Encontrar el equilibrio entre la evolución tecnológica y la planificación responsable es el nuevo desafío que debemos tomar.
Recientemente, un error en una plataforma de ciberseguridad provocó una interrupción masiva en uno de los más importantes sistemas operativos, perjudicando a millones de usuarios y a todo tipo de sectores. Diversas fuentes señalaron que no hay evidencia de que la caída fuera producto de un ciberataque, sin embargo, es vital analizar el impacto de estos eventos y evaluar su origen.
Enfrentar incidentes de esta magnitud, destaca la importancia de que las organizaciones cuenten con estrategias de respuesta rápida y robusta, además de generar un llamado para reforzar sus medidas de seguridad. La meta y reto principal de la ciberseguridad es la protección y el cuidado de la información, que se convierte en el activo más valioso de una empresa. Por eso, cuando hablamos de este tipo de incidentes es fundamental entender que, además de la falta de disponibilidad de servicios que impacta el acceso a la información y la continuidad de las operaciones, puede verse afectada la reputación y confianza en la organización, trayendo posibles consecuencias económicas.
El principal desafío que van a tener las organizaciones se centra en cómo manejar la transparencia y la capacidad de adaptación durante y después de un incidente de este tipo. Es aquí donde, la confianza de clientes, socios y empleados dependerá en gran medida, de la manera en como se gestione la crisis, y de la creación de planes de respuesta efectivos dentro de una estrategia integral de seguridad.
Más allá de analizar las causas y consecuencias, es importante reflexionar sobre qué pasa después. Aquí se hace necesario tener definidos los planes de resiliencia. Las empresas deben tener la capacidad de recuperarse, no solo en los temas técnicos, sino frente a la continuidad del negocio, para garantizar el normal funcionamiento.
Uno de los factores clave para prevenir estos incidentes podría ser la adopción de estrategias de nube híbrida, esto es, que las organizaciones consideren la posibilidad de trabajar con dos o más proveedores de servicios en la nube. Así, si se produce un fallo en uno de ellos, se puede seguir operando con el otro.
Este último episodio llegó para resaltar la importancia de contar con estrategias integrales, soluciones tecnológicas distribuidas, planes de recuperación bien definidos y programas de comunicación claros para mantener la continuidad del negocio y proteger la reputación en el competitivo y desafiante mundo actual.
De igual forma, lo sucedido también nos invita a revisar nuestra relación y dependencia con la tecnología, herramienta poderosa, pero que, como cualquier otra, puede presentar limitaciones que deben ser abordadas cuidadosamente. No se trata solo de implementar las últimas innovaciones, sino también de establecer controles que garanticen que su integración y funcionamiento sean seguros y eficientes. Encontrar el equilibrio entre la evolución tecnológica y la planificación responsable es el nuevo desafío que, como organizaciones y personas, debemos tomar.
Gustavo Pontoriero
Información extraída de: https://www.portafolio.co/opinion/analisis/ciber-resiliencia-columna-de-opinion-609916