Dólar en Colombia: por qué siguen los vientos de depreciación para el peso

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La divisa norteamericana lleva dos semanas por encima de la barrera de los $4.000.

El precio del dólar en Colombia volvió a ser tema principal de la agenda económica local en estos días recientes, luego de que, cómo ya se había proyectado desde diversos centros de análisis, se disparara por encima de los $4.100, impulsado esta vez por factores más externos que internos, que deben ser revisados con detenimiento para hacerles frente y evitar que se trepe por encima de lo deseado nuevamente.

Lo primero que hay que decir en este tema es que la divisa norteamericana cerró la semana pasada en $4.150, cercano a su máximo en siete meses y acumulando una depreciación del 7% en junio, una de las más altas entre países emergentes. Esta depreciación permitió que el peso colombiano saliera del rango de $3.740 – $3.990 observado en los primeros cinco meses del año y apretara las cuentas de los inversionistas.

Si bien el amplio diferencial de tasas de interés entre Colombia y EE. UU., la reducción del déficit en cuenta corriente, la entrada estacional de divisas y condiciones externas favorables; ayudaron en su momento a la estabilidad que se vio por un buen tiempo; esta racha parece haber terminado y nuevas circunstancias están generando que el dólar suba hasta los niveles ya mencionados.

Eso sí, vale la pena recordar que este lunes 24 de junio, la divisa perdió casi 40 pesos y terminó en un precio de negociación de 4.104,59 pesos.

Una depreciación anunciada

En su análisis semanal, el equipo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana se centró en las variaciones de esta divisa y en revisar las causas de los movimientos que se han sentido en el mercado local, destacando en primer punto que era algo que se venía advirtiendo desde hace un buen tiempo, por lo que se descarta la inestabilidad que podría generar la sorpresa entre los inversores.

Así mismo señalaron que la baja volatilidad de las semanas recientes se dio gracias a cuatro factores importantes, además del al diferencia de tasas entre Estados Unidos y Colombia, entre los que destacó también la reducción del déficit en cuenta corriente impulsada por la caída de las importaciones, ante la debilidad de la demanda interna y la entrada estacional de divisas para el pago de impuestos y los flujos generados por las OPA de Nutresa.

También sostuvo que esto se dio gracias a las condiciones externas favorables que se produjo por el aterrizaje suave de la economía global y precios altos de las materias primas, en medio del conflicto geopolítico en Oriente Medio. Posteriormente, dejan claro que si bien esto ayudó mucho, muchas de estas ayudas ya se acabaron y es momento de que todo se empiece a ajustar en los niveles que se proyectaron en un comienzo.

“El comportamiento del peso colombiano en los primeros cinco meses de 2024 contrastó con el desempeño tanto del mercado de deuda pública como de la prima de riesgo país. Lo anterior se reflejó en el divorcio entre el precio del dólar en Colombia y los CDS a 5 años, los cuales vienen incorporando los riesgos idiosincráticos locales asociados al deterioro de la situación fiscal. Existía una alta correlación entre la prima de riesgo y la tasa de cambio (0,9), pero bajó durante el primer semestre a 0,3”, explicaron.

Factores de ruptura

De acuerdo con los expertos de Corfi, un primer factor que incidió en la ruptura de este panorama a comienzos de junio, fueron los resultados de las elecciones en México, puesto que el triunfo del oficialismo en las presidenciales con Claudia Sheinbaum (Partido Morena) y la mayoría calificada en el legislativo de la coalición del gobierno, generó expectativas de que se aprueben las reformas más estructurales en el Congreso y generó temores por la presión adicional en las cuentas fiscales de ese país.

“Así, los mercados reaccionaron mediante un incremento en la prima de riesgo y una fuerte depreciación del peso mexicano. Vale la pena señalar que esta divisa y el real brasilero tienen un peso importante en los portafolios de inversionistas extranjeros en la región1 , por lo que la reacción electoral local terminó contagiando a otras divisas latinoamericanas, especialmente al peso colombiano”, resaltaron.

Por otra parte recordaron que el euro se debilitó respecto al dólar luego de las elecciones parlamentarias en Europa “que revelaron señales de un retorno del nacionalismo” y el primer recorte de tasas de interés del Banco Central Europeo en cinco años. Destacando que “estos hechos impulsaron la fortaleza global del dólar, medido a través del DXY2 , en un contexto en el que la Reserva Federal (Fed) mantiene su postura de tasas altas por más tiempo”.

Por último, al explicar las razones de esta depreciación, sostiene que otro factor externo clave en la depreciación reciente del peso colombiano fue la caída de los precios internacionales del petróleo tras el anuncio de la OPEP+ a comienzos de junio de empezar a reducir los recortes de producción a partir de septiembre de este año.

“Lo anterior impulsó una disminución del precio del petróleo Brent que, con corte al viernes pasado, se ubicaba 4,2% por debajo de los niveles de abril. Si bien la depreciación del peso colombiano durante junio estuvo impulsada inicialmente por factores externos, es importante señalar que hay elementos idiosincráticos que exacerbaron posteriormente la tendencia, haciéndola más profunda que en otras divisas de la región”, dice el reporte.

Pese a estas presiones desde el exterior, desde Corfi destacaron como positivo, el hecho de que el Gobierno hubiese dado señales de responsabilidad con los ajustes del Marco Fiscal de Mediano Plazo, puesto que los mercados estaban nerviosos por la magnitud del faltante de ingresos del gobierno este año, y su capacidad de recortar su gasto lo suficiente, y al final se hizo lo que se estaba esperando en los mercados.

En este sentido cerraron señalando que si el comportamiento de la tasa de cambio se hubiera alineado al de los CDS a 5 años, el dólar habría oscilado entre $3.900 y $4.400 durante el primer semestre. No obstante, consideran que la tasa de cambio tiene un espacio adicional de depreciación, especialmente en el tercer trimestre y ante esto proyectan que durante el segundo semestre registre un promedio de $4.250, lo que implicará una depreciación de 8% frente a lo observado en el primer semestre.

“A nivel interno, esto reflejará nuestras vulnerabilidades fiscales y el menor flujo estacional de divisas asociado con el pago de dividendos de Ecopetrol y con el pago del impuesto de renta corporativo de grandes contribuyentes”, concluyeron.

Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/finanzas/dolar-en-colombia-seguiria-subiendo-en-las-proximas-semanas-607416

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