El Monedero: inflación de alimentos vs. su bolsillo, en el caso del arroz o el huevo

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Esta situación suele afectar las finanzas de los hogares de manera directa.

La inflación es el aumento sostenido y generalizado de los precios de bienes y servicios en una economía, lo que reduce el poder adquisitivo del dinero. Uno de los sectores más afectados por este fenómeno es la canasta familiar, es decir, el conjunto de productos básicos que consume un hogar promedio —como alimentos, transporte, vivienda, salud y educación—. esenciales también aumentan, lo que obliga a las familias a reajustar su presupuesto, priorizando gastos y reduciendo el consumo. En consecuencia, la inflación no solo impacta las cifras macroeconómicas, sino también la calidad de vida y el bienestar de los hogares.

Por ejemplo, esto suelen sentirlo los ciudadanos en el caso específico de los alimentos. Para David Perez-Reyna, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes tener inflación alta es uno de los síntomas más negativos de una economía que no funciona bien. “Como la inflación es una medida de la pérdida de poder adquisitivo, una buena política económica debe abogar porque la inflación se baja y estable. De lo contrario los ingresos de las personas parecen diluirse“, señala.

Como las personas de mayores ingresos suelen tener mejores mecanismos para evitar la pérdida de poder adquisitivo, una inflación alta es, además, una afectación regresiva sobre la sociedad, afirma el experto. Adicionalmente, sostiene que, “una inflación alta puede beneficiar a las personas que tienen deudas, pero perjudicar a las que tienen ahorros: si debo 100 pesos y hay inflación alta, esos 100 pesos representan menos. Así, la inflación se puede entender como una transferencia de ahorradores a deudores, y esto puede resultar en incentivos negativos“.

De igual manera, el docente de Uniandes explica que para medir la inflación, el Dane realiza mensualmente unas encuestas en donde le hace seguimiento a los precios y servicios que hogares colombianos consumimos.

De dichas encuestas se tiene una medida sobre cómo cambian los precios en una economía. “La medida oficial de inflación es el cambio promedio dichos precios. Es importante notar que los hogares pueden cambiar los bienes y servicios que consumen, y por eso el Dane actualiza más o menos cada diez años la lista que analiza“, agrega.

Ahora, dicha medición de la inflación es una aproximación a la medida de la pérdida de poder adquisitivo, pero -explica- no necesariamente implica que se esté perdiendo dicho poder. Por ejemplo, si el arroz sube 10% de un mes a otro, la medida de inflación va a subir. Pero si una familia deja de comer arroz y pasa a comer papa, cuyo precio no cambió, no necesariamente está cambiando el poder adquisitivo. “De manera similar, si el agua sube 10% de un mes a otro, la medida de inflación de ese mes va a subir. Pero si el agua no sube de precio en el siguiente año, un año después la medida de inflación volverá a donde estaba antes y se perdió poder adquisitivo“.

Así las cosas, el docente señaló que una razón por la que en Colombia el Banco de la República es una entidad independiente, es para que pueda velar por el poder adquisitivo del peso sin tener presiones políticas.

Los efectos negativos de la inflación no siempre son instantáneos. “De hecho, sostiene, si sube la inflación, puede haber beneficios: si un gobierno tiene deudas, también recibe la transferencia de los ahorradores. Y puede haber costos de que la inflación caiga: para hacerlo la economía suele tener que desacelerarse. Pero en balance es importante que inflación sea baja y controlada“.

Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/finanzas/el-monedero-inflacion-de-alimentos-vs-su-bolsillo-el-caso-del-arroz-carne-y-huevo-643259

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