Reservas presupuestales, próximo dolor de cabeza del Minhacienda ante manejo de caja

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Un análisis del Banco de Bogotá advierte que el país arrancó el 2025 con uno de los déficits más altos de la historia.

El estado de caja y gasto del Gobierno Nacional sigue sin convencer a los economistas y el mercado en general, dado que contrario a las esperanzas del Minhacienda, la realidad muestra que los depósitos del tesoro no se recuperan como debieran y si bien hay un anuncio de nuevo aplazamiento, hasta que no se concrete, se mantienen las alertas.

El equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá se dio a la tarea de revisar el estado déficit con el que comenzó el 2025 y encontró que para enero se tuvo el déficit fiscal más alto en 20 años; como resultado de un gasto creciente y una caída sostenida en los ingresos que ponen en riesgo nuevamente la regla fiscal.

“El déficit fiscal del Gobierno Nacional Central fue -0,7% del PIB en enero de 2025, un máximo desde 2004. El desbalance fue resultado de unos gastos que totalizaron $41,9 billones, +35% superior al observado un año atrás, mientras que los ingresos fueron de apenas $29,6 billones, -0,2% frente a enero de 2024”, resaltaron.

Según este equipo, la situación expuesta es crítica en la medida que, para el primer mes, lo habitual entre 2004 y 2022 fue un superávit fiscal de +0,2% del PIB, lo cual, si se tiene en cuenta que la Regla Fiscal exige un déficit primario, que excluye el pago de intereses, de -0,2% del PIB y en enero fue de -0,5% del PIB; muestra que la Nación arrancó el año incumpliendo esta norma.

De esta forma, sugieren que solo medidas de ajuste de gasto o mejoras importantes en el ingreso, podrían dar revés a esta situación, en medio de las presiones que empezaron a ejercer las calificadoras de riesgo con la caída de las perspectivas a mediano y corto plazo, advirtiendo que se está gastando de más.

“A diferencia de 2024, los problemas fiscales de 2025 no se centrarían exclusivamente en un recaudo débil sino más bien en un gasto elevado. En febrero, se expuso que la mejora en el crecimiento de 2024 y 2025 permitiría dar revés al declive que registró el recaudo tributario el año pasado. No obstante, si bien los ingresos mejorarían, no lo harían al ritmo que espera el Gobierno y el faltante frente a la meta del Plan Financiero sería de $20 billones”, agregaron.

Aplazar no es suficiente

Poniendo las cuentas sobre la mesa, el Banco de Bogotá espera que los ingresos este año sean de $307,9 billones, 10,3% superior a los de 2024. Sin embargo, para 2025, las Reservas Presupuestales son de $63 billones que, sumado al Presupuesto Nacional de $523 billones, da un total de presupuesto a ejecutar de $586 billones, 15% superior al de 2024. Así mismo, dejaron claro que un aplazamiento no es lo mismo que un recorte.

Se observa que las presiones de gasto iniciaron elevadas en 2025 por cuenta del alto monto de las Reservas Presupuestales que se acumularon en 2024 y alcanzaron un máximo histórico de $63,2 billones en 2024, como consecuencia de la estrategia del Gobierno de comprometer recursos del Presupuesto por $456,2 billones, pero solo hacer desembolsos por $393 billones, dados los problemas de caja en 2024”, explicaron.

En lo que concierne a las reservas, Investigaciones Económicas reportó que del monto ya mencionado, solo enero, el Gobierno ejecutó $29,9 billones, equivalente a todos los ingresos que recibió la Nación en el mismo mes, mientras que para febrero, la ejecución de las reservas fue de $6,8 billones.

“Las cifras de ejecución a febrero mostraron que las entidades del Estado han acelerado el ritmo con el que comprometen los recursos del Presupuesto que se les asignaron, transformándose en una presión de gasto adicional, dado que mientras en el primer bimestre de 2024 las entidades comprometieron el 18,2% de los recursos que les fueron asignados, en 2025 fue de 20,3%”, informaron.

Una teoría por la que esto sucede, según el Banco de Bogotá, es que las entidades aprendieron de 2024, donde los problemas de caja llevaron a que los pagos de los proyectos que ejecutaron en 2024 se pospusieran hasta 2025 y entendieron que acelerar el ritmo de ejecución minimizaría la probabilidad de que el Gobierno posponga sus pagos hasta 2026.

Sin embargo, hacia finales del año, una vez estas partidas presupuestales comprometidas generen obligaciones de pago a la Nación, el gasto podría verse presionado al alza, impactando negativamente el déficit fiscal”, indicaron.

Renta corporativa

Si este camino se mantiene, los investigadores auguran que las reservas presupuestales se convertirán en un dolor de cabeza para las cuentas nacionales, dado que lo gastos de hoy simplemente se están postergando, más no se está ajustando este renglón de la economía como se ha advertido desde un principio.

“Por el momento, el Gobierno ha aplicado la misma técnica de 2024 y es permitir que las entidades comprometan los recursos, pero, a través del manejo de caja, contener las obligaciones de pagos. A febrero de 2025, las obligaciones de pago fueron de 9,5% del total del PGN, por debajo del 10,7% visto un año atrás”, manifestaron.

Así las cosas, destacaron que esta estrategia solo genera altos montos de reservas presupuestales que a futuro derivará en consecuencias como más presiones de gasto a finales de 2025 o durante el arranque de 2026.

Es necesario resaltar que el Gobierno ha afrontado las altas presiones de gasto mediante la mayor emisión de TES. En tan solo dos meses de 2025, el monto en circulación de TES tasa fija aumentó en $18,4 billones, cuando en el mismo lapso, pero en 2024, el incremento fue de apenas $5,3 billones. Gracias a ello, la Nación ha logrado presentar niveles de caja comparables con los de 2024, sin superar la crisis de caja que tiene”, dice el reporte.

Por último, cerraron diciendo que en medio de una alta emisión de deuda para afrontar el gasto y no debilitar la caja, las esperanzas del Gobierno para un buen desempeño de las finanzas públicas en lo que resta del año están puestas en el recaudo del impuesto de renta corporativa que se dará en abril.

“Una sorpresa negativa como la que se dio el año anterior se traduciría en mayores necesidades de financiamiento, ya que las alternativas para realizar ajustes en el gasto son bajas”, concluyeron.

Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/gobierno/ministerio-de-hacienda-estaria-generando-riesgos-fiscales-con-el-manejo-de-la-caja-y-reservas-625686

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