Mientras en el Minhacienda advierten que hay riesgo de entrar en default, desde el Legislativo piden claridad frente a varios puntos.
El apretón de caja que vive el país por estos meses y el manejo que el Ministerio de Hacienda le quiere dar a la deuda nacional, se convirtieron esta semana en dos temas que le están metiendo presión a los diálogos del Presupuesto General de la Nación para el próximo año, especialmente tras la advertencia que hizo la Dirección de Crédito Público sobre la posibilidad de caer en default por culpa del Congreso.
Esta petición fue justificada en dos documentos, en poder de Portafolio, los cuales sustentan desde el Ministerio de Hacienda, la posibilidad de usar USD $11.800 millones de los USD $17.600 que tiene avalado para “para gestionar empréstitos externos de libre destinación y rápido desembolso, entre estos, líneas de crédito contingentes ante la ocurrencia de desastres de origen natural o antrópico no intencional”.
Así mismo, con este dinero, que se adquiría por medio de nueva deuda, también se quiere “financiar y/o refinanciar apropiaciones presupuestales de las vigencias 2024 y 2025”, tarea para la cual se recurriría a inversionistas institucionales, tanto locales como internacionales, fondos de pensiones y bancos internacionales.
En la argumentación presentada al Legislativo, se establece que los recursos, además de financiar apropiaciones presupuestales, quieren lograr un acceso oportuno a los mercados internacionales de capitales, diversificar la base inversionista y cumplir con el objetivo estratégico de construcción de curvas líquidas y eficientes, garantizando la sostenibilidad fiscal de la Nación.
No es el momento
Pese a que el Gobierno ha dicho que su objetivo y necesidades están bien argumentados, al interior del Congreso, especialmente en la Comisión de Crédito Público, no están muy convencidos de avalar el movimiento, en un momento en el que se está debatiendo el Presupuesto del próximo año y hay un manto de duda sobre la capacidad que tendría el Ministerio de Hacienda en 2025 para conseguir la plata que necesita.
Fuentes en Senado y Cámara de Representantes, contaron a este medio que si bien son conscientes de la necesidad de manejar la deuda para quitarle presión a las finanzas nacionales, les preocupan temas como que no haya consenso respecto al monto del PGN 2025 y que una parte de los $523 billones que se están solicitando, dependan de una propuesta como la ley de financiamiento, que no está asegurada.
Así mismo, si bien en las cuentas del Ministerio de Hacienda se habla únicamente de un faltante de $12 billones, los parlamentarios de la Comisión de Crédito Público tienen la percepción de que puede ser mucho más grande el hueco, llegando incluso a los $30 billones, si se suman cargas como el ajuste al precio del diésel que no se realizó como se tenía pensado, gracias a los acuerdos del paro camionero.
Por estas razones y la reciente alerta que lanzó el Gobierno sobre el riesgo de caer en un escenario de impagos, que no cayó muy bien entre los congresistas, es que desde el grupo de legisladores encargado de dar luz verde a la propuesta del Minhacienda, se estaría dando largas, por lo menos hasta que se sepa cómo se resuelven las diferencias que hay frente a las cuentas de gasto e ingreso en el 2025.
Un cupo aprobado
Para entender mejor las intenciones que tiene el Gobierno con el aval solicitado para endeudarse, Portafolio conversó con José Roberto Acosta, director de Crédito Público, quien dejó claro que el dinero se usará únicamente para el pago de la deuda, tal y como se dijo cuando le dieron podía adquirir nueva deuda hasta por USD $17.600 millones.
“Lo mejor es remitirnos al Plan Financiero, donde se definió en endeudamiento externo, que pasamos de USD $5.500 millones a USD $5.700 millones y ahí se pasa al tipo de cambio que está establecido para esos efectos presupuestales. Esos USD $5.700 son exclusivamente para pago de servicio de deuda. Lo mismo que los USD $9.000 millones que están, de acuerdo con el marco fiscal de mediano plazo, para la vigencia 2025”, explicó.
Uno de los puntos que genera duda entre los congresistas, frente a la petición del Ministerio de Hacienda radica en que se pidieron USD $11.800 millones, pero en los cálculos de fuentes y usos que se adjunta para sustentar la viabilidad, se registran únicamente para pago de deuda USD $8.675 millones, que irán USD $4.336 millones al pago de intereses externos y USD $4.339 millones para amortizaciones externas.
Es por esto que frente a los USD $3.125 millones que no se estipularon, José Roberto Acosta indicó que irán para “prefinanciar vigencia de 2025 en esos rubros de amortizaciones y pago de intereses”, teniendo en cuenta que el mercado financiero tiene unas dinámicas que se deben sortear para mantener la estabilizador fiscal.
“Esa plata se va a usar para deuda, sino que se prefinancia para tratar de mitigar el riesgo de prefinanciación. Todos los mercados saben y conocen los pagos que tenemos que hacer y en la medida que se deja para último minuto, pues le cobras más y en ocasiones la tasa sube. Por eso es que una estrategia o táctica mejor, muy efectiva que hemos adelantado en la actual administración, es anticiparnos”, agregó este funcionario.
El Director de Crédito Público cerró contando que “Esas dos solicitudes que se le ponen a consideración a la Comisión se derivan del Plan Financiero, donde dice que de los USD $5.700 millones de financiamiento externo que se tienen para este año, nos falta completar, traer, o integrar a la caja, a la Cuenta Única Nacional en dólares, cerca de USD $2.700 millones para la vigencia 2024”.
Tanto el Ministerio de Hacienda, como las fuentes del Congreso que hablaron con Portafolio, resaltaron que el espíritu de diálogo es fuerte y que las relaciones son cordiales y fraternales. No obstante, desde el Gobierno se advirtió que la Comisión de Crédito Público es un órgano consultivo que no aprueba, mientras que en el Legislativo dejaron claro que hay varios puntos que deben ser charlados a fondo.
Entre tanto, mientras las partes se ponen de acuerdo frente a este tema, las presiones al manejo del Presupuesto General de la Nación siguen vigentes y, como se advirtió desde el Gobierno, se tiene abierta la puerta a la posibilidad de que el país caiga en un escenario de impago, situación que podría golpear la calificación de riesgo y encarecería el crédito para Colombia en los próximos años.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/gobierno/diferencias-entre-minhacienda-y-congreso-por-manejo-del-cupo-de-endeudamiento-613637