Inflación arranca el 2025 con riesgos desde el dólar y la indexación

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Un seguimiento detenido del comportamiento de este indicador será importante en el arranque de año.

Con el cambio de año, el calendario del 2025 andando y las expectativas frente a lo que pueda pasar tras el aumento del salario mínimo y su impacto en factores como la indexación, el mercado se centra esta semana en los datos del Índice de Precios al Consumidor que se conocerán el próximo jueves.

Si bien el balance de diciembre servirá de base para saber cómo cerró el 2024 y la dinámica generada por el crecimiento del consumo propio del fin de año, desde ya se están poniendo sobre la mesa varias alertas relacionadas con la influencia del dólar, la indexación y los efectos de haber dejado el salario mínimo muy por encima del costo de vida y los cambios en los valores de la UPC en el sector salud.

Portafolio consultó a varios analistas respecto a qué esperar de la inflación en los próximos meses y desde allí se dejó claro que el indicador seguirá bajando y poco a poco se ubicará en los niveles proyectados por el Banco de la República, aunque recomendaron seguir de cerca su comportamiento para evitar sorpresas en el mediano y largo plazo.

Efecto indexación

En primer lugar, para el equipo de Investigaciones económicas de Bancolombia, el hecho de haber llevado el salario mínimo un 9,54% arriba para este año, no fue una decisión que haya estado de la mano con el comportamiento del IPC y el aumento de la productividad, cuya suma sugería un avance cercano al 7,03%.

“Un aumento en el salario que no genera presiones adicionales sobre la inflación se compone de dos factores clave: la inflación total anual esperada para fin de 2024 (5,2%) y la mejora que haya exhibido la productividad (1,73%)”, dijeron en un principio, recordando que un estudio publicado por el Banco de la República encontró que un incremento de 100 puntos básicos del salario mínimo nominal puede generar un alza de la inflación total entre 9,5 y 14,4 puntos.

Para estos analistas, es previsible que se generen presiones adicionales sobre la inflación luego de esta decisión, más aún si se tiene en cuenta que las reducciones a la jornada laboral van a exacerbar estas presiones por el aumento en los costos laborales para las empresas, que se trasladan usualmente al consumidor final.

En la medida en que la brecha entre el ajuste definido para 2025 y el deseable teórico es de 251 puntos básicos, la presión inflacionaria potencial sería del rango entre 23,8 y 36,1 puntos, una cifra que luce desafiante a la luz del fuerte choque inflacionario que hemos vivido recientemente. Así pues, esta decisión sugiere unas mayores presiones alcistas sobre la perspectiva de la inflación, lo que podría moderar el ritmo de convergencia hacia el rango de tolerancia el BanRep en 2025”, sentenciaron.

Tipo de cambio

El otro frente al que se le debe prestar mucha atención fue mencionado por Cesar Pabón, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, y tiene que ver con la cotización del dólar en el mercado local, que durante los últimos meses no ha dado tregua y si no se controla pronto, será otro frente de acción a cuidar.

Para Pabón, la depreciación del peso frente al dólar, con un rango sostenido por encima de $4.400, incrementa los costos de bienes importados como vehículos, electrodomésticos y ropa y de paso ejerce presión inflacionaria directa, especialmente en los sectores sensibles a importaciones, dificultando que la inflación descienda rápidamente hacia su rango meta.

“Es importante evaluar los cuatro principales componentes. Comienzo por los dos iniciales, que son los que más han impulsado la reducción de la inflación en los últimos meses, aunque creemos que estos factores pronto se agotarán. El primero es el de los alimentos, y el segundo corresponde a los servicios, como los relacionados con energía eléctrica. En ambos casos, consideramos que la disminución tiene un margen limitado y no veremos más espacio de reducción hacia el segundo semestre del próximo año”, explicó.

Además del dólar, César pabón dice que el renglón del IPC relacionado con los servicios presenta un alto riesgo de aumento debido, principalmente, al incremento del salario mínimo, ya que muchos están directamente ligados al salario mínimo, como es el caso de los arriendos, que representan el 25% del IPC.

“Este componente ha mostrado una inflación persistente, y con el aumento del salario mínimo en cerca del 9%, es natural que continúe ejerciendo presión al alza. En resumen, los dos factores de mayor riesgo en el corto plazo son un tipo de cambio alto, por encima de los $4.400, y el incremento del salario mínimo en un 9%, ambos con un impacto significativo sobre la inflación”, dijo.

A estos dos elementos, el vocero de Corficolombiana sumó la incertidumbre global y local, que para ellos contribuirá a la volatilidad del tipo de cambio, siendo un desafío para la estabilidad económica, especialmente desde elementos como las decisiones de política monetaria en Estados Unidos y la situación fiscal en Colombia que podrían intensificar esta volatilidad, por lo que el balance fiscal de febrero será importante para ellos.

Atención del Emisor

Con todos los elementos ya mencionados, para los expertos consultados por Portafolio no hay que pasar por alto que la primera reunión del Banco de la República, programada para finales de enero, podría confirmar nuevas reducciones en las tasas de interés, gracias a un panorama de inflación en descenso.

No obstante, en Scotiabank Colpatria esperan que el Banco de la República se mantenga muy vigilante de los riesgos internacionales y fiscales, así como de su impacto en los activos locales, recordando que la caída de las tasas aliviaría los costos de crédito y estimularía la inversión.

“Para 2025, se espera que las tasas de interés de referencia finalicen entre el 6,75% y el 7%, favoreciendo una recuperación económica sostenida. El manejo fiscal será clave en 2025, tras un 2024 con recaudos tributarios por debajo de lo esperado. Los retos incluyen ajustes en el presupuesto, planes de financiamiento y estrategias para incrementar ingresos, sin descuidar el cumplimiento de la regla fiscal”, acotaron.

Estos analistas cerraron manifestando que en enero será clave monitorear el anuncio de asignación presupuestal luego que en diciembre se rechazara la Ley de Financiamiento, al tiempo que los mercados estarán atentos al inicio de las subastas de deuda pública y al apetito que muestre el mercado en la demanda de los títulos.

Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/crecimiento/que-esperar-de-la-inflacion-durante-el-comienzo-de-ano-en-2025-621118

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