Entre enero y junio del año en curso se presentaron en el país 255. 055 nacidos vivos, 45.819 nacimientos menos que en el mismo período de 2023.
Ayer el Dane publicó los resultados de las ‘Estadísticas Vitales’ que recogen los nacimientos y las defunciones, así como sus características que sirven de insumo para el diseño de las políticas públicas. El reporte que cubre el segundo trimestre de 2024 y el año corrido reafirma la preocupante tendencia que ha venido presentándose desde el fin de la pandemia de covid-19: un marcado descenso en la natalidad en Colombia.
Entre enero y junio del año en curso se presentaron en el país 255. 055 nacidos vivos, 45.819 nacimientos menos que en el mismo período de 2023. Esto implica una caída del 15,2% y el punto más bajo de esta estadística en una década. Estos datos no hacen más que ratificar la senda de drástica reducción de la natalidad que ya se había registrado en las cifras totales para 2023 -un descenso del 7%- y para 2022 -una baja del 7%-. En conclusión, las mujeres colombianas están optando cada vez menos por la maternidad y están protagonizando unas disminuciones más agudas que las tendencias regionales.
Estos números reflejan que las colombianas están no solo contando con la información y el acceso adecuados para controlar sus embarazos, sino que están ejerciendo la libertad de escogencia del momento de ser madres -o no serlo- a la medida de sus derechos sexuales y reproductivos. Por otro lado, una tendencia continuada y cada vez más pronunciada de baja en los nacimientos sí abre la puerta a distorsiones en los supuestos y diseños de políticas públicas claves en una sociedad como las pensiones, la seguridad social, la vivienda, el sistema de salud, e incluso las preferencias electorales en las urnas.
De hecho, la reforma de pensiones, aprobada y en transición, y la del sistema de salud, en discusión, parten de la base de elevar el rol del Estado, cuya participación financiera y actuarial depende de una robusta población joven y trabajadora. En sanidad pública, una sociedad con más adultos mayores -lo que implica que se vive más- combinada con menos bebés cuenta con un peligroso desequilibrio a atender. Al mismo tiempo, menos niños ofrecen la oportunidad de educarlos mejor. En conclusión, una senda que Colombia está recorriendo y a la que no hay que descuidar en los próximos años.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/opinion/editorial/editorial-portafolio-la-baja-en-los-nacimientos-613865
