Los sectores del agro y la industria son los que más presión están ejerciendo en los nuevos datos del Dane.
La inflación en Colombia aún no se sacude del todo las presiones, y los precios en la primera etapa de comercialización comienzan a enviar señales de advertencia que recuerdan que la batalla por controlar el costo de vida no se ha ganado y que sectores como los alimentos podrían traer sorpresas.
Así lo confirma el nuevo reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que revela que el Índice de Precios del Productor (IPP) registró una variación anual de 2,20% en julio, consolidando el segundo mes consecutivo de aumentos y reafirmando la tendencia que ya había tomado fuerza en junio.
Este indicador, que mide la variación promedio de los precios que reciben los productores en el país, es considerado un termómetro adelantado de la inflación y aunque no se traslada de forma automática al consumidor final, sí anticipa el comportamiento futuro del Índice de Precios al Consumidor (IPC), especialmente cuando los aumentos provienen de sectores como el agropecuario y la industria.
De acuerdo con el boletín técnico publicado por el Dane, los mayores responsables del aumento en los precios al productor en los últimos 12 meses han sido el sector agropecuario y el industrial, ya que la agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca registraron una variación anual de 7,35%, muy por encima del promedio nacional, mientras que la industria manufacturera subió 3,57%.
n contraste, el sector minero, que en informes anteriores había actuado como un freno inflacionario, presentó una caída de 10,28%, moderando parcialmente el incremento total del IPP. Sin embargo, su efecto ya no es suficiente para compensar la presión al alza proveniente de los otros dos sectores.
Presiones del café y el oro
El informe también desagrega las subclases de productos que más aportaron a este aumento y en la punta del ranking aparece el oro en bruto, semilabrado o en polvo, con una variación anual de 29,82%, seguido por el café trillado o verde (24,76%) y las frutas de pepita y de hueso (23,97%).
Estos tres productos, todos con un fuerte peso en las exportaciones y la canasta de insumos locales, aportaron más de 2 puntos porcentuales al total de 2,20% del IPP; mientras que otros bienes con incrementos destacados fueron la carne de res refrigerada (7,87%) y las hortalizas de hoja o de tallo (70,98%).
Este comportamiento no es menor, ya que varios de estos bienes están directamente ligados a la canasta de consumo final, y por tanto pueden tener efectos de segunda vuelta sobre los precios al consumidor.
Pese al repunte general, algunos productos mostraron variaciones negativas importantes; siendo el caso más llamativo el de la papa, cuyo precio cayó 62,50% en el último año, restando 0,88 puntos porcentuales al IPP. También se registraron caídas en el arroz (–20,98%), el azúcar de caña (–11,12%) y los aceites de petróleo crudo (–13,98%), estos últimos arrastrados por la dinámica internacional de precios.
Sin embargo, estas bajas no lograron neutralizar el peso de los bienes con alzas pronunciadas y en conjunto, los productos que subieron compensaron ampliamente a los que cayeron.
El dato del IPP se conoce en la antesala de un nuevo reporte de inflación, que será publicado el viernes 8 de agosto y si bien este indicador de cara al consumidor se ubicó en 4,82% anual en junio, el comportamiento del IPP refuerza las dudas sobre la continuidad de la senda bajista.
Con el consumo final también mostrando aumentos en componentes sensibles como café, frutas y combustibles, la presión podría trasladarse en los próximos meses a los hogares, lo que mantendría limitada la capacidad del Banco de la República para acelerar recortes en su tasa de intervención, actualmente en 9,25%.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/crecimiento/precios-al-productor-suben-2-20-en-julio-y-anticipan-nuevas-presiones-inflacionarias-636999
