A pesar de dejar las tasas inalteradas en el 13,25%, los codirectores resaltaron que la inflación aún es excesivamente alta y que hay que tener cautela para no retrasar la convergencia a la meta del 3%
A pesar de que la Junta Directiva del Banco de la República decidió dejar inalteradas las tasas de interés en Colombia en el 13,25%, aún hay temas relacionados con la inflación que para los directores del Emisor suponen riesgos importantes.
Los directores subrayaron diversos aspectos de riesgo sobre el comportamiento futuro de la inflación, que exigen mantener especial cautela en las decisiones de política monetaria, para no retrasar su convergencia a la meta del 3,0.
Al respecto señalaron que, a pesar de la reciente reducción de la inflación, ésta continúa en un nivel excesivamente alto, que contrasta con lo observado en países avanzados y en las economías comparables de América Latina, en las cuales la inflación se ha reducido de manera sustancial.
Añadieron que la inflación básica sin alimentos ni regulados, especialmente servicios, ha mostrado una fuerte rigidez, lo que indica que, exceptuando los alimentos, persisten presiones inflacionarias importantes.
Al respecto, advirtieron que las expectativas de inflación total y sin alimentos continúan elevadas y por encima de la meta a distintos plazos, a pesar de sus disminuciones recientes.
Adicionalmente, los directores señalaron riesgos específicos que introducen una incertidumbre importante sobre el comportamiento futuro de la inflación.
Entre ellos se refirieron a los efectos que podría acarrear el Fenómeno de El Niño sobre los precios de los alimentos y la energía, y la elevada incertidumbre internacional.
Subrayaron que existen escenarios de riesgo que requieren dejar abierta la posibilidad de respuesta de la política monetaria, en la dirección que la Junta Directiva del Banco de la República considere necesaria.
Adicionalmente, los directores destacaron que luego de estabilizarse en un nivel ligeramente superior al 13% anual durante el primer trimestre, la inflación total registró descensos consecutivos en abril y mayo, como resultado de la caída de la inflación de alimentos; los ajustes a la baja de los precios internacionales de algunos alimentos y costos de transporte; la revaluación de la tasa de cambio; y la reducción de la inflación de precios al productor, entre otros factores.
Lo anterior en el contexto de una moderación del crecimiento de la demanda interna y de una tasa de interés de política monetaria que se ubica en terreno contractivo.
En estas circunstancias, respaldaron de manera unánime la decisión de mantener inalterada la tasa de interés de intervención, y advirtieron que no existen aún las condiciones propicias para iniciar un relajamiento de la postura de la política monetaria.
En sus intervenciones individuales los directores profundizaron en las razones para su decisión y en el llamado a la cautela en el manejo de la política monetaria.
Los directores resaltaron la reducción de cerca de un punto porcentual de la inflación total entre marzo y mayo. Destacaron que la inflación básica dejó de aumentar y que las expectativas de inflación se redujeron en un contexto de apreciación del peso, a pesar de aumentos en los precios de la gasolina que presionaron al alza el rubro de regulados de la canasta del consumidor.
Agregaron que el aumento acumulado de 11,5 puntos porcentuales de la tasa de interés de política ya se viene reflejando en la moderación del ritmo de crecimiento de la demanda agregada, como lo revelaron los resultados del PIB para el primer trimestre y del ISE para abril.
Anotaron que el ajuste en la demanda interna, en mayor cuantía que el de los niveles de producción, ha permitido una reducción del déficit en cuenta corriente.
Igualmente, señalaron una disminución del dinamismo del crédito de consumo, que pasó de crecer a tasas cercanas a 23% anual en el tercer trimestre de 2022 a un crecimiento inferior al 7% anual a mediados de junio, y de 0% si la variación se mide en el margen de las últimas trece semanas.
La menor dinámica del crédito de consumo disminuye la probabilidad de un sobreendeudamiento de los hogares. Finalmente, valoraron los avances del Gobierno en la reducción del desequilibrio fiscal como resultado de las dos últimas reformas tributarias, y de la firmeza para emprender el necesario reajuste en los precios de los combustibles.