El buen momento del café, jalonador de la economía en este año, debería servir para mejorar relaciones entre el sector caficultor y el Gobierno.
Se desarrolla en estos días el 93 Congreso Nacional de Cafeteros, organizado por la Federación Nacional de cultivadores de este grano, en medio de un positivo momento de este sector agrícola. Como lo afirmó Germán Bahamón, gerente del gremio, en noviembre pasado, la producción cafetera de los últimos doce meses alcanzó los 13,41 millones de sacos de 60 kilogramos, esto es, un crecimiento del 21 por ciento en comparación con el año anterior.
A estos números hay que sumarle un precio internacional que en este 2024 ha venido en una tendencia al alza. Terminó el 2023 a 1,88 dólares la libra y los últimos datos apuntan a 3,2 dólares la libra, niveles que no se reportaban desde, como mínimo, el 2011. Además, la carga de café registra alrededor de los 2,7 millones de pesos frente a 1,27 millones de pesos a los que se llegó el año pasado. En otras palabras, todas estas variables construyen una especie de ‘bonanza’, aunque el gerente Bahamón es reacio al uso de esa palabra.
Esta dinámica del cultivo del grano ha trascendido las fronteras del sector cafetero para impactar al conjunto de actividades agropecuarias y, por esa vía, a la reactivación. La economía colombiana en este 2024 ha estado mayoritariamente jalonada por desempeños de dos dígitos en sectores como el agro y las actividades artísticas y de entretenimiento. De hecho, el PIB del tercer semestre del año tuvo como principales motores a la rama agrícola, en especial, el cultivo permanente de café, que creció su producto en un 33,6 por ciento.
Estas cifras son las que están detrás de las declaraciones del saliente ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, al referirse al café como el “principal producto agrícola, el principal producto de exportación no minero-energético, tiene más de un siglo y se va a sostener”. Con más de 556 mil familias cultivadoras del grano en unos 17 departamentos, la actividad caficultora, como lo afirma el gerente de la Federación, “ha sido protagonista de la reactivación económica de Colombia”.
Este excelente año para el cultivo más representativo del país debería concluir con un mejoramiento sustancial de las relaciones entre el gremio de los cafeteros y el Gobierno Nacional. La administración Petro ha recibido de múltiples maneras los mensajes de la Federación Nacional de Cafeteros para una mejor comunicación y un más estrecho trabajo en conjunto con los ministerios que impactan la actividad desde el de Agricultura y Hacienda pasando por Comercio y Transporte.
El sector cafetero ha demostrado su resiliencia en años recientes -de hecho, la dinámica del 2023 estuvo lejana de la de este año- y su capacidad de renovación. Hoy ya existe un nuevo “eje cafetero” con departamentos como Huila, principal región productora nacional, Tolima y Cauca, entre otros, en las que se necesita replicar el ‘derrame’ de crecimiento, desarrollo local y bienestar regional, que ha caracterizado a las zonas cafeteras históricamente. En ello el liderazgo del Gobierno Nacional es crucial, de la mano del gremio cultivador.
Retos para esta actividad, que viene recuperando importancia y peso económico, no faltan. Hay que seguir aumentando los niveles de producción, expandir los mercados que consumen el café colombiano, continuar la renovación de cafetales y la inclusión de tecnologías, entre otros. La institucionalidad cafetera cuenta con los instrumentos y experiencia para aprovechar al máximo este momento vigoroso que atraviesa el grano para el bienestar de los miles de cultivadores del grano en el país.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/opinion/editorial/protagonista-de-la-reactivacion-editorial-619036
