La Ocde dejó claro que las actuales tendencias ponen en riesgo los modelos de finanzas públicas y advierte que los países tendrán que hacer una reestructuración
El informe Pensions at a Glance 2025 de la Ocde advierte que el envejecimiento poblacional se ha convertido en uno de los principales retos estructurales para las economías del siglo XXI. Ya no se trata únicamente de si habrá suficientes recursos para pagar pensiones, sino de si el modelo mismo de solidaridad entre generaciones puede sostenerse en un mundo donde cada vez nacen menos personas, se vive más tiempo y la estructura del trabajo se vuelve más inestable.
El informe señala que el sistema pensional de Colombia aún presenta brechas profundas en cobertura, equidad y sostenibilidad. Aunque comparte con los países del bloque la tendencia a la baja en la tasa de fertilidad y el aumento de la esperanza de vida, enfrenta estos cambios en condiciones estructuralmente más frágiles.

En las últimas décadas, la fertilidad en Colombia ha caído por debajo del nivel de reemplazo poblacional. Esto significa que en el futuro habrá menos jóvenes incorporándose al mercado laboral y, por tanto, menos potenciales cotizantes. Al mismo tiempo, la esperanza de vida ha aumentado de forma sostenida, lo que implica más personas viviendo más años en etapa de jubilación.
Sin embargo, cuando se menciona las tasas netas de reemplazo de pensiones, la Ocde afirma que en el caso de Colombia, la reforma estructural de pensiones no afecta las tasas de reemplazo en este caso.
El desafío colombiano no es únicamente demográfico. El país tiene un mercado laboral con altos niveles de informalidad, baja densidad de cotización y trayectorias laborales interrumpidas. Esto limita severamente la posibilidad de que la mayoría de trabajadores acumulen semanas suficientes para acceder a una pensión contributiva, incluso antes de que los efectos completos del envejecimiento demográfico se manifiesten.
Otro reto está en las tasas de reemplazo pensional. Para quienes sí logran pensionarse, los montos recibidos no siempre garantizan condiciones de vida adecuadas, especialmente frente al aumento del costo de vida y la mayor duración de la vejez por el aumento de la esperanza de vida.
Colombia también enfrenta desafíos adicionales relacionados con la productividad laboral y la capacidad de generar empleos formales bien remunerados. Sin mejoras en estos frentes, ni un aumento en la participación laboral, especialmente de jóvenes y mujeres, el envejecimiento podría profundizar las brechas sociales entre quienes lograron insertarse en el sistema pensional y quienes quedaron por fuera.
Desde un panorama global y más general, la Ocde sostiene que la combinación de una caída sostenida en la tasa de fertilidad y el aumento en la esperanza de vida ha transformado radicalmente la pirámide poblacional.
En muchos países de la Ocde, las generaciones jóvenes son numéricamente más pequeñas que las generaciones que se aproximan a la jubilación, lo que eleva la llamada razón de dependencia por vejez. Cada vez hay menos personas en edad productiva por cada adulto mayor.
Respecto a este tema, Mathias Cormann, secretario general de la Ocde, dijo que el envejecimiento de la población es un desafío estructural clave en los países de la Ocde, el cual tiene grandes implicaciones económicas. “Se estima que la población en edad laboral disminuirá 13% en los próximos 40 años y que el PIB per cápita caerá 14% para 2060”, anadió Cormann.
Este cambio demográfico tiene consecuencias directas sobre los sistemas de pensiones. A medida que aumenta la proporción de personas mayores de 65 años, crece el gasto previsional y se reduce la base de cotizantes. La Ocde advierte que este fenómeno no es coyuntural, sino estructural, y que redefinirá las finanzas públicas, el mercado laboral y la política social durante las próximas décadas. El problema se agrava en un contexto donde la edad efectiva de retiro sigue siendo inferior a la esperanza de vida en muchos países.
En este sentido, se percibe que las personas pasan más años jubiladas que antes, lo que incrementa el costo total del sistema.
La tendencia actual apunta a mujeres con menos cantidad de hijos
A nivel mundial, está claro que las nuevas generaciones han llegado a la adultez con una visión diferente sobre ser padres, debido en gran parte a factores sociales, económicos y culturales. Según cifras del Dane, en Colombia, la situación es aún más dramática. En 2024 el número de nacimientos fue el más bajo en al menos una década, 453.901 bebés, lo que representa una caída de 12% respecto a 2023 y una baja de 31,3% respecto a 2015. Estas cifras evidencian el cambio generacional que seguirá en las próximas décadas.
Información extraída de: https://www.larepublica.co/globoeconomia/baja-fertilidad-amenaza-pensiones-en-colombia-4279755



