¿Cuánto es demasiado para una dosis de cafeína?
Precios como US$7 por una taza de café en Nueva York pueden ser impensables para algunos, pero pronto podrían ser una realidad por una suma de factores económicos y ambientales en las principales regiones productoras de café del mundo.
El costo de los granos sin tostar que se comercializan en los mercados globales se encuentra ahora en un “nivel históricamente alto”, dice la analista Judy Ganes.
Los expertos culpan de ello a una combinación de elementos: los problemas de cultivos, las fuerzas del mercado, existencias agotadas y la fruta más olorosa del mundo.
En 2021, una helada inusual acabó con los cultivos de café en Brasil, el mayor productor mundial de granos de Arábica, los que se usan comúnmente en el café hecho por baristas.
Esta escasez de granos hizo que los compradores recurrieran a países como Vietnam, el principal productor de granos de Robusta, que se usan típicamente en mezclas instantáneas.
Pero los agricultores de esa zona se enfrentaron a la peor sequía de la región en casi una década.
El cambio climático ha estado afectando el desarrollo de las plantas de café, según Will Frith, un consultor del sector afincado en Ciudad Ho Chi Minh, lo que a su vez ha tenido un impacto en los rendimientos de los granos.
Y entonces los agricultores vietnamitas recurrieron a una fruta amarilla y maloliente: el durián.
La fruta, que está prohibida en el transporte público en Tailandia, Japón, Singapur y Hong Kong debido a su olor, está demostrando ser popular en China.
Y los agricultores vietnamitas están reemplazando sus cultivos de café por cultivos de durián para sacar provecho de este mercado emergente.
La participación de mercado del durián de Vietnam en China casi se duplicó entre 2023 y 2024, y algunos estiman que el cultivo es cinco veces más lucrativo que el del café.
“Hay antecedentes de que los productores en Vietnam son volubles en respuesta a las fluctuaciones de los precios del mercado, se comprometen demasiado y luego inundan el mercado con cantidades de su nueva cosecha”, señala Frith.
Mientras inundaban China con durián, las exportaciones de café Robusta cayeron un 50% en junio en comparación con junio anterior, y las existencias quedaron “casi agotadas”, según la Organización Internacional del Café.
Los exportadores de Colombia, Etiopía, Perú y Uganda han acelerado el ritmo, pero no han producido lo suficiente para aliviar un mercado ajustado.
“Justo en el momento en que la demanda de Robusta empezó a aumentar, fue cuando el mundo estaba luchando por conseguir más oferta”, explica Ganes.
Esto significa que los granos de Robusta y Arábica se cotizan ahora a máximos casi récord en los mercados de materias primas.
Una tormenta en el mercado
¿Realmente la cambiante economía mundial del café está afectando al precio de tu café en las calles principales? La respuesta corta: potencialmente.
El mayorista Paul Armstrong cree que los bebedores de café pronto pueden enfrentarse a la “loca” perspectiva de pagar más de US$6,50 en Reino Unido por su dosis de cafeína.
“Es una tormenta perfecta en este momento”.
Armstrong, que dirige Carrara Coffee Roasters con sede en la región de East Midlands, Inglaterra, importa granos de Sudamérica y Asia, que luego se tuestan y se envían a cafeterías de todo Reino Unido.
Le dice a la BBC que recientemente aumentó sus precios, con la esperanza de que eso compensara a su vez los precios más altos que enfrenta, pero afirma que los costos “solo se han intensificado” desde entonces.
Añade que, como algunos de sus contratos terminan en los próximos meses, las cafeterías a las que presta servicios pronto tendrán que decidir si trasladan los costos más elevados a sus clientes.
Sin embargo, Frith afirma que algunos segmentos de la industria estarán más expuestos que otros.
“En realidad, el café de gran volumen comercial será el que experimentará mayores disrupciones. El café instantáneo, el café de supermercado, el café de las gasolineras… todo eso está en alza”.
Las cifras de la industria advierten que un precio de mercado alto para el café no necesariamente se traducirá en precios minoristas más altos.
Felipe Barretto Croce, director ejecutivo de FAFCoffees en Brasil, coincide en que los consumidores están “sintiendo la crisis” a medida que los precios al consumidor han aumentado.
Pero sostiene que eso se debe “principalmente a los costos inflacionarios en general”, como el alquiler y la mano de obra, más que al costo de los granos.
La consultora Allegra Strategies estima que los granos contribuyen con menos del 10% al precio de una taza de café.
“El café sigue siendo muy barato, como producto de lujo, si lo preparas en casa”.
También señala que el aumento del precio de los granos de menor calidad significa que el café de alta calidad puede ahora considerarse como más económico.
“Si vas a una cafetería de especialidad en Londres y pides un café, en comparación con un café en Costa Coffee, la diferencia [de precio] entre esa taza y el café de especialidad es mucho menor de lo que solía ser”.
Pero hay esperanzas de que los precios se alivien en el horizonte.
Perdiendo terreno en el futuro
La próxima cosecha de primavera en Brasil, que produce un tercio del café del mundo, es ahora “crucial”, según Croce.
“Lo que todo el mundo está mirando es cuándo volverán las lluvias”, asegura.
“Si llegan temprano, las plantas deberían estar lo suficientemente sanas y la floración debería ser buena”.
Pero si las lluvias llegan tan tarde como en octubre, añade, las predicciones de rendimiento para la cosecha del próximo año caerán y la tensión del mercado continuará.
A largo plazo, el cambio climático plantea serios desafíos para la industria mundial del café.
Un estudio en 2022 concluyó que, incluso si reducimos drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, la superficie más adecuada para el cultivo de café podría disminuir en un 50% para 2050.
Una medida para asegurar el futuro de la industria que cuenta con el apoyo de Croce es una “tasa verde”: un pequeño impuesto sobre el café que se les otorga a los agricultores para que inviertan en prácticas agrícolas regenerativas, que ayudan a proteger y mantener la viabilidad de las tierras de cultivo.
Por lo tanto, si bien la fruta maloliente es en parte responsable de los aumentos de precios actuales, un clima cambiante puede, en última instancia, afectar la asequibilidad del café en los próximos años.
Información extraída de: https://www.bbc.com/mundo/articles/c2ekk24x4wlo