Los inversores se están deshaciendo de algunas de las operaciones favoritas de este año, ya que el retroceso de los valores de megacapitalización más brillantes arriesga convertirse en una liquidación que afecte a todo, desde las criptomonedas hasta el oro, lo que hace que predecir el próximo movimiento del mercado sea cada vez más complejo.
Las acciones de Wall Street sufrieron el miércoles su peor desplome diario desde fines de 2022, con una caída del 3,6% en el tecnológico Nasdaq Composite y del 2,3% en el S&P 500. Ambos indicadores recortaban parte de esas pérdidas el jueves.
El “alza de todo” de 2024 -acciones, y especialmente tecnología; oro y criptomonedas; dólar; mercados emergentes- está en suspenso.
Un conjunto diverso de factores ha encendido la mecha de la ansiedad del mercado sobre lo estiradas que podrían estar las valoraciones de las grandes tecnológicas, en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y tibias ganancias.
Los resultados presentados por Tesla y Alphabet, los primeros del llamado grupo de los “Siete Magníficos”, formado por empresas de más de un billón de dólares, han inquietado a los inversores antes de los informes de la próxima semana. El grupo también incluye a Apple y Nvidia.
“El posicionamiento de los inversores era bastante favorable al riesgo y la gente se inclinó de forma bastante positiva hacia los mercados, y las valoraciones se estiraron bastante”, dijo Toby Gibb, de la gestora de fondos Artemis en Londres.
La volatilidad repuntó y el índice VIX registró el miércoles la mayor subida en un día de los últimos dos años, y se prevé que siga aumentando si los mercados siguen cayendo.
“Al alza, (los mercados) son insensibles a la valoración y lo mismo ocurre a la baja. La compresión de la volatilidad que se produce al subir va en dirección contraria al bajar”, afirmó Mario Baronci, gestor de carteras de Fidelity International.
El auge de la inteligencia artificial en Wall Street creó un mercado bursátil de dos niveles, en el que los valores de gran capitalización impulsan la mayor parte del alza del S&P a máximos históricos, mientras que los 493 restantes avanzan a tropezones.
Keith Lerner, codirector de inversiones de Truist Advisory Services, mantiene una opinión favorable a largo plazo sobre los valores tecnológicos, pero cree que pueden ser vulnerables a una mayor volatilidad en el futuro.
“Las tecnológicas están corrigiendo tras el mejor rendimiento relativo en dos meses desde 2022”, escribió en un informe el jueves. “Nuestro escenario base es que el mercado alcista a largo plazo permanece intacto, pero a menudo son dos pasos adelante y uno para atrás”.
Mientras tanto, la economía china se está ralentizando más rápido de lo que preveían los economistas y las autoridades de Pekín, arrastrando a las materias primas a la baja. Las firmas de lujo europeas de megacapitalización, otras de las favoritas, han perdido un cuarto de billón de dólares de valor desde su máximo en marzo.
LA MONTAÑA RUSA DE LA CASA BLANCA
A todo esto hay que añadir una carrera de montaña rusa por la Casa Blanca, en la que el presidente demócrata, Joe Biden, renunció a su candidatura en favor de la vicepresidenta, Kamala Harris, poco después de un atentado contra Donald Trump. La retórica antichina del candidato republicano y su predilección por el gran gasto han golpeado a los fabricantes de chips de todo el mundo y perjudicado a los bonos gubernamentales estadounidenses a 30 años.
No obstante, algunos grandes inversores están seguros de que se trata de una caída del mercado alcista que se envolvió inmerecidamente en un lenguaje de riesgo geopolítico.
“Creo que estas narrativas se están utilizando para crear alguna excusa para lo que probablemente fue sólo una especie de tomas de ganancias del verano (boreal)”, dijo Richard Clode, gestor de carteras tecnológicas de Janus Henderson Investors.
Mientras las acciones y otros activos estrella de 2024, como el oro, que acumula un alza del 14% en el año, se han visto afectados esta semana, las acciones de pequeña capitalización y los refugios clásicos, como el franco suizo y el yen, han subido.
Es algo más que una huida del riesgo.
Estas divisas se han utilizado durante años para financiar participaciones con rendimientos más jugosos. A medida que la Reserva Federal se prepara para recortar las tasas de interés y surgen dudas sobre la solidez del repunte de las bolsas, las denominadas operaciones de “carry trade” se deshacen.
Esto aumenta la presión sobre el dólar, aunque los precios de los bonos del Tesoro a más corto plazo han subido esta semana, llevando los rendimientos a mínimos de casi seis meses.
Información extraída de: https://es.finance.yahoo.com/noticias/inversores-defensiva-frenazo-avance-general-181629709.html