El año pasado cerró con menos de $200.000 millones en títulos TES, según analistas de BTG Pactual.
El apretón de caja que enfrenta el Ministerio de Hacienda desde hace varios meses, le sigue pasando factura a la estabilidad fiscal del país, ya que las proyecciones de ingresos que no se materializaron tuvieron suplirse acudiendo a la deuda y si bien esta medida ayudó en los meses recientes, ya no queda mucho de dónde echar mano.
Así lo advierte un informe presentado por BTG Pactual, en el cual se muestra que en diciembre, el Gobierno Nacional vendió $1,3 billones en TES, reduciendo su tenencia a solo $160.000 millones de pesos y cerrando el margen de acción para solventar la falta de liquidez que había aprovechado hasta el momento.
Munir Jalil, economista jefe para la región Andina de BTG Pactual, explicó que si bien es una salida válida, también lo recomendable es no agotar tan rápido estas alternativas, dado que es un mecanismo que saca de apuros las finanzas del país en caso de que surjan imprevistos o, por ejemplo, se deba atender una emergencia.
“La deuda colombiana experimentó cambios significativos en el último año, especialmente en el comportamiento mensual. En diciembre ocurrió un hecho interesante, porque el Gobierno prácticamente agotó su posición como tenedor de TES, con lo cual se confirma una de sus estrategias para obtener liquidez ante los persistentes problemas de caja que enfrenta el país”, manifestó.
De igual forma, Jalil acotó que no es conveniente que la tenencia de estos títulos de tesorería esté en niveles tan bajos, máxime cuando esta es una de las formas en las que la Nación recibe financiamiento mediante operaciones de mercado. Así mismo, no hay que olvidar que esto se pacta a una tasa ya sea fija o variable y se debe pagar en los plazos pactados.
“Es importante destacar que, en el contexto de una deuda total de $582 billones, el saldo de $160.000 millones es relativamente bajo y evidencia que el país tuvo que desprenderse de la mayoría de los TES en su poder para atender necesidades inmediatas de recursos. Esta situación subraya la presión financiera que continúa afectando las finanzas públicas”, dijo.
Según las cifras de BTG Pactual, los mayores valores en TES, en este momento, se encuentran en manos de los fondos de pensiones ($187,8 billones); seguido de la categoría “resto”, que alberga a compañías de seguros, carteras colectivas, comisionistas de bolsa, entidades sin ánimo de lucro o cooperativas, entre otros, con un total de $122,1 billones.
En esta lista también aparecen los fondos de capital extranjero ($102,9 billones), bancos comerciales ($92,7 billones), Banco de la República ($32,2 billones), la fiducia pública ($44,3 billones) y el Ministerio de hacienda con menos de $200.000 millones. En total, los títulos TES de la Nación suman $582,2 billones.
Estos analistas advirtieron que aunque el impacto en los mercados de deuda puede ser transitorio, la dependencia de este tipo de medidas podría debilitar la confianza de los inversionistas a largo plazo y que la venta masiva de TES podría aumentar la oferta en el mercado, presionando los rendimientos al alza y encareciendo el costo del financiamiento para el gobierno.
Líneas rojas
Munir Jalil también habló sobre la percepción de riesgo para Colombia y sostuvo que se opera por debajo de la “línea roja” de las calificadoras como Standard & Poor’s, lo que significa que cualquier impacto adicional en los TES o el tipo de cambio será transitorio y ya está reflejado en los precios actuales.
“Debería haber un impacto, pero considero que este sería más bien transitorio. Gran parte de ello ya parece estar reflejado en los precios actuales de la deuda colombiana y en el comportamiento del dólar. Aunque alrededor del anuncio podrían registrarse movimientos, no estimo que estos sean demasiado estructurales”, explicó.
Desde la perspectiva de las agencias calificadoras, Jalil considera que el riesgo de Colombia ya incorpora un diferencial que supera al de otros países. Por ello, incluso si la calificación se equiparara al nivel de Brasil, no cree que tenga un efecto significativo o sostenido, aunque sugiere estar atentos al anuncio, que probablemente se producirá en las próximas semanas.
En lo que concierne a crecimiento económico, dijo que lo proyecta en niveles moderados (alrededor de 1,8% – 2%), impulsado por la recuperación del consumo de bienes durables y no durables, así como la inversión pública en proyectos regionales. Sin embargo, advierte que sectores como vivienda siguen rezagados, aunque se espera una mejora en los próximos años gracias a la reducción de tasas de interés hipotecarias.
“En estos trimestres o con la foto a septiembre, tercer trimestre, la economía colombiana nos empezó a mostrar efectivamente unos procesos de recuperación en consumo interesantes y en el caso de inversión, sobre todo de obra pública regional, no nacional, no 4G, no 5G, nada de eso, cosas regionales, como el metro de Bogotá”, indicó.
Regla fiscal
El vocero de BTG Pactual también espera buenas noticias por el lado de la inflación, ya que ha mostrado una tendencia a la baja, terminando en 5,2% para 2024, con expectativas de una caída al 3,8% para finales de 2025. En este sentido indicó que factores como el aumento del salario mínimo y ajustes en servicios como transporte y gasolina generan presiones al alza, pero no impedirán que el Emisor siga bajando las tasas.
Por último, Munir Jalil se refirió al déficit fiscal de 2024, que para él podría situarse entre 5,6% o 6%, poniendo en duda el cumplimiento de la regla fiscal y agregó que esta situación, aunque preocupante, no sería catastrófica, ya que varios países de la región enfrentan retos similares, en los que la consolidación fiscal será clave en los próximos años.
“Las posibilidades de cumplir con la regla fiscal, dado los déficits actuales, son bastante complicadas. Considero que las probabilidades de que el Comité Autónomo decida aprobar o no el cumplimiento de la regla están en un 50-50. Esto dependerá en gran medida de cómo se clasifiquen ciertos ingresos del gobierno: si los consideran estructurales o transitorios”, destacó.
Así las cosas, cerró diciendo que si “estos ingresos son clasificados como transitorios, será difícil argumentar que se cumplió con la regla fiscal, lo que podría llevar a que no se apruebe. Por el contrario, si se consideran como ingresos permanentes, la situación podría cambiar significativamente. En última instancia, todo dependerá de esa apreciación técnica”, que está en manos del Carf.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/gobierno/asi-estan-los-recursos-del-gobierno-nacional-en-materia-de-deuda-tes-621730