Mientras las necesidades de recursos aumentan, el mercado no ve el mismo atractivo en las ofertas del Gobierno.
Así se advierten en recientes análisis de Bancolombia, Corficolombiana y el Banco de Bogotá, sobre el estado de las finanzas locales, en los que se muestra claramente que el panorama se ha vuelto más desafiante, justo cuando las necesidades de financiamiento del Estado continúan en aumento.
Según estos expertos, en las semanas recientes, la curva de los TES tasa fija registró una desvalorización generalizada a lo largo de toda su estructura, ya que entre el 24 de octubre y el 21 de noviembre, las tasas subieron en promedio 73 puntos básicos, con incrementos más pronunciados en los tramos cortos y medios. Este comportamiento, según Investigaciones Bancolombia, estuvo alineado con un panorama fiscal más exigente y
con mayores dudas sobre la trayectoria del gasto público.
Como consecuencia, las tasas de los títulos con vencimientos entre uno y cuatro años avanzaron 81 puntos básicos, mientras que los tramos medios aumentaron 75 puntos y los largos cerca de 65 puntos. Dicho de forma simple, en este momento el mercado está exigiendo mayores retornos para financiar al Gobierno, en un contexto donde las señales fiscales han perdido claridad y donde los inversionistas perciben mayores riesgos asociados a la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Un bajo interés por parte del mercado
A este movimiento se sumó un menor apetito por los TES en el mercado secundario, donde durante octubre, los inversionistas extranjeros registraron ventas netas, en contraste con las compras observadas meses atrás tras la operación de Total Return Swap. Al mismo tiempo, los fondos de pensiones y cesantías realizaron salidas netas por más de $3 billones, dejando como resultado una reducción en la demanda estructural por deuda pública local.
Mientras tanto, desde el frente fiscal, las cifras del balance del Gobierno Nacional Central muestran un déficit acumulado a septiembre de 2025 de 5,4% del PIB, el más alto registrado para ese periodo, lo cual, con una ventana móvil de 12 meses, amplió el desbalance hasta 8% del PIB, lo que, según Corficolombiana, refuerza los riesgos fiscales y aumenta la presión sobre la sostenibilidad de la deuda.
Acá vale la pena resaltar que si bien los ingresos tributarios han mostrado crecimiento, estos siguen por debajo de lo previsto en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, dado que entre enero y octubre, el recaudo acumulado llegó a $247,6 billones, pero se ubicó $8,5 billones por debajo de la senda implícita del Marco Fiscal de Mediano Plazo. Así las cosas, para Corficolombiana, este rezago evidencia presiones estructurales que limitan
la capacidad del Estado para corregir el desequilibrio fiscal.
En paralelo, la ejecución del Presupuesto General de la Nación avanza, aunque sin sobresalir frente a los promedios históricos y la inversión sigue mostrando rezagos y una alta disparidad entre sectores, mientras que el gasto corriente mantiene rigideces difíciles de ajustar. Todo esto, en un contexto de caja limitada y el saldo del Depósito del Tesoro Nacional en niveles históricamente bajos para esta época del año.
“La caja de la Nación alcanzó el mínimo histórico de $1,4 billones el 5 de diciembre. El movimiento se da por las altas presiones de gasto que enfrenta la Nación a fin de año en medio de un recaudo que se mantiene débil. Al final, solo la mayor emisión de deuda podría mejorar la caja”, resaltaron desde el Banco de Bogotá.
Partiendo de esto, los analistas advierten que el deterioro de las cuentas públicas viene gestándose desde meses atrás, impulsado por un fuerte repunte de la demanda interna, mayores presiones inflacionarias y un crecimiento del gasto público que superó el 14% anual en el tercer trimestre. Estos factores alimentaron una nueva narrativa en el mercado, en la que se empezó a descontar un giro más restrictivo en la política monetaria.
Una falla estructural en las finanzas
Con base en lo anterior, los informes coinciden en que el castigo reciente a los TES no puede entenderse como un simple ajuste técnico y destacan que aunque un incremento cercano a 100 puntos básicos podría considerarse normal, pero advierten que el aumento de más de 130 puntos básicos en los títulos de corto se puede entender como un evento de “cola”,
es decir, fuera de los rangos habituales de volatilidad, lo que elevó las alertas sobre el mercado de deuda.
A este escenario se sumó el debate alrededor del salario mínimo para 2025, punto en el que El Banco de Bogotá señala que el anuncio de un posible incremento del 13,3% fue la “cereza sobre el pastel”, al reforzar las expectativas de inflación y anular el efecto positivo de un mejor dato inflacionario en noviembre. De concretarse, el ajuste real sería el más alto en dos décadas, con impactos sobre precios y tasas.
Entre tanto, la percepción de riesgo país también ha jugado un papel relevante; dado que el diferencial del CDS a cinco años frente a comparables regionales se amplió hasta niveles no observados desde finales de 2023 y mediados de 2025; por lo que este aumento en la prima de riesgo ha limitado la valorización de los TES de mayor plazo, pese a que, en teoría, podrían verse favorecidos por un discurso más restrictivo del Banco de la República.
Otro factor clave ha sido la amplia oferta de TES por parte del Gobierno, ya que la extensión de las subastas hasta diciembre, junto con tasas de corte elevadas y una menor capacidad de absorción por parte del mercado, ha contribuido a la desvalorización, confirmando que el uso intensivo de títulos de corto plazo para cubrir necesidades de financiamiento también ha sido interpretado como una señal de presión sobre la estrategia de deuda.
Por último, aunque las cifras de deuda neta mostraron una leve mejora en el tercer trimestre, impulsada por operaciones de manejo de deuda y una reducción de la deuda externa, la deuda bruta continuó creciendo y se ubicó cerca del 65% del PIB. Este contraste refuerza la idea de que el alivio observado
es parcial y depende de estrategias financieras que no sustituyen un ajuste fiscal de fondo.
Así las cosas, los tres informes ponen sobre la mesa que el país enfrenta un entorno en el que la deuda pública empieza a recalentarse y que más tasas, menor apetito por los TES, mayores necesidades de financiamiento y una percepción de riesgo en ascenso conforman una combinación que, de no corregirse, podría traducirse en mayores costos para el Estado y en una pérdida adicional de confianza por parte de los inversionistas.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/finanzas/graves-senales-de-recalentamiento-de-la-deuda-publica-agudizan-la-crisis-fiscal-por-mayores-tasas-en-titulos-tes-484611