Bancolombia, se estimó que en lo corrido de este año, con corte a julio, hay una disminución en la dinámica del consumo.
“El segundo trimestre de 2023 fue trimestre más bajo de los últimos siete registros, de modo que, para lo que resta del 2023, esperamos continúe la tendencia bajista en el consumo”, dijo Laura Clavijo, directora de investigaciones económicas, sectoriales y de mercado de Bancolombia.
En concreto, según las proyecciones del banco, en julio hubo una caída real anual de 8% en el consumo, luego de contracciones continuas desde octubre del año pasado.
“Este menor dinamismo en el consumo persistiría en lo que resta del año. Las recientes señales de ralentización en el ritmo de crecimiento de la actividad productiva en el país, que pone de manifiesto el debilitamiento de la demanda, junto a la persistencia inflacionaria y consecuentes niveles en tasas de interés, mantendrían en niveles bajos la confianza de los consumidores, así como el consumo privado”, explicó Clavijo.
El ticket promedio de compra de los tarjetahabientes de Bancolombia estuvo en $151.661 en julio, un 5% más que el mismo mes del año pasado. No obstante, el poder adquisitivo de los hogares sigue afectado por la inflación, que continúa sobre 12,13%. “De esta forma, en términos reales el balance es negativo, con una disminución anual de 6% en el ticket promedio”.
Juan Camilo Pardo, analista económico de Corficolombiana, resaltó que, con los datos del Dane, “en los bienes no durables y durables, el consumo de los hogares efectivamente ha decrecido en el tiempo, especialmente en los últimos trimestres en el contexto de altas tasas de inflación, que a pesar de haber venido desacelerándose, aún siguen afectando el poder adquisitivo de los hogares; así como las altas tasas de interés, que hacen más costoso el hecho de endeudarse”.
Por ciudades, Valledupar, Armenia y Cartagena tienen la mayor contracción en el consumo (medido por los tarjetahabientes de Bancolombia), con caídas anuales de 12%, 11% y 10% respectivamente en lo corrido del año. Siguen Pasto (-9%), Cúcuta (-9%) e Ibagué (-9%).
El segmento de tiendas por departamento es el que registra una mayor disminución en el consumo con corte a julio, con -16%. Le siguen movilidad y vehículos (-14%), hogar y tecnología (-11%) y moda y variedades (-8%).
Por el contrario, se evidencia dinamismo en sectores de servicio, como restaurantes (8%), deportes (8%) y entretenimiento (6%).
“Hay algo interesante y es que el consumo de los servicios aún sigue presentando cifras positivas, ese es el rubro que ha venido impulsando el consumo privado de los hogares y de la economía en general. Pueden surgir hipótesis sobre porqué el consumo en servicios está impulsando tan importante el consumo de los hogares tras la pandemia”, dijo Pardo.