Jorge Sicilia, director de BBVA Research Global, dice que Colombia puede jugar un papel en el ‘nearshoring’ con EE. UU.
¿Cómo evalúa los 15 meses del Gobierno?
Es complicado en el sentido de que tiene que intentar transformar prioridades en acción. Al final, Colombia tiene un problema de ingresos fiscales histórico. Se aprobó la tributaria y luego, a partir de ahí, las reformas que se han presentado no se han terminado. Ha sido un periodo con muchas iniciativas, pero con poca concreción.
¿Qué opina de la volatilidad del dólar?
Colombia tiene una historia de una cierta volatilidad de la divisa y al final es una variable de ajuste. En Estados Unidos vemos un ciclo de crecimiento importante que ha llevado a un convencimiento de que la Reserva Federal va a mantener las tasas de interés altas por más tiempo y luego eso se ha trasladado también a un aumento de las tasas a largo plazo, por aumentos de las perspectivas de crecimiento a largo plazo y una prima mayor, con lo cual estamos en un periodo global de una cierta fortaleza del dólar y eso al final siempre termina generando más de depreciación y volatilidad en las divisas como el peso.
¿Cómo se conjuga el próximo inicio de baja de tasas en Colombia y una posible alza en EE. UU.?
Posiblemente, si EE. UU. baja las tasas en algún momento en 2024, eso abriría más espacio a bajadas un poco más fuertes de países de la región. Si Estados Unidos mantiene tasas y América Latina las reduce, lo que se va a reducir es el diferencial de tasas de interés entre Colombia y ese país, y eso puede generar presión en la divisa, pero en general los países de América Latina se han ganado el derecho por haber restringido la política monetaria antes, a responder más a factores domésticos que a factores externos y en ese sentido, si la inflación baja a niveles donde las autoridades están cómodas, el mercado les va a permitir sin mucho coste que reduzcan tasas.
El Banco de la República, comenzando a bajar las tasas, va a poder seguir manteniendo una política monetaria restrictiva, si no las baja cuando comience a bajar la inflación va a tener una política muchísimo más restrictiva.
¿Qué debe hacer Colombia para recuperar su grado de inversión?
Perder el grado de inversión encarece la financiación. Para recuperar el grado de inversión, Colombia lo primero que debe hacer es anclar la política fiscal. Tiene que mostrar que puede ejecutar una política fiscal que consolide la reducción de la deuda y esto a lo mejor tarda un poco más de tiempo y luego comenzar a generar superávits primarios. Si en ese contexto se atrae capital extranjero, aumento de la inversión y capacidad de crecimiento todo será más sencillo. Lo que les gusta a las agencias de rating es un control fiscal y reformas estructurales para crecer sin inflación.
¿Qué opina de las reformas en el Congreso?
Como todas se están discutiendo, no se puede valorar. Ahora bien, reformas que tiendan, por ejemplo, a reducir el margen de maniobra que tienen las empresas para aumentar el empleo formal y poner muchas restricciones en el costo del despido, por muy bien intencionadas que estén terminan generando reducción del empleo formal y menor productividad. La reforma pensional tiene elementos que nos gustan, pues las pensiones deben tener un cierto componente progresivo y no regresivo, pero una parte es regresiva porque favorece a las rentas altas.
¿Cómo afectan las guerras?
Hay un efecto directo en el suministro de materias primas. Colombia ya sufrió el efecto de la guerra de Ucrania a través del incremento de los commodities y materias primas. Todo esto al final es un choque inflacionario importante.
Hay otros efectos indirectos que son más difíciles de valorar y complican las relaciones internacionales.
Parece que por lo lejanos no afectan, pero terminan afectando.
Aparte del clima confrontacional en lo político…
Yo creo que hay maneras de gestionar este diálogo internacional, que no tiene por qué empezar con una ruptura.
¿Cuáles son las expectativas para Colombia?
Hay una desaceleración y el PIB va a estar entre el 1 y el 1,5% de crecimiento. El otro año se crecerá un poco más, pero muy por debajo de los niveles de los dos últimos años, la inflación este año va a terminar alta y hay que esperar el impacto del fenómeno de El Niño, de las materias primas, los conflictos, la oferta de petróleo.
Toda esta discusión acerca de tantas reformas al mismo tiempo genera en muchos inversores el ruido de si es el momento de invertir o no, por lo cual el entorno todavía no va a ser favorable. Colombia tiene un papel que jugar en el nearshooring con EE. UU., que busca lugares de suministro diferentes y también de convertirse en un hub de energías verdes.