América Latina y el Caribe mantendrán su dinámica de bajo crecimiento en 2026 y su producto interior bruto (PIB) crecerá al 2,3 %, una décima menos que en 2025, que ya ha sido desigual por países, con signos de desaceleración en Brasil, un rebote del 4,5 % tras los ajustes en Argentina o el temor arancelario de México, según datos de la Cepal y del FMI.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha mantenido este diciembre la previsión de crecimiento del 2,3 % para 2026, el mismo porcentaje que pronostica el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque advierte de retos como la baja inversión, la fragilidad fiscal o una inflación demasiado alta.
Para el FMI, el crecimiento seguirá moderado pero estable, aunque también avisa de una inflación superior a las metas de los bancos centrales y un contexto marcado por las tensiones comerciales, por lo que, de entre los países latinoamericanos, sólo República Dominicana crecerá más de lo que ha hecho en 2025.
Por su parte, la Cepal destaca que, si se cumplen estas perspectivas, se completaría una secuencia de cuatro años con tasas cercanas al 2,3 %, “lo que confirma que la región continúa en una trampa de baja capacidad para crecer”.
Al respecto, Rogelio Núñez, investigador sénior asociado para América Latina del Real Instituto Elcano, señala a EFE que estas economías viven más de una década de bajo crecimiento, con una expansión “insuficiente para canalizar las demandas sociales de empleo y la mejora de la calidad de vida de la población”.
Un 2025 desigual
El último informe del FMI destaca que el crecimiento en América Latina se mantiene desigual, con algunos países mostrando resiliencia y otros con desequilibrios macroeconómicos significativos.
El organismo prevé que para este 2025 México crezca al 1 % pese a los aranceles, mientras que Brasil lo hará al 2,4 %, aunque la inflación ascenderá al 5,2 %.
No obstante, la mejor parada ha sido Argentina, que, tras una contracción del 1,3 % en 2024, registrará un crecimiento del 4,5 % en 2025, calcula el FMI, que prevé que Chile y Colombia hayan crecido al 2,5 %.
La rebaja de la inflación para 2026 no es suficiente
El FMI también ha pronosticado que la inflación sea del 4,7 % en 2026, por el 5,3 % de 2025. No obstante, a pesar de esta caída provocada por los menores precios del petróleo y los alimentos, advierte de que la región sigue vulnerable por las condiciones financieras y la fragmentación del comercio mundial.
Las perspectivas del crecimiento del PIB recogen que el crecimiento promedio en America del Sur será del 2,2 %, con Venezuela como el peor de la región (crecimiento negativo del 3 %), mientras que Paraguay (3,7 %) y Argentina (4 %) serán las que más crezcan.
Por su parte, el conjunto de Centroamérica crecerá al 3,8 %, mientras que México lo hará al 1,5 %, por el 1 % de este 2025.
El investigador del Real Instituto Elcano subraya que la expansión del PIB es menor a la necesaria para países de renta media y destaca que la receta para salir del estancamiento es conocida, “pero salvo con excepciones como Argentina no se están realizando reformas estructurales por debilidad o falta de voluntad política”.
Rogelio Núñez subraya que estas reformas estructurales deben tener como eje la productividad, “el gran talón de Aquiles de la región”.
Para incrementar esa productividad, el investigador pide avanzar hacia un sistema fiscal más eficiente, simplificar regulaciones y mejorar la formación del capital humano, pues aunque “América Latina está lejos de considerarse un fracaso económico, tampoco se acercará a la categoría de éxito mientras no haga los deberes”.
Información extraída de: https://es.investing.com/news/economy-news/latinoamerica-desacelerara-su-crecimiento-en-2026-tras-un-desigual-2025-que-cierra-al-24-3438679



