Se espera que los países anuncien la reanudación de las comunicaciones entre militares después de que Pekín cortara ese canal tras el viaje de la entonces portavoz Nancy Pelosi a Taiwán.
El Presidente Joe Biden se sentará con su homólogo chino, Xi Jinping, el 15 de noviembre, en la que será la primera conversación entre ambos líderes en un año.
La esperada reunión pretende estabilizar los lazos entre ambos países, brindando a Biden y Xi la oportunidad de discutir en persona los problemas que afectan a la relación, así como las preocupaciones globales más amplias. Funcionarios estadounidenses han restado importancia a las expectativas de que se produzcan avances claros y han subrayado que el objetivo es aclarar las percepciones erróneas en la relación bilateral.
Se espera que Biden plantee la necesidad de mantener abiertas las líneas de comunicación, incluso en el ámbito militar, y aborde cuestiones relacionadas con la inteligencia artificial, el fentanilo y los estadounidenses detenidos en China, según altos funcionarios de la Administración que informaron a los periodistas el jueves bajo condición de anonimato.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo en un comunicado el viernes que los dos líderes discutirían cómo EE.UU. y China pueden “gestionar responsablemente la competencia y trabajar juntos donde nuestros intereses se alinean, en particular sobre los desafíos transnacionales que afectan a la comunidad internacional”.
“Los dos presidentes mantendrán una comunicación en profundidad sobre cuestiones de importancia estratégica, global y fundamental en la configuración de las relaciones entre China y EE.UU. y sobre los principales asuntos relativos a la paz y el desarrollo mundiales”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de China en un comunicado el viernes.
Se espera que los países anuncien la reanudación de las comunicaciones entre militares después de que Pekín cortara ese canal tras el viaje de la entonces portavoz Nancy Pelosi a Taiwán en agosto de 2022, según personas familiarizadas con los planes. EE.UU. también espera llegar a un acuerdo para obtener la ayuda de China en la lucha contra los ingredientes químicos utilizados para fabricar fentanilo, dijeron las personas, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir los objetivos de EE.UU.
La reunión de los líderes de las dos mayores economías del mundo tiene lugar al margen del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico que se celebrará la próxima semana en San Francisco. EE.UU. será el anfitrión de la reunión por primera vez desde 2011.
Los altos funcionarios de la Administración no dijeron dónde tendría lugar la reunión entre Biden y Xi, y se limitaron a señalar que se celebraría en la bahía de San Francisco. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China confirmó el viernes que Xi viajará a San Francisco del 14 al 17 de noviembre para reunirse con Biden y asistir a las reuniones de la APEC.
Biden y Xi no han hablado desde su último encuentro en la cumbre del Grupo de los 20 en Bali, Indonesia, el 14 de noviembre de 2022. Aquella reunión duró unas tres horas y media y pareció despejar el camino hacia una relación menos conflictiva.
El resplandor posterior a Bali no duró mucho. Las relaciones se deterioraron hasta alcanzar un nuevo mínimo a principios de este año, después de que un supuesto globo espía chino atravesara el territorio continental de Estados Unidos y fuera finalmente derribado por el ejército estadounidense. El episodio del globo podría surgir en el contexto más amplio de las comunicaciones militares y la necesidad de unos parámetros claros de compromiso, según uno de los funcionarios.
En los últimos meses, ambos líderes han enviado a altos funcionarios a sus respectivas capitales para mantener conversaciones y preparar la reunión.
La última vez que Xi pisó suelo estadounidense fue en 2017, cuando se reunió con el entonces presidente Donald Trump en su complejo turístico de Mar-a-Lago.
El encuentro de la próxima semana tiene como telón de fondo el conflicto entre Israel y Hamás y la guerra de Rusia contra Ucrania. Funcionarios estadounidenses creen que China está ayudando a Moscú a reponer su maquinaria bélica mediante la exportación de tecnologías de doble uso, pero que Pekín se muestra más reticente a apoyar a Irán y a sus apoderados contra Israel. Hamás, respaldado por Irán, ha sido designado grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Estados Unidos ha pedido a Pekín que transmita mensajes a Teherán y ayude a evitar que la guerra entre Israel y Hamás se intensifique en la región. Biden volverá a subrayar ese mensaje en su reunión con Xi, dijeron los funcionarios.
Biden y Xi también hablarán de Taiwán, que junto con las restricciones tecnológicas y los encuentros militares en el Mar de China Meridional, sigue siendo uno de los principales puntos conflictivos en la relación entre EE.UU. y China.
Biden reafirmará su postura de que no debe haber cambios en el statu quo por la fuerza y que EE.UU. apoya la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. Taiwán elegirá a su próximo presidente en enero, lo que hace más difícil que Biden y los funcionarios estadounidenses se pronuncien ahora sobre el tema.
No obstante, los funcionarios afirmaron que Biden dejará clara su política de siempre de que EE.UU. no apoya la independencia de Taiwán y advertirá a Pekín de que no interfiera en las elecciones de la isla.