Uno de los pendientes que tiene la economía colombiana es rediseñar en serio la manera como se jubilan o pensionan los trabajadores, no podemos seguir rajados
El sistema como se pensionan los colombianos no solo es malo, sino que está en el limbo, un rediseño que está frenado en la Corte Constitucional por las mañas de los representantes a la Cámara, pero más allá de cualquier avance hay que decir que es un sistema malo a la luz de los últimos resultados que muestran a Colombia en el penúltimo lugar del Índice Global de Jubilación 2025 de Natixis Investment Managers.
El listado mundial analiza a 44 países y Colombia ocupó nuevamente este año la posición 43. A esto llegó tras un análisis que evalúa los factores que impulsan la seguridad en la jubilación tomando en cuenta 18 indicadores de desempeño en cuatro subíndices: finanzas en la jubilación, bienestar material, salud, y calidad de vida. Todas ellas reciben puntuaciones de 0% a 100%, que en conjunto brindan un panorama completo del entorno de jubilación en cada país.
El caso es que Colombia, entre 44 países evaluados, conserva este año el mismo puesto de 2024 con un puntaje total de 33%, muy por debajo de ese 39% alcanzado en 2018, lo que evidencia un deterioro progresivo en lugar de mejoras estructurales. De los otros países latinoamericanos que aparecen en el ranking, todos están por encima de Colombia: México, en la posición 35; Chile, en la casilla 37; y Brasil, en el puesto 40.
El informe explica que el mejor desempeño del país lo tiene en el subíndice de finanzas en la jubilación, con una puntuación de 60%, donde destaca en factores como dependencia de la población mayor (82%), tasas de interés (92%) y presión fiscal (52%). Pero al mismo tiempo, entre los ítems que evalúan este subíndice nos rajan en morosidad bancaria (17%), inflación (65%) y gobernanza (66%).
En cuanto al mayor rezago de los componentes analizados cuando se habla de seguridad en la jubilación por Natixis Investment Managers, Colombia pierde la tarea en lo que llaman bienestar material, “afectado por el bajo ingreso per cápita y la profunda desigualdad de ingresos. Aunque se han registrado mejoras en la reducción del desempleo, la alta informalidad laboral limita la capacidad de los trabajadores para proyectar un retiro digno”.
Y acá está la razón de todos los males de Colombia. En agosto, la cifra de desempleo fue 8,6%, según el Dane la más baja de un agosto en décadas, lo que se traduce en 2,24 millones de colombianos que no trabajan; pero poco o nada se dice de la informalidad que inunda la economía.
En el trimestre de mayo a julio de 2025 se registraron 13,3 millones de empleados informales, es decir, 55% del total de ocupados en el país, más de la mitad de la fuerza laboral que dice trabajar, pero sin seguridad social ni protección legal formal; un dato que en las zonas rurales es superior a 83%.
Esas personas en la informalidad son mucho más que un número o un porcentaje, son ciudadanos que se ocupan, pero sin pagar su seguridad social, lo único que a futuro les garantizará su subsistencia.
Ahora que la próxima semana comienza la discusión de la reforma pensional en la Corte Constitucional, una normativa que propone instalar en el país un sistema de contribución de los trabajadores basado en pilares, la centralización de todas las pensiones en el gran sistema de Colpensiones y un fondo administrado por el Banco de la República, es necesario que el país se comprometa con algo mejor que ayude verdaderamente a una mejor jubilación de todos los colombianos.
Información extraída de: https://www.larepublica.co/opinion/editorial/un-pais-de-mala-jubilacion-4242328



