A pocos días que inicie la próxima legislatura, el Gobierno anunció que volverán a presentar las reformas del primer semestre.
Una columna de Edwin Palma, viceministro de Relaciones Laborales e Inspección en el Ministerio del Trabajo, expuso los ejes del segundo impulso para la presentación de un documento de reforma laboral que, según las voces de la discusión de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, tendrá algunas modificaciones con respecto al primer texto radicado.
Este proyecto será presentado con la reforma a la educación el próximo 20 de julio al inicio de legislatura del Congreso.
Palma asegura que desde el hundimiento de la reforma en el legislativo, los ciudadanos sí apuestan por las reformas sociales que se han venido cocinado entre las Comisiones del Congreso.
“Las encuestas muestran que hay una opinión más que favorable a las reformas sociales, esta semana el Opinómetro volvió a decir, el lunes 10 de julio, que 43% se oponen a la alianza que algún partido tradicional propuso para impedir las reformas sociales y a favor de esa alianza por el retroceso estuvo a favor solo 20% de los encuestados”, explicó Palma.
Además, se reportó que desde la ciudadanía también se apuesta por volver a presentar la reforma. “Las encuestas dan señales, 52% a favor de que se vuelva a presentar la reforma laboral dice Datexco esta semana, hace dos semanas la tercera parte de los encuestados de Cifras y Conceptos conocían la reforma y la apoyaban”, complementó Palma.
Más concertación
El viceministro hizo un llamado a que hay que insistir en las reformas, volverlas a presentar, explicarlas y proponerlas de la manera más entendible para un público que no necesariamente debe ser técnico. “Hay que salir a encontrarnos en las plazas, las tiendas, las calles o los buses con la ciudadanía trabajadora para atajar miedos creados e irreales”, aseguró.
Sobre esto, actores gremiales coinciden en que se debe avanzar hacia un panorama de mayor colaboración entre sectores, ciudadanos y el Gobierno.
Para Rosmery Quintero, presidente de Acopi, se debe entender esta pausa en el legislativo como una oportunidad para lograr mayor concertación y construir un mejor proyecto. “Nosotros creemos que hay que mejorar el proyecto para que genere mayor equilibrio entre los empleadores y los trabajadores. Se debe ser consecuentes con la realidad de la alta informalidad del país, se debe ir reduciendo de manera gradual”, dijo.
Las reacciones sobre el archivo de la reforma del Gobierno también llegaron desde el Congreso.
Jaime Cabal, presidente de Fenalco dijo que “es una oportunidad democrática e histórica para construir un nuevo proyecto, concertado de verdad, entre todas las fuerzas vivas del país, focalizado en la generación de nuevos puestos de trabajo y que promueva la formalización”.
Otros, por su parte, reprochaban que las condiciones en las que se presentó el documento afectarían los puestos de trabajo y la empleabilidad en las empresas. Bruce Mac Master, presidente de la Andi, añadió que “la reforma laboral favorecía a los trabajadores, pero la verdad es que iba a generar pérdidas de trabajo. Se dice que cubría a los más vulnerables y en realidad se olvidaba de los “trabajadores sin derechos, que son los informales”.
A modo de cierre, Palma atribuyó la importancia en cuanto a que las reformas sociales en desarrollo deben ir en línea con los objetivos del Gobierno dispuestos en el Plan Nacional de Desarrollo. “Esta reforma no es algo que deba ni pueda leerse aisladamente. Como el Presidente lo ha dicho, estas reformas van de la mano con otras paralelas: ampliar la capacidad productiva del país, especialmente con el empoderamiento de la economía popular, impulsar la industrialización o hacer la reforma agraria”.