Esas fueron las proyecciones, actualizadas, que hizo la Ocde para el país, agregando que las exportaciones de petróleo seguirían bajas para 2024.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) ha rebajado tres décimas las perspectivas de crecimiento de la economía de Colombia en este 2023, hasta el 1,2 %, y cuatro décimas para el 2024, al 1,4 %, según su último informe semestral de perspectivas.
Los nuevos pronósticos, difundidos este miércoles 29 de noviembre, suponen una corrección a la baja de las cifras del informe previo publicado el pasado mes de junio, en el que la Ocde calculaba que el PIB de Colombia avanzaría el 1,5 % en 2023 y el 1,8 % en 2024, y la segunda reducción consecutiva de previsiones.
Esta rebaja se debe, según la Ocde, a que en 2024 las exportaciones, sobre todo las de petróleo, seguirán siendo bajas por la desaceleración de la economía global y a una menor inversión en la producción, entre otras cuestiones.
“El crecimiento del PIB se ha ralentizado sustancialmente desde finales de 2022 y la confianza de los consumidores y empresarios sigue relativamente débil“, señala el informe.
También ha disminuido el consumo privado y la inversión, esta última el 18 % comparado con la media del 22 % que hubo entre 2014 y 2019.
Sin embargo, el organismo también destaca que, de momento, la desaceleración no ha afectado al mercado laboral y la proyección de inflación sitúa el avance de los precios en el 5 % a finales de 2024 y dentro del rango 2-4 % en la segunda mitad de 2025.
Recomendaciones
Además, la alta inflación (en octubre todavía estaba en el 10,48 %), los tipos de interés (13,25 %) y las “políticas inciertas”, dice la Ocde, “pesarán en la demanda doméstica en 2024“.
El presidente Gustavo Petro ha pedido repetidamente que el Banco de la República baje las tasas de interés, pero la Ocde lo desaconseja: “Las normas monetarias deberían evitar una flexibilización prematura para asegurar que se continúa bajando la inflación“.
Y también recomienda al Gobierno “mejorar la eficacia de los gastos y los ingresos públicos” para asegurar la estabilización de la deuda y el cumplimiento de las reglas presupuestarias y dejar espacio para una agenda ambiciosa social de reformas.
El informe señala que los costes de implementar la “agenda de reformas” del Gobierno en 2024 superan lo que se había planeado, mientras que los ingresos por petróleo, aranceles e impuestos en 2023 han sido menores de lo esperado.
Para financiar “la reforma ambiciosa y acelerada del Gobierno” hay que mejorar la eficiencia en el gasto y aumentar los ingresos del Estado con medidas como reducir excepciones en los impuestos.
“Bajo los actuales planes fiscales, la deuda rondará el 55 % del PIB en 2023, mientras que antes de la pandemia era menor al 50 %“, indica el informe.
Para disparar la productividad y la equidad, la Ocde plantea incrementar los incentivos a la creación de empleos formales y reducir los costes del trabajo no remunerado.