Se requiere de alto grado de sensatez y consenso entre sector público y privado para que se mantenga la generación de empleo y se controle rápidamente la inflación, dijo la directiva.
La economía colombiana tuvo un crecimiento de 7,5% en 2022, según el Dane, “aunque menor frente al 11% de 2021, el primer año de la pospandemia. Es un resultado positivo, no obstante, hay que enmarcarlo dentro de una perspectiva a la baja, según los análisis de los organismos financieros internacionales y el bajo optimismo respecto a la evolución de la economía colombiana para los próximos meses, con inflación en alta, aunque controlada, altas tasas de interés e inestabilidad cambiaria”.
Así lo dio a conocer la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, María Claudia Lacouture, quien aseveró que a lo anterior se suman los efectos de la reforma tributaria en vigor y el consecuente aumento en los costos de producción.
Según Lacouture, “también persiste un grado de incertidumbre por el impacto de las reformas al sistema laboral, al de la salud y a las pensiones porque es muy probable que signifiquen una mayor carga impositiva para el tejido empresarial
Según la directiva, “hoy se requiere de alto grado de sensatez y consenso entre sector público y privado para que se mantenga la generación de empleo y se controle rápidamente la inflación. La economía se mantendrá estable si se consigue contar con un consumo moderado que satisfaga las necesidades de las familias y permita el desarrollo empresarial”.
Cuarto trimestre
Por su parte, Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, explicó que en el cuarto trimestre se creció 2.9 % y “esto es muy por debajo de lo que los analistas en general teníamos que giraba alrededor del 3.8 %, lo que demuestra que la desaceleración de la economía durante la última parte del año pasado ya se veía material. De hecho, el Dane hizo una revisión de todos los trimestres pasados y nos muestra que la desaceleración de la economía comenzó a partir del tercer trimestre del 2022″.
Agregó que toda la economía creció de manera bastante positiva, “7.5 %, pero muy por debajo de lo que tenía el Banco de la República y, en general, los analistas, que era medio punto porcentual más arriba (8 %). Adicionalmente, también el Dane nos contó que solamente en diciembre la aproximación a la actividad económica (Índice de Seguimiento a la Economía – ISE), en lugar de crecer en lugar de crecer 2.5 % como se tenía esperado creció 1.3 %”.
Agregó que “todo esto nos da a pensar que el consumo de los hogares, por una inflación bastante alta y la necesidad del Banco de la República de subir sus tasas de interés, ha hecho que la demanda por bienes y servicios se desacelere mucho más rápido de lo que se pensaba”.
De esta manera, lo que se está viendo es que la economía comienza el año de manera floja y adicionalmente se puede esperar que esta desaceleración continúe porque “la inflación en la economía no cede y se espera que este indicador no baje a un solo dígito aproximadamente hasta octubre de este año y las tasas de interés del Banco de la República tampoco van a poder bajar”.
Agregó Olarte que, “por sectores, lo que vemos es que el comercio se ha venido deteriorando, a la manufactura tampoco le fue bien en el cuarto semestre del año pasado y la agricultura y minería no han podido repuntar. Esto da un mal paso para el empleo, seguramente el empleo como vimos en diciembre siguió y seguirá deteriorándose. Para este año vemos un crecimiento de 1 y 1.5 % con unas tasas de inflación altas y con una inflación que no terminará por debajo del 9 %”.