La pérdida del grado de inversión y la incertidumbre por la llegada de un nuevo gobierno con su promesa de reformas estructurales continúan pasando cuenta de cobro al país, que en la actualidad está teniendo que pagar un costo mucho más elevado por los recursos que consigue de los inversionistas en el mercado de capitales. Hoy a Colombia le cuesta más endeudarse a fuera que a Brasil, que tiene una carga financiera mucho más elevada, cuando cuatro años atrás esa circunstancia era totalmente contraria.
Se trata de una situación que, en opinión de algunos analistas del mercado no será fácil de superar, toda vez que las necesidades de recursos del Gobierno son importantes dado su nivel de gasto en un ambiente de fuerte caída en el recaudo de impuestos, como consecuencia de la desaceleración que ha presentado la economía.
Lo que explican los analistas consultados es que hasta hace un par de años Colombia era mucho más parecido a México que a Brasil, pero a partir de mediados del 2021comenzó a separarse del país azteca en términos económicos y de riesgo y se fue hacia el lado de Brasil, con el agravante de que en el 2022 lo superó por factores internos que minaron la confianza inversionista, o que hizo que su prima de riesgo se incrementara.
Campos de Grupo Alianza señala que hasta el 2021 Colombia tenía el mismo riesgo país que México y las mismas tasas de financiación, con niveles de deuda similares, alrededor del 58 por ciento del producto interno bruto (PIB) y calificaciones de BBB- y BBB.
Sin embargo, la llegada de la pandemia, que golpeó a todas las economías del planeta, elevó la deuda del país en 10 puntos más del PIB (llegó a estar por encima del 65 por ciento del PIB), lo que encendió las alertas de las firmas calificadoras, que empezaron a hacer un seguimiento más detallado del país.
El Gobierno, por su parte, intenta hacer una reforma tributaria, lo que genera un estallido social, que incluyó uno de los paros más prolongados de los últimos años con bloqueos de regiones que le pegaron muy duro a la economía y esto hacer que se pierda el grado de inversión.
“Con la pérdida de grado de inversión y el paro comienzan a cambiar las tasas de financiación, coyuntura que dura unos 8 o 10 meses, un viaje de Colombia hacia Brasil, un país que tiene mucha más deuda que nosotros. Se presenta la mezclar de dos movimientos, por un lado, el grado de inversión, pero viene de la mano de las expectativas por el cambio de Gobierno y eso hace que el país llegue a los niveles de Brasil en materia del costo de financiación. Todo esto se da con una mejora en los indicadores colombianos, el país baja su déficit, estabiliza su deuda, pero aun así el riesgo país comienza a parecerse más al de Brasil”, explica el economista.
El problema del déficit fiscal
Algo en lo que coincide José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda en la administración Petro, quien en su más reciente columna publicada en EL TIEMPO señala que: “La tendencia de las tasas internacionales no ha sido tan positiva. Las tasas de interés de bonos de Colombia en los mercados internacionales han sido altas, debido tanto a los aumentos de las tasas de Estados Unidos con la inflación de los últimos años como a los mayores márgenes de riesgo que ha tenido que pagar el país por la pérdida del llamado ‘grado de inversión’ en los mercados internacionales de crédito en mayo y junio de 2021, otra compleja herencia del gobierno anterior”.
Y advierte en el mismo escrito que la decisión de Moody’s el mes pasado, de darle perspectiva negativa a Colombia, es preocupante, porque es la única de las tres principales calificadoras de riesgo que le otorga grado de inversión al país.
Información extraída de: https://www.greenpeace.org/colombia/blog/issues/contaminacion/el-largo-camino-de-los-residuos-urbanos-mal