El Distrito presenta una unificación tributaria que apunta con acierto a la inversión; debe discutirse con rigor y sin sobrecargar más a las empresas.
La Alcaldía Mayor de Bogotá ha puesto sobre la mesa una propuesta de revisión tributaria que merece atención seria y debate técnico riguroso. Se trata del proyecto de ‘Acuerdo para la Equidad y la Inversión’, una iniciativa que busca simplificar el sistema fiscal de la ciudad, reducir cargas impositivas para las empresas, atraer inversión privada y fortalecer la autonomía financiera del Distrito.
Este proyecto de Estatuto Único Tributario se presenta como una herramienta para dinamizar la economía bogotana y generar empleo, con una meta ambiciosa: atraer $77 billones en inversión y crear 200.000 puestos de trabajo en los próximos diez años. Bienvenido el esfuerzo por modernizar el marco tributario, ya que Bogotá necesita un sistema fiscal claro, progresivo y competitivo. Sin embargo, como toda reforma de esta magnitud, requiere discusión técnica, transparente y con visión de largo plazo. La clave está en lograr equilibrio entre el fortalecimiento de las finanzas públicas y la protección del dinamismo empresarial.
Uno de los cambios más relevantes es la simplificación del impuesto de industria y comercio (ICA), que pasaría de 13 tarifas a solo cuatro, para aliviar la carga tributaria sobre las empresas, especialmente las micro y pequeñas. El impuesto predial también se ajustaría. Para 55% de familias, en estratos 1, 2 y 3, se plantea una reducción y solo el 0,1% de los predios verían incrementado su tributo.
Se propone asimismo el cobro del alumbrado público. Esta medida, aunque polémica, busca liberar recursos del presupuesto distrital que hoy se destinan a cubrir el costo total del alumbrado, estimado en $300.000 millones anuales. Si este recaudo deriva en una modernización y ampliación de las luminarias urbanas, los contribuyentes capitalinos podrían ver sus “impuestos en acción”.
El proyecto contempla incentivos tributarios para atraer inversión extranjera directa (IED), con exenciones escalonadas en el ICA para inversiones desde $4.000 millones hasta más de $40.000 millones. En el marco del proyecto “Bogotá Ciudad Aeropuerto”, se propone un régimen especial para empresas ancla en Engativá y Fontibón, con beneficios en ICA, predial y delineación urbana. Como es tradicional en estos esquemas de estímulos, la clave está en el diseño y en las condiciones a cumplir, incluyendo las relativas al territorio.
Sin embargo, el contexto nacional no es el más favorable. La propuesta se presenta en medio de una coyuntura marcada por una nueva reforma tributaria del Gobierno, que busca recaudar hasta $26,3 billones. Esta simultaneidad genera inquietud entre empresarios y comerciantes, que temen con razón una acumulación de cargas fiscales que afecte la inversión y el consumo.
El Concejo Distrital y a los actores económicos de la ciudad deben debatir este proyecto que se discuta con rigor. Es fundamental evitar que el afán por aumentar el recaudo derive en una sobrecarga para los sectores productivos que sostienen la economía local.
La reforma no debe convertirse en una herramienta de presión fiscal, sino en un instrumento de desarrollo. La ciudad necesita atraer inversión, sí, pero también cuidar a quienes ya invierten, generan empleo y contribuyen al tejido empresarial. La clave está en el equilibrio: recaudar un poco más, atraer inversionistas, pero sin castigar la productividad. Bogotá tiene ante sí una oportunidad para modernizar su sistema tributaria que debe discutirse de cara a la capital, con el sector empresarial y con la equidad y la inversión en la mira.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
Información extraída de: https://www.portafolio.co/opinion/editorial/editorial-portafolio-tributos-para-mas-inversion-638448



