El informe de la Supersociedades muestra la resiliencia del sector privado como los efectos del freno que experimentó la economía colombiana en 2023.
El pasado viernes la Superintendencia de Sociedades publicó su informe anual sobre las 1.000 empresas más grandes del país. El reporte recoge las tendencias financieras del millar de compañías del sector real no financiero con mayores ingresos, así como una fotografía de la situación financiera, su rentabilidad y sus características sectoriales y regionales, durante 2023, el año en el que la economía nacional se frenó.
Este conjunto de firmas generó el año pasado ingresos operacionales por $1.313 billones -44% concentrado en las primeras 50 del listado- y ganancias por $99 billones -53% corresponde a las 50 más grandes-. Si bien las ventas de las mil empresas con más ingresos reportaron un incremento del 7,9% durante 2023, este aumento fue menor que la inflación, generando una reducción en términos reales.
Como era de esperarse, la desaceleración que la economía experimentó el año pasado se sufrió en los resultados financieros y operativos del sector privado. Las compañías pertenecientes al sector comercial -retail y otras actividades- vieron sus utilidades totales pasar de $12 billones en 2022 a $6,5 billones en 2023, una caída de 43,9%. En el sector servicios, por ejemplo, las actividades de telecomunicaciones y de prestación de servicios de salud reflejaron en sus balances financieros las respectivas crisis que están atravesando estos sectores.
Otras actividades afectadas el año pasado fueron las minero-energéticas que sufrieron un doble impacto: reducción del 14% en los ingresos operacionales generados y un desplome de 44% en las utilidades. También en su totalidad, los indicadores de las industrias manufactureras tuvieron descensos en sus indicadores, aunque las más grandes en el listado reportaron mejoras en sus ingresos. Una mirada general a este reporte refleja que, a pesar de esos pequeños incrementos, el choque del bajón económico del 2023 se tradujo en los estados de resultados de las compañías más dinámicas del país.
Estos resultados panorámicos ratifican una vez más la capacidad de resiliencia del sector empresarial colombiano ante los cambios abruptos de las condiciones de la economía nacional. También confirma la necesidad y urgencia de un plan de reactivación de las actividades productivas que, al menos en lo que queda del año, busque impedir que sectores golpeados como el comercio, las industrias y la construcción sostengan esta tendencia negativa para 2024.
Este sector empresarial, en sus distintos sectores y ramas de actividad, es el que ha venido siendo atacado desde las más altas esferas del Gobierno Nacional. Aunque altos funcionarios han manifestado recientemente la voluntad de llegar a acuerdos y avanzar, por ejemplo, en el despliegue de una estrategia de recuperación económica, el propio presidente de la República, Gustavo Petro y otros miembros de su gabinete replican señalamientos y estigmatizaciones a empresas de sectores como el educativo y la salud. Es momento de repensar caminos unilaterales como el de la implementación de ‘inversiones forzosas’ al sector financiero.
El informe de la Supersociedades enfatiza asimismo en la importancia de un buen estado de salud del sector empresarial de mayor tamaño como jalonador del crecimiento económico y de la generación de puestos de trabajo formal. Ese estado de salud se mejora con mensajes de confianza, generación de espacios de cooperación público-privada, reducción de la incertidumbre y una clara y tangible hoja de ruta de la reactivación.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
Información extraída de: https://www.portafolio.co/opinion/editorial/empresas-en-desaceleracion-editorial-607477