Está pasando desapercibido que el país debe implementar un nuevo orden pensional, el grueso de la población aún no sabe cómo funciona el sistema de pilares y qué deben hacer.
No se puede olvidar que el nuevo sistema integral de protección, como ha llamado el Gobierno Nacional a la reciente reforma pensional debe entrar en pleno funcionamiento el primero de julio de 2025, momento en que las AFP y Colpensiones deben tener una infraestructura tecnológica idónea para operar eficientemente y garantizar los derechos de los colombianos en el marco de la Ley.
Para tal efecto, la Ley creó el Comité Operativo de Transición, encargado de supervisar la implementación del nuevo sistema que debe proteger a todos los colombianos en la vejez, la invalidez y la muerte; Comité que tiene la tarea de asegurar la migración de datos entre las administradoras de fondos de pensiones a Colpensiones, una tarea para la cual nadie está preparado, porque se trata de un desmonte y una creación. Las AFP, de lejos, están mucho más preparadas para tal efecto, mientras que hay serios temores por la idoneidad de los funcionarios de Colpensiones que recibirán una verdadera avalancha de bases de datos para su nueva tarea.
No solo se trata de personas, sino de tecnologías de la información, software y gobierno corporativo que adecue la nueva Colpensiones. Entidades como el Ministerio del Trabajo, el Ministerio de Hacienda, la Superintendencia Financiera y la misma Colpensiones, deberían actuar de cara al país y presentar ante el Congreso y los medios de comunicación el plan o la hoja de ruta que tienen para empezar a operar las pensiones de los colombianos.
Debería armarse un nuevo gobierno corporativo que presente ante los colombianos su plan maestro para encargarse de las pensiones. No se puede olvidar que el impacto de esta reforma es enorme para las cuentas nacionales y significativo para todas las personas en edad de jubilación.
En 2052, se proyecta un aumento de 63% en la cobertura del régimen de protección integral para la vejez, y con el paso de una década, se habrá cubierto casi 80% de toda la población, pero mientras eso se cumple, las entidades responsables deben adecuarse a los cambios. Si bien hay una enorme población exenta de los cambios en el sistema, hay otro grupo, el más numeroso, que no ha tomado atenta nota de qué es lo que va a suceder.
El régimen de transición, cobija a una población exenta de ser cubierta con los artículos que la conforman la nueva ley. Son las personas que ya han cumplido con una buena parte de los años cotizados; quienes tengan 900 semanas cotizadas en el caso de los hombres y 750 semanas en el caso de las mujeres, factores en los que no se tuvo en cuenta la edad de los cotizantes. Este grupo poblacional está a menos de 10 años de alcanzar la pensión, tendrá un período máximo de dos años para acogerse al régimen de transición o continuar bajo la normatividad de la Ley 100.
Lo más importante para tener en cuenta es que en el nuevo sistema, Colpensiones y las Administradoras del Régimen de Ahorro Individual (casi 80 entidades) deben trabajar unidas en función de dar claridad. Es clave saber que todo trabajador debe cotizar los primeros 2,3 salarios mínimos en Colpensiones, y el resto en una Administradora. Los requisitos para obtener pensión se mantienen en 1.300 semanas cotizadas y 57 años (mujeres) o 62 años (hombres).
Las semanas de cotización requeridas para las mujeres disminuirán gradualmente a partir de 2025 hasta llegar a 1.000 semanas en el 2036. Todo un arsenal de nuevas realidades que se deben impulsar con más pedagogía.
Información extraída de: https://www.larepublica.co/opinion/editorial/no-se-puede-olvidar-el-nuevo-orden-pensional-3936012