Crece la preocupación por el impacto de la crisis energética

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Luego de que el Gobierno activó el mecanismo de confiabilidad eléctrica, actores del mercado insisten en medidas de largo plazo para atacar el mal.

Las duras condiciones energéticas y climáticas, que tienen las alertas puestas sobre el abastecimiento futuro de electricidad y gas natural, siguen generando controversia entre el Gobierno y los gremios del mercado.

El domingo, el Gobierno activó el estatuto de desabastecimiento eléctrico, en busca de que las hidroeléctricas ahorren agua para tener el nivel adecuado para afrontar el verano de diciembre próximo a marzo de 2025.

Ayer, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, explicó que la decisión se tomó para evitar el impacto observado durante el fenómeno de El Niño, cuando pese a la sequía los generadores hidráulicos salieron a ofrecer energía a un precio menor al de escasez, bajo el cual los usuarios deben asumen el costo a través del componente de restricciones.

Muchas hidráulicas están ofertando para salir despachadas, cosa que no debería ocurrir porque necesitamos que las primeras sean las térmicas y cuidar el agua. Tenemos que obligar a que las térmicas actúen y las obligaciones de energía firme las tengan también que asumir las hidráulicas”, indicó. Y explicó que las medidas se podrían flexibilizar una vez el nivel de los embalses retorne a la senda definida por la Creg, una situación que lleva a generar mucho más con energía térmica, poniendo presión sobre los precios del gas, principalmente.

Incluso, Camacho reveló que se está haciendo un monitoreo al nivel de contratación de gas, porque se ha encontrado a comercializadores ‘sobrecontratados’, para lo cual, junto con la Superintendencia de Servicios Públicos y otras entidades, se está haciendo un arqueo en busca de que quienes tengan gas sin usar, lo liberen para que quede disponible en el mercado primario y no sea vendido en el mercado secundario.

Con esta vía y otras medidas para la comercialización, el funcionario espera que en el 2025 el país pase con un balance positivo en materia de gas. “Estamos trabajando en un marco regulatorio para que no se trasladen sobrecostos, porque si no vamos a tener distorsiones en el mercado”, indicó.

No obstante, desde los gremios del sector, Alejandro Castañeda, director Ejecutivo de la Asociación Colombiana de Generadores (Andeg), que representa a las térmicas, explicó que la gran mayoría del gas secundario que se vende corresponde al mercado regulado (residencial y pequeños comercios), en donde por regulación deben contratar 100% la demanda esperada y, cuando el consumo es menor, el remanente va al secundario. “Es un mercado de cierre”, dijo Castañeda al precisar que por esta vía se negocia entre el 5% y el 10% del primario.

El debate de fondo

Y mientras el Gobierno atiende estos temas urgentes, otros gremios del sector, reunidos ayer en el foro ‘Seguridad energética nacional’, organizado por Portafolio, insistieron en que el tema estructural es de oferta y hay que buscar salidas que lo resuelvan.

La Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgás), reiteró que sin las fuentes de suministro el faltante de gas en 2025 se materializa en la importación para atender no solo la demanda térmica sino también la residencial, lo cual indica que con el gas local no está alcanzando.

Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgás, señaló que el panorama actual para este energético “está en cuidados intensivos”. “No es una alerta, es una realidad. No hay gas local suficiente en firme para respaldar las contrataciones que nos permiten llevar de manera segura y confiable el servicio a hogares, comercios, vehículos e industrias”, reiteró al advertir que a los colombianos se les acabaría el gas barato. “Si seguimos ignorando que hay una crisis, no se van a tomar las decisiones correctas. Es necesario reconocer que hay una crisis, generar confianza, no politizar este debate y generar un trabajo articulado y colaborativo”, añadió . En el caso eléctrico, los balances de energía en firme en el corto plazo y el retraso en proyectos en materia de generación y transmisión podrían poner en riesgo su abastecimiento para 2026, activando las alertas de un apagón.

La presienta de Acolgén, Natalia Gutiérrez, señaló que, a la fecha, los balances de energía en firme se encuentran por debajo del 10% y el próximo año el margen podría ser del 1%, dado el incremento acelerado de la demanda y el ritmo lento de proyectos de la generación y transmisión en los últimos cuatro años.

Si llegamos a ese 1%, estamos viendo es que hay plantas que ni siquiera van a poder salir a mantenimiento”, advirtió Gutiérrez, quien recordó la importancia de diversificar la matriz energética sin dejar de lado las tecnologías que respaldan al sistema.

Al respecto, indicó que una política pública frente a un desarrollo intensivo de “x o y tecnología” (de generación) tiene que ser una evaluación que se haga de manera muy equilibrada.

Y remarcó en la urgencia de tomar decisiones pronto para atender esta contingencia, particularmente en lo referente a las subastas de energía para que nuevos proyectos entren al sistema. Por su parte, el presidente del Grupo Energía de Bogotá, Juan Ricardo Ortega, señaló que se requiere de dar señales muy claras y condiciones de confianza, y que si el clima sigue como está, los precios van a ser altos. “No hay salida sin precios elevados, desafortunadamente. Pero, hay salida si se hacen las inversiones y si se retoman temas como la exploración de todas las fuentes de gas que hay”, indicó Ortega.

A su turno, Adrián Correa, director la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), sostuvo que se trabaja para generar más condiciones de confiabilidad y hacer los ajustes necesarios.

Información extraída de: https://www.portafolio.co/energia/crece-la-preocupacion-por-el-impacto-de-la-crisis-energetica-614494

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