De acuerdo con las estimaciones de expertos, el sector iniciaría el año con una deuda promedio de $12,9 billones. Costos de operación podrían subir.
Desesperanzados. Así están los actores de la salud, que iniciarán este 2025 por cuenta de la “mala decisión” que tomó el Gobierno de Gustavo Petro sobre el cálculo de la Unidad de Pago por Capitación (UPC). Según la cartera de este renglón, el indicador de la prima que asegura a todos los colombianos solo va a aumentar un 5,36%, dato que sugieren los funcionarios, es suficiente.
Sin embargo, los expertos han destacado que no solo el incremento es insuficiente, sino que también supondrá una serie de graves consecuencias, tales como la no prestación de servicios para los pacientes, así como también una profundización en la crisis de desabastecimiento de medicamentos, por cuenta de la falta de recursos.
Diferentes centros de estudios económicos, gremios y actores han dado las estimaciones del déficit con el que iniciaría este año la salud, por la UPC mal calculada y los otros problemas financieros con los que cuenta el sistema. De las tres proyecciones abordadas por las entidades, el promedio es de al menos 12,9 billones de hueco financiero para el sector.
De acuerdo con las estimaciones del Centro de Estudios Económicos Anif y la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación (Afidro), la UPC para este año debió incrementar un 16,4%, teniendo en cuenta que estos dineros que destinados para cubrir los servicios y medicamentos incluidos dentro del Plan de Beneficios en Salud (PBS).
Aunque dentro de sus proyecciones se estimó que solo en presupuestos máximos ya había entre 2022 y 2024 un déficit de $4,6 billones, por lo que se proyectó que en caso de hacer un mal cálculo en el 2025 el país iniciaría con una deuda de $19,7 billones, monto que es equivalente a lo necesario para cubrir la UPC de 15,7 millones de personas que durante el 2023 se encontraban en situación de pobreza monetaria.
Según lo que explican, las estimaciones sugieren que desde el 2021 el cálculo de la UPC está subestimado, en promedio, en cerca de 2,8 puntos porcentuales (pp). Por ejemplo, al observar la brecha de 2022 se estima que esta fue de 2,4 puntos porcentuales, mientras que para el 2023 fue de 2,6 puntos porcentuales.
Pero si se ve el caso del 2024, se estableció que el sistema necesitaba de un aumento del 15,6% en el valor de la UPC, pero el decretado fue del 12%, lo que ocasionó la brecha más amplia de los últimos años con 3,6 puntos porcentuales. Y al mirar los datos del 2025, la grieta aumentó en 11,04 puntos porcentuales, cuando la UPC sugerida era del 16,4% y se decretó en el 5,36%.
“Este valor es esencial para cubrir las necesidades de prestación de servicios de salud del próximo año y no aborda el déficit acumulado de años anteriores. Por lo tanto, es fundamental continuar discutiendo mecanismos dentro del presupuesto para satisfacer las necesidades del sistema y garantizar el pago oportuno de las deudas previas”, dice el estudio de ambas entidades.
Ahora bien, no solo Anif y Afidro advirtieron del déficit en el sistema este año. Para el caso de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), este hueco fiscal sería de al menos unos $10,9 billones, teniendo en cuenta la Unidad de Pago por Capitación (UPC) y el déficit estimado en el aseguramiento.
“De mantenerse ese nivel de siniestralidad y siguiendo la mejor proyección de ingresos y gastos para el sistema, se requeriría un incremento mínimo de la UPC de 16,9% para el año 2025. Este incremento no cubriría la desfinanciación de los periodos anteriores por insuficiencia de la UPC”, afirma la Andi.
Al igual que en el caso anterior, teniendo en cuenta el aumento decidido por el Gobierno, respecto a la estimación de la Andi, el desfinanciamiento de la UPC tendría una brecha de al menos 11,54 puntos porcentuales.
De acuerdo con lo dicho por el gremio, los problemas en el sistema de salud no vienen del tiempo reciente, sino de años anteriores, donde el déficit financiero tiene origen en la insuficiencia de la UPC. Por esto, insisten en que ese cálculo debe estar correctamente realizado y cuente con los recursos suficientes para asumir la atención en salud que requiere la población colombiana.
El aumento de la preocupación aumenta, además, porque según Ana María Vesga, presidenta de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), gremio que reúne a las EPS del régimen contributivo, el déficit de este año sería de unos $9 billones, de acuerdo con los cálculos de la entidad.
“La decisión de aumento de UPC para 2025 pone en riesgo la salud y la vida de los pacientes. Carece de razón técnica, es incoherente con el incremento del salario mínimo y es contradictoria por cuanto más de la mitad de la información que se requiere para su cálculo debía ser proporcionada por EPS, bajo intervención estatal. Simplemente no alcanzará el dinero para cubrir la atención de los colombianos. Es indispensable revisar su cálculo, reproducir y hacer público el ejercicio y proceder al reajuste”, señaló Vesga.
Relación con la inflación
Uno de los factores para incrementar el valor de la UPC en Colombia, se basa en el comportamiento de la inflación. El Gobierno, en cabeza del presidente Petro habla de un aumento real de la UPC argumentando que la inflación esperada este año será menor que el incremento de 5,36% nominal decretado, un argumento que contrasta con el criterio para el aumento del salario mínimo, que se tomó con la inflación causada a noviembre y no con la esperada para 2025.
Sin embargo, expertos en salud aseguraron que el cálculo es contradictorio. Andrés Vecino, profesor asociado de la Johns Hopkins University, indicó a través de sus redes sociales que el componente de salud fue uno de los que más creció en la variación de noviembre.
De hecho, revisando las cifras del Dane, solo esta división incrementó 5,63% en el undécimo mes del 2024, lo que incluso es mayor al mismo aumento de la UPC decretada por el Gobierno que fue de 5,36%.
También, otro de los aspectos a considerar es el aumento del salario mínimo que el Gobierno fijó en el 9,5% para este año. Por eso, de acuerdo con el experto, este indicador es solo una de las presiones de gasto al que se somete el sistema de salud.
Esto, teniendo en cuenta que al ser la salud una “industria intensiva” en mano de obra, los salarios del talento humano representan al menos dos tercios del gasto de los recursos. Así mismo, referenció otros tales como el aumento de las frecuencias, el incremento de los precios en salud, el precio del dólar y las inclusiones.
Desde otro punto de vista, Camilo Herrera, cofundador de Raddar, destacó que al tener en cuenta las dinámicas de la salud es posible que estas se traduzcan en una mayor demanda, por lo que algunos de los costos como los de los seguros de salud posiblemente se van a aumentar y especialmente aquellos que están ligados a la mano de obra, que justamente por el incremento del salario mínimo se van a ver presionados.
“Puede que salud tenga una inflación relativamente alta este año, habría que mirar cuánto quedó realmente el año pasado y bajo esa lógica, ese aumento en la inflación se estaría dando por mayores costos en la producción de bienes y servicios de salud y por escasez en el mercado de muchos bienes, que teóricamente son libres, como los medicamentos OTC y las pólizas de seguro, que ante una demanda más alta, inevitablemente van a tener presión y van a subir los precios”, concluyó.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/gobierno/upc-insuficiente-agravara-crisis-del-sector-salud-620960