¿En qué se ha gastado Colombia las dos reformas tributarias recientes?

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Informe de Anif sostiene que pese a las reformas, los déficits fiscales persisten, lo que reflejaría un ‘corto circuito’ en las finanzas públicas.

Tras superar la pandemia del covid-19, Colombia es el único país de América Latina que ha realizado dos reformas tributarias, una en 2021 y otra en 2022. Sin embargo, pese a los esfuerzos, la situación fiscal se mantiene frágil “los déficits fiscales persistentes, tras dos reformas tributarias, parecen reflejar un corto circuito en el manejo de las finanzas públicas”.

Así lo indica el más reciente análisis semanal publicado por el centro de estudios económicos Anif, que en esta edición hizo un balance sobre el destino que tuvo el dinero recaudado en las dos reformas al estatuto tributario luego de la pandemia.

“Con dos reformas pospandemia a cuestas, un observador casual pensaría que el panorama fiscal se encuentra despejado. No obstante, como lo hemos advertido, las cuentas fiscales del Gobierno para 2024 y 2025 siguen exhibiendo unos abultados déficits fiscales, al límite de lo permitido por la Regla Fiscal. Déficits fiscales persistentes, tras dos reformas tributarias, parecen reflejar un corto circuito en el manejo de las finanzas públicas”, dice el informe publicado por Anif.

Combustibles, el mayor gasto

Si bien el centro de estudios económicos aclara que los ingresos del Gobierno, provenientes de estas reformas “no tienen destinación específica y, por tanto, no podemos señalar programas o gastos específicos que hayan sido financiados con los recursos adicionales de las reformas”, sí es posible analizar de dónde han venido las mayores presiones de gasto público en los últimos años, muchas de ellas no previstas en las cuentas previas a las modificaciones tributarias.

“Con base en este análisis y analizando en detalle las cifras fiscales más recientes, todo indica que el país se gastó buena parte de los ingresos de las dos reformas tributarias en el subsidio a los combustibles”, menciona el informe.

Según las cifras oficiales, las dos reformas tributarias dejaron en los últimos dos años un recaudo adicional de $54 billones, mientras que el costo derivado del subsidio a los combustibles durante el mismo período fue de $49 billones.

Por otra parte parte, la presión fiscal por mayor pago de intereses de deuda durante el mismo lapso fue de $39 billones.

Por el lado de los gastos, la presión fiscal ha sido mucho mayor que la anticipada. En su momento se proyectaba que los gastos del Gobierno alcanzaran 19% del PIB para 2023 y 2024, pero la expansión ha sido mucho mayor, con niveles de 23,1% y 22,8% del PIB, respectivamente.

El mayor gasto público se explica por un aumento promedio en 2023 y 2024, de 1,1 puntos porcentuales en el rubro de funcionamiento e inversión, de 1,3 puntos porcentuales en un mayor pago de intereses y de 1,5 puntos porcentuales en el gasto asociado a los subsidios de los combustibles.

La presión en gasto por mayor servicio de la deuda y el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) ha sido 2,5 veces más grande que la del gasto público en funcionamiento e inversión. El costo del subsidio a los combustibles en las cuentas del Gobierno durante los últimos dos años ha sido de $49 billones, casi equivalente a los $54 billones provenientes de las dos reformas tributarias, explica el documento.

En otros palabras, según Anif, el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fpec) se comió el recaudo tributario adicional.

Y si a esto se le suma la cuenta de mayores intereses de $39 billones promedio en 2023 y 2024 frente a lo que se proyectaba en 2020, las dos reformas tributarias solo alcanzan para cubrir el 61% de estos dos gastos adicionales (mayores intereses y subsidios combustibles).

“El Gobierno debe avanzar en la negociación del retiro del subsidio a los combustibles y en una agenda de reactivación concertada con el sector privado para reducir la presión fiscal y buscar reducir la prima de riesgo país, responsable de las mayores tasas de interés”, agregaron los analistas de Anif en su informe.

Pago de deuda y gasto

Según el informe de Anif, Colombia está pagando unos intereses mayores por su deuda soberana. “Antes de perder el grado de inversión, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2020 el Gobierno anticipaba para 2024 una tasa de 7% en pesos y 3,8% en dólares. Las tasas actuales son mucho más altas. De acuerdo con el último informe de deuda pública, el cupón promedio de la deuda en pesos es de 9% y de 5,1% en dólares, unos 200 y 130 puntos básicos más altos de lo que en su momento proyectaba el propio Gobierno”.

Anif recalca que el esfuerzo fiscal del país en materia tributaria no ha tenido el efecto esperado en las cuentas fiscales, ni en la composición del gasto.

Finalmente advierte que se necesita con urgencia una agenda de reactivación concertada con el sector privado para que el país retome la senda de crecimiento e inversión y se despejen las dudas sobre las cifras de recaudo y actividad económica de los próximos años.

¿Viene una tercera reforma?

La semana pasada el Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, conformó que el Gobierno plantea radicar una nueva reforma en la legislatura del segundo semestre.

Sin embargo, precisó que más que una reforma se trata de un alivio para las empresas y explicó que en ella se busca reducir educir la tasa nominal del impuesto de renta a personas jurídicas.

Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/reforma-tributaria/en-que-se-ha-gastado-colombia-las-dos-reformas-tributarias-mas-recientes-607928

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