El ISE de enero refleja una actividad económica positiva y en recuperación al inicio del 2025 que requiere más certidumbre e inversión.
Ayer no fue el Dane, sino el presidente de la República, Gustavo Petro, quien reveló los datos del Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) correspondiente a enero pasado. Dos horas y media antes de la hora programada por la organización estadística, el primer mandatario publicó, en su cuenta de X, la imagen de la diapositiva oficial con los resultados de las nueve actividades económicas y los resultados del indicador.
“La economía creció en enero 2,65%. El repunte es evidente”, trinó el jefe del Estado. Más que crecimiento, el ISE es una “medida de la evolución de la actividad económica del país en el corto plazo”. Este resultado confirma que el año 2025 arrancó con una dinámica económica positiva, impulsado por las actividades terciarias -como la administración pública (6,2%) y el comercio (5,6%).
En el rango negativo, cayeron el suministro de electricidad y agua (-0,3%) y las actividades primarias -agro y explotación de minas y canteras (-0,1%). Industrias manufactureras y construcción -que registraron un flojo 2024- reportaron un aumento del 0,5%. En comparación con enero del año pasado, el ISE pasó de 1,7% en 2024 a 2,65%.
Si bien este dato supera las expectativas del mercado para enero, se alinea con las perspectivas de crecimiento que los analistas han venido identificando para todo 2025. Factores como menores tasas de interés, reducción en la inflación anual -así sea a menor velocidad-, recuperación del consumo y fortalecimiento de la demanda interna, repunte gradual de la inversión, entre otros, invitan a pensar que la economía seguirá este año con el impulso que viene marcando desde 2024.
Más allá de esta fotografía positiva del arranque del 2025 en cuanto al pulso de la actividad económica, la filtración del presidente Petro de las cifras del Dane -sin antecedentes en muchos años- no es un hecho menor que se pueda dejar pasar. El manejo de la información estadística oficial del Estado está regida por varios principios, entre ellos el de la difusión y el de la publicidad, expresados en la ley 2335 de 2023, o ley nacional estadística.
Estos principios hablan de un “acceso a las estadísticas oficiales en igualdad de condiciones y de oportunidad” para todos los ciudadanos, así como la forma “oportuna y puntual” de esa difusión a la sociedad. No debe sorprender que la Casa de Nariño actúe como si el Dane fuera otro ministerio o departamento cualquiera y no, como afirma esa ley, “la autoridad técnica estadística” de Colombia con “plena independencia técnica”.
Que el presidente Petro conociera de antemano los resultados de este informe estadístico no solo atenta contra la confiabilidad que debe despertar el Dane en su accionar, sino que mina la necesaria autonomía del poder Ejecutivo que, como autoridad estadística, debe ejercer y que evita el uso político de su información. La dirección del Dane debe explicar, lo más pronto y con la mayor claridad, el origen de esta filtración, cómo se presentó y quiénes fueron los responsables. La confianza en la entidad y la credibilidad en su distancia del presidente Petro están en entredicho.
Volviendo a las cifras del ISE, esta dinámica positiva de la actividad económica con que inicia el 2025 debe protegerse ya que la rondan desafíos persistentes. La crisis fiscal, sumada a la zozobra de la economía global por Trump 2.0, son aspectos a considerar. Junto a la incertidumbre política y económica -que el Gobierno no hace más que acentuar- Colombia requiere recuperar los niveles de inversión de años atrás.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
Información extraída de: https://www.portafolio.co/opinion/editorial/buen-arranque-del-ise-de-2025-que-requiere-mas-certidumbre-626077
