Según un informe de Control Risks, entre los principales desafíos se encuentran los caminos inciertos de EE. UU. y la guerra comercial a nivel global.
La volatilidad de los hechos mundiales hoy representa una serie de riesgos, no solo para las economías del globo, sino también para las empresas. De acuerdo con el último informe de Control Risks, el mayor riesgo para el 2025 se enmarcará en la incertidumbre para los negocios internacionales.
Según la consultora, los principales peligros para el próximo año serán los caminos inciertos en Estados Unidos, las líneas rojas en la geopolítica mundial, la guerra comercial, un aumento de la violencia política y el riesgo de la concentración digital.
En materia colombiana, el Risk Map 2025 pondera al país con un 6, en una escala de 1 a 10 de riesgo. Esto se traduce en que los desafíos para las empresas son moderados y estáticos, en donde en algunas áreas se plantean retos que van a ser manejables para las compañías.
Por otra parte, destacan que la reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos es un hecho “trascendental”, pero, según los analistas, los riesgos asociados con el cambio en el papel global de EE. UU. y el panorama de inversiones ya están establecidos, independientemente de quién ocupe la Casa Blanca.
Eso no quiere decir que no existan amenazas, toda vez que de acuerdo con la firma, la victoria de Trump agrega más incertidumbre al comportamiento del país y las economías el próximo año. Por esto, integran a la conversación la necesidad de que las empresas deben estar preparadas para cambios rápidos en la estabilidad regional y mundial.
A nivel interno, el gigante americano sigue siendo rico en oportunidades, pero la polarización política y la disfunción estructural plantean preguntas sobre la estabilidad a largo plazo. Para Control Risks, la resiliencia constitucional e institucional se ha debilitado, y ni los republicanos ni los demócratas tienen intención de controlar los déficits presupuestarios insostenibles.
“A nivel mundial, la capacidad de EE. UU. para impulsar la agenda y hacer cumplir las normas está disminuyendo. Un mundo sin una hegemonía clara será más fluido, flexible y volátil. Más allá de Estados Unidos, pero fuertemente influenciadas por las decisiones de la administración de Trump, las ‘líneas rojas’ en puntos conflictivos globales impulsarán riesgos para los negocios”, indican.
Ahora bien, otro de los factores de preocupación son las líneas rojas dentro de la geopolítica mundial. Frente a esto, el documento detalla que desde la guerra entre Rusia y Ucrania, pasando por Medio Oriente hasta el Mar de China Meridional, las transgresiones repetidas y las respuestas moderadas están desensibilizando la conciencia de riesgos y fomentando la escalada.
Con ese contexto, sugieren a las empresas identificar esas líneas, justamente para vigilarlas, ya que éstas pueden incluir acciones militares, sanciones draconianas o algo menos evidente, que es que puedan afectar o alterar las cadenas de suministro.
Una de las situaciones clave que las empresas deben tener sobre el radar es la guerra comercial que se desencadena en varias partes del mundo y especialmente entre China y Estados Unidos. El documento sugiere que las economías avanzadas y en desarrollo recurrirán a políticas industriales y herramientas comerciales protectoras, mientras que China continuará enfocándose en su poder de fabricación, impulsando las exportaciones en sectores conflictivos.
“Estados Unidos y la Unión Europea ya están fortaleciendo sus defensas, mientras que China se prepara para responder con sus propios aranceles, sanciones o controles de exportación. Una nueva fase de restricciones mutuas afectará las perspectivas de crecimiento tanto a nivel nacional como global”, dicen.
Para el caso de las economías más pequeñas, temiendo que los “shocks de China” socaven sus estrategias de industrialización, también intensificarán las restricciones, aunque de manera más discreta. Por esta razón, las empresas se verán aún más presionadas entre estas políticas en competencias, lo que complicaría las perspectivas de sus cadenas de suministro y el acceso a mercados.
Nick Allan, CEO de Control Risks, aseguró que “el ámbito económico y geopolítico es ahora un espacio plenamente disputado donde los estados-nación, las empresas globales e incluso las redes criminales compiten por ventaja. Este no es un mundo sin oportunidades, todo lo contrario. Las habilidades de resiliencia, anticipación y flexibilidad siguen siendo los factores que marcan la diferencia entre el éxito o la falta de este”.
Violencia y concentración digital
Si bien son varias las amenazas a las que se pueden enfrentar las empresas el próximo año, Control Risks reflejó que el incremento de la violencia política puede aumentar aún más la dinámica de complejidad empresarial del mundo.
En específico, detalla que con la reagrupación de los yihadistas, el resurgimiento de la extrema derecha y la radicalización de los actores solitarios, en 2025 se verá un incremento de la violencia política.
“Las sociedades cada vez más esperan, e incluso fomentan, el uso de la violencia para ganar poder y ajustar cuentas. Incluso cuando no se dirige directamente contra las empresas, la violencia política impacta negativamente el entorno empresarial”, señalan.
En esa línea, explicaron los cuatro factores globales que contribuirán a la violencia política en 2025: la rivalidad geopolítica, la polarización política, la radicalización en línea y las tecnologías emergentes.
“Es probable que la amenaza global de grupos extremistas islamistas aumente en 2025, junto con ataques patrocinados por el estado, violencia de extrema derecha y ataques solitarios impulsados por nuevas vías de radicalización. Las empresas deben prepararse para amenazas más diversas y menos predecibles”, advierten.
Otro de los riesgos es la concentración de los ecosistemas tecnológicos. Recordaron que si la interrupción de la empresa CrowdStrike en 2024 resultó en una pérdida estimada de US$5.200 millones, un ataque deliberado en 2025 sería catastrófico.
“La concentración de servicios y capacidades, desde la infraestructura hasta la inteligencia artificial generativa, en manos de unos pocos proveedores importantes eleva el riesgo de desestabilización sistémica y de interrupciones globales”, apuntan.
Además, reiteran que la proliferación de dispositivos conectados y autónomos en infraestructuras críticas y productos de consumo creará nuevas vulnerabilidades para ciberataques disruptivos.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/negocios/empresas/los-principales-riesgos-para-las-empresas-en-2025-tendencias-y-desafios-clave-617872