Desde Fedesarrollo destacan la mejora en los resultados, pero advierten que el país sigue lejos de su promedio histórico.
La incertidumbre económica en Colombia cedió terreno en septiembre, pero el país aún no logra recuperar plenamente la confianza, según confirma el más reciente informe del Índice de Incertidumbre de la Política Económica (Ipec) publicado por Fedesarrollo, que se ubicó en 232 puntos, lo que representa una reducción de 39 puntos frente a agosto (271) y de 42 puntos frente al mismo mes de 2024 (274).
Aunque el descenso marca una mejora importante, vale la pena decir que este indicador completa 84 meses consecutivos por encima del promedio histórico registrado entre 2000 y 2019, que es de 100 puntos, dejando claro que pese a la moderación reciente, el nivel de incertidumbre en torno a la política económica, social y geopolítica del país sigue siendo más del doble de lo que se considera normal en condiciones de estabilidad.
El informe de Fedesarrollo muestra que, en promedio, el Ipec de 2025 sigue por encima de los niveles observados antes de la pandemia y de los años de mayor calma económica; mientras que el promedio año corrido a septiembre fue de 255 puntos, 15 menos que en el mismo periodo de 2024 (270) y 3 puntos menos que el promedio de todo el año pasado (258).
Para Fedesarrollo, esta mejora refleja un ajuste paulatino en las percepciones de los medios y los agentes económicos, aunque el indicador sigue lejos de los niveles de confianza que caracterizaron a la economía colombiana antes de 2018. De hecho, señalan que desde octubre de ese año, el índice no ha vuelto a caer por debajo de la línea de 100, lo que evidencia una fase prolongada de incertidumbre marcada por crisis políticas, choques externos y factores internos que han afectado las expectativas.
El boletín recuerda que el Ipec ha capturado en el pasado los momentos más críticos del país como la emergencia económica de 1996-1997, la crisis financiera de 1999, la caída de los precios del petróleo entre 2014 y 2016, la pandemia de COVID-19 en 2020 y el pico de la prima de riesgo en octubre de 2022 y destaca que el valor actual de 232 puntos se interpreta más como un alivio temporal que como una señal de retorno a la estabilidad.
¿Qué temas concentran la atención?
Revisando otros puntos del reporte, vale la pena decir que el Ipec no solo mide el nivel de incertidumbre, sino también los temas que más preocupan a la opinión pública y a los analistas. Durante septiembre, el 52% de las noticias capturadas por el indicador se relacionó con política económica, social y geopolítica, una categoría que incluye debates sobre reformas, ciclos electorales y coyuntura internacional.
Sin embargo, esa categoría perdió protagonismo frente al mes anterior, cuando representaba cerca del 60% de las menciones; mientras que la seguridad fue el tema que más aumentó su participación, con un avance de 3,7 puntos porcentuales, seguida por las categorías de actividad económica (+3,0 puntos) y otros (+2,0 puntos).
Entre tanto, las variables financieras redujeron ligeramente su peso (-0,7 puntos) y en comparación con septiembre de 2024, el panorama temático muestra un desplazamiento del foco mediático, dado que crecieron las menciones sobre seguridad (+3,3 pp) y otros temas (+1,8 pp), mientras que actividad económica (-3,7 pp) y política económica (-1,6 pp) redujeron su participación.
Pese a la reducción en el índice, Fedesarrollo advierte que la incertidumbre sigue en niveles elevados y que el país aún no recupera plenamente la confianza. Así mismo, resalta que el hecho de que el indicador permanezca por encima de 200 puntos durante siete años consecutivos indica que los agentes económicos continúan enfrentando un entorno de volatilidad informativa y política.
Ahora el reto será mantener esa tendencia y lograr que la política económica transmita señales más claras de confianza y previsibilidad; mientras que el mensaje que deja es de prudente optimismo y apunta a que la incertidumbre se enfría, pero la confianza todavía no regresa del todo.
