Comienzan las apuestas para el ritmo de la decisión que tomará la junta directiva del Banco de la República el 22 de marzo.
Con la reciente caída de la inflación en febrero (7,74%, según el Dane), comienzan a sonar con más fuerza las apuestas sobre el grado de recorte de la tasa de interés por parte del Banco de la República en la próxima reunión de su Junta Directiva.
De hecho, fue el mismo ministro el que pidió, una vez más, acelerar el recorte de las tasas.
“Si queremos contribuir a la recuperación de la economía es absolutamente indispensable bajar la tasa de intervención a una cifra relativamente importante”, dijo Bonilla, tras el dato de la inflación.
¿Cómo está el escenario?
En un informe reciente, Investigaciones Económicas de Corficolombiana planteó que con esta nueva caída de la inflación están dadas las condiciones para que el Banco de la República acelere el ritmo de los recortes de la tasa de interés en la reunión. Ahora, la pregunta está en el ritmo del reducción de los tipos: si se decantan por 50 o por 75 puntos básicos.
Según el documento, una reducción de 50 puntos daría un mensaje de cautela ante las señales de mayor persistencia de la inflación básica y los riesgos sobre el IPC de los alimentos y regulados por potenciales efectos del fenómeno de El Niño.
Mientras que, un recorte de 75 puntos podría verse como “que las siguientes decisiones de la Junta le darán un mayor peso al deterioro de la actividad económica, especialmente luego de los datos del PIB de 2023”.
Germán Machado, docente de la Universidad de Los Andes, coincide con la postura de la entidad. Ya que al estar la tasa en 12,75%, casi 500 puntos básicos más alta que la inflación, lo cual significa en la práctica “una tasa real muy contraccionista que, para controlar la inflación”, que también frena el crédito y la actividad económica.
Machado sostiene que el Emisor “tiene espacio” para bajar hasta 75 puntos básicos la tasa de interés, pero no cree que la Junta Directiva realice este recorte.
Por otro lado, Julio Romero, economista jefe de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, asegura que un recorte de 100 puntos, como plantea Bonilla, “es complejo” porque pondría en riesgo la credibilidad.