Pese a que las expectativas se centraban en un ritmo lento de caída, las noticias han sido mejores en los reportes del Dane.
Septiembre y octubre han sido dos meses en los que el costo de vida en Colombia ha dado sorpresas gratas al mercado, ya que si bien todos dan por sentado que seguirá bajando, los resultados fueron mejores de lo esperado y han servido de base para que el Gobierno insista en que se flexibilice rápido la política monetaria y se dé un impulso a la reactivación económica que tanto se viene pidiendo.
De acuerdo con el Dane, en el informe más reciente, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación mensual de -0,13% en octubre, muy por debajo de la expectativa de los analistas que apuntaban un dato de entre 0,15% y 0,17%, mientras que el 54% de rubros de la canasta IPC presentó variaciones mensuales positivas en octubre vs el promedio de 58% entre 2010-2021.
De igual forma, la inflación anual disminuyó 40 puntos básicos (pbs) a 5,41%, su nivel más bajo desde noviembre del 2021, cuando las apuestas daban una cifra cercana al 5,6%; confirmando que se aceleró el proceso desinflacionario iniciado a comienzos de 2023; que también se aprecia en la inflación sin alimentos, que descendió 26 puntos básicos a 6,29%.
¿Qué está pasando?
Con los datos ya mencionados sobre la mesa, los análisis de los expertos se han centrado en determinar por qué la inflación está descendiendo más rápido y cuáles son los renglones que están aportando a la contracción, con el fin de entender si estos cambios corren el riesgo de revertirse o si finalmente la economía entró en un mejor escenario.
En primer lugar, desde Corficolombiana sostienen que para entender este comportamiento hay que prestar atención a la caída en los precios de los alimentos, especialmente los perecederos, gracias a un abastecimiento elevado.
“La sorpresa desinflacionaria positiva en octubre llevó a que la inflación anual se situara en 5,4%, ajustando nuestra proyección para el cierre de año. Aunque el proceso desinflacionario se concentró en los componentes volátiles (alimentos y regulados), los componentes subyacentes también continúan contribuyendo, aunque de manera más lenta, al descenso de la inflación”, destacaron.
Este equipo de economistas resaltó también que los bienes presentaron una inflación anual baja, influenciada por la debilidad de la demanda interna y el impacto limitado de la depreciación del peso colombiano; mientras que otro factor clave fue la desaceleración en los precios regulados, con caídas destacadas en electricidad y gas.
“Esperamos que el proceso desinflacionario continúe en diciembre y la inflación termine en 5,0%, su mínimo de los últimos tres años. Los componentes de alimentos, bienes y regulados seguirán contribuyendo a la desinflación, mientras que los servicios, impulsados por el proceso de indexación de arriendos, limitarán un mayor descenso”; acotaron.
Dicho esto, proyectaron que para noviembre, la variación anual del IPC podría descender a 5,11%, el nivel más bajo desde el año 2021; advirtiendo que los precios de alimentos y regulados seguirán contribuyendo significativamente a la desinflación, mientras que los servicios continuarán mostrando una moderada desaceleración. “Así, el panorama refuerza la tendencia de desaceleración de la inflación, con expectativas de una mayor estabilidad en el costo de vida en los próximos meses”.
Ojo a la indexación
Otro análisis que recientemente pasó revista a este tema fue el de Anif, quienes ampliaron su visión a las implicaciones económicas y sociales de la caída de la inflación, así como el comportamiento por divisiones de gasto, agregando que, por ejemplo, productos como la papa, la cebolla, el tomate y las frutas tuvieron variaciones negativas importantes, gracias al aumento de la oferta.
“El resultado de octubre refuerza las señales de desaceleración de la inflación durante 2024. La marcada disminución de la inflación en octubre es una señal muy positiva que aumenta las expectativas de una menor inflación al cierre del año, dato que será de gran relevancia en el marco de las negociaciones del incremento del salario mínimo y para el incremento en 2025 de los precios de los bienes y servicios que están indexados a la inflación”, explicaron.
Aunque todo parece bueno en un vistazo general, desde Anif pidieron prestar más atención a divisiones de gasto como alojamiento y servicios públicos, transporte, y restaurantes y hoteles, que tuvieron un impacto en la inflación anual, todas en variaciones positivas, aunque deja claro que fue una influencia fue más moderada en comparación con los meses previos.
“Tres divisiones fueron responsables del 77,3% del incremento total del IPC anual en octubre. La división de alojamiento y servicios públicos lideró este crecimiento con una contribución de 2,4 puntos porcentuales a la inflación anual total y el arriendo imputado y el arriendo efectivo fueron los más contribuyeron en esta división, con 3,2 puntos y 2,4 puntos respectivamente”, informaron.
Por último, tanto Corfi como Anif fueron enfáticos en que la disminución de la inflación tendrá relevancia en las negociaciones del salario mínimo y en el ajuste de precios de bienes y servicios indexados para 2025 y recordaron que si bien las cosas avanzan mejor de lo esperado, todavía hay riesgos que se debe terminar de conjurar.
Así mismo recomiendan estar atentos a los factores externos que puedan influir durante los próximos meses, lo cual no es menor teniendo en cuenta las recientes depreciaciones del peso frente al dólar y los impactos que ha generado la dinámica política de los Estados Unidos en todo el mundo, mientras que a nivel local reiteraron el llamado para avanzar cuanto antes en un plan de reactivación.