Déficit y deuda mantienen encendidas las alertas en la economía nacional

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Aunque Fitch reconoce que hay una recuperación parcial, pide no bajar la guardia frente a los retos fiscales.

La calificadora de riesgo Fitch Ratings volvió a poner bajo la lupa la situación fiscal de Colombia y en su más reciente análisis, publicado esta semana, analizó a fondo la calificación del país en BB+ con perspectiva negativa que se anunció hace algunos meses, destacando que pese a las señales de recuperación en algunos frentes, los problemas de déficit y deuda siguen pesando sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Para este organismo, el mensaje central es claro frente a que, aunque la economía muestra cierta capacidad de rebote, el país no puede relajarse. Fitch insiste en que el desafío está en consolidar las cuentas fiscales y garantizar que la deuda deje de crecer, pues de lo contrario se podría deteriorar aún más la calificación crediticia.

Comparaciones regionales

En el contexto latinoamericano, Fitch señala que varias economías han tenido movimientos positivos en sus calificaciones durante los últimos años, mientras que Colombia se mantiene rezagada, dado que países como Costa Rica, República Dominicana y Paraguay han visto mejoras recientes, en tanto que Colombia conserva una perspectiva negativa que refleja sus fragilidades fiscales y políticas.

Es por esto que el informe advierte que esta posición coloca al país en una situación vulnerable frente a eventuales cambios en el entorno externo y que en un escenario de menor liquidez global o de choques de confianza, Colombia tendría menos margen para maniobrar que sus pares.

Otro aspecto que resalta el reporte es el clima político, punto en el que dice que el presidente Gustavo Petro enfrenta bajos niveles de aprobación y que los indicadores de gobernanza en Colombia se encuentran por debajo del promedio de países con calificaciones similares. Esto, según la agencia, limita la capacidad del Gobierno de implementar reformas profundas y genera dudas sobre la estabilidad de las políticas económicas en el mediano plazo.

En la lectura de Fitch, la debilidad institucional se combina con una agenda política cargada y que va desde debates sobre el presupuesto de 2026, la próxima reforma tributaria y las elecciones presidenciales y legislativas de 2026. Todo esto, para ellos, incrementa la incertidumbre y puede complicar los esfuerzos de ajuste fiscal.

Así mismo, el informe reconoce que el Producto Interno Bruto (PIB) muestra señales de recuperación después de un periodo de estancamiento. Sin embargo, enfatiza que esta mejora es frágil debido a la baja inversión interna, que se mantiene en niveles considerablemente más bajos que los observados en países emergentes de Asia como India, Vietnam o Indonesia.

Es por esto que la calificadora advierte que sin un repunte de la inversión productiva será difícil sostener un crecimiento robusto en los próximos años y que esta debilidad también podría tener consecuencias sociales, ya que la falta de dinamismo limita la generación de empleo de calidad y mantiene presiones sobre la pobreza y la desigualdad.

Inflación y política monetaria

En materia de precios, Fitch señala que la inflación sigue por encima de la meta del Banco de la República, lo que obliga a mantener tasas de interés relativamente altas, ya que si bien se espera una gradual reducción, la agencia observa que la política monetaria también se ha visto condicionada por las dudas fiscales.

En otras palabras, mientras no haya mayor claridad sobre la consolidación de las cuentas públicas, será más difícil para el Banco Central relajar su postura monetaria sin arriesgar la estabilidad cambiaria o la confianza de los inversionistas.

Por otra parte, uno de los apartados más críticos del reporte está relacionado con las finanzas públicas, frente al cual se indica que Colombia sigue registrando déficits fiscales altos, que se combinan con un presupuesto rígido en el que una gran parte del gasto está atada a compromisos estructurales.

Esto sin contar con que los ingresos tributarios siguen siendo insuficientes para cubrir las necesidades crecientes del Estado, por lo que esta combinación de alto gasto e ingresos limitados explica buena parte del deterioro de la relación deuda/PIB, que preocupa a la agencia.

Creciente deuda y pagos de intereses

Con todo lo anterior, el análisis es contundente y apunta a que la deuda pública sigue aumentando y está restando flexibilidad al Gobierno para enfrentar nuevos choques. En este sentido, Fitch muestra cómo la carga de intereses representa una proporción creciente tanto del PIB como de los ingresos fiscales, lo que deja menos espacio para la inversión pública y los programas sociales.

En el plano internacional, la agencia también observa que la proporción de deuda en moneda extranjera de Colombia se mantiene en niveles altos en comparación con otros países de calificación similar. Esto aumenta la exposición a la volatilidad del tipo de cambio y a las condiciones financieras externas.

Concretamente, en el frente externo, la calificadora reconoce que el déficit de cuenta corriente se mantiene en niveles modestos, aunque advierte que comenzó a ampliarse en los últimos meses. La Inversión Extranjera Directa ha sido un factor que ayuda a compensar este déficit, pero no elimina del todo los riesgos.

Por último, el reporte señala que hay factores que podrían modificar la calificación de Colombia en los próximos meses y dice que en un escenario negativo, podría darse un deterioro continuo de la relación deuda/PIB o la persistencia de déficits altos, sumados a un bajo crecimiento, serían motivos suficientes para una rebaja. En cambio, si el país logra una consolidación fiscal que estabilice la deuda y avanza en reformas que refuercen la credibilidad macroeconómica, la nota podría mejorar.

Con todo lo anterior hay que decir que si bien Fitch reconoce que la economía empieza a mostrar cierta recuperación y que las reservas internacionales ofrecen un respaldo importante, no se deben descuidar las alertas encendidas por el nivel de deuda, los déficits fiscales y la incertidumbre política.

Dicho de forma simple, el mensaje es que Colombia no puede confiarse y necesita resultados claros en materia de ajuste fiscal y políticas que impulsen la inversión y el crecimiento. De lo contrario, la perspectiva negativa que hoy acompaña a la calificación podría convertirse en una rebaja formal, con costos adicionales para el financiamiento y para la confianza de los inversionistas.

Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/crecimiento/fitch-alerta-deficit-fiscal-y-deuda-ponen-en-riesgo-la-calificacion-de-colombia-641077

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