La regla fiscal es una herramienta clave para generar confianza y tranquilidad a los mercados e inversionistas.
En el marco de la discusión de las finanzas públicas del país, el presidente Gustavo Petro, recientemente se refirió al Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), como una entidad de “mal información”.
En entrevista con Noticias RCN el mandatario afirmó que las recomendaciones del Comité, especialmente sobre el costo fiscal de las reformas que adelanta el gobierno, “estaban haciendo un contrasentido a su función”, debido a que, según él, tenían afinidad con el gobierno del expresidente Iván Duque y por eso carecían de independencia.
Cabe resaltar que la regla fiscal es una estrategia de control sobre el endeudamiento del país, es decir, es una especie de límite sobre el tope de los gastos y la deuda del Estado que puede adquirir el gobierno de turno.
La CARF que fue establecida por medio de la Ley 1473 de 2011, se basa en los ingresos y gastos establecidos en el Presupuesto General de la Nación (PGN) y es una herramienta de vigilancia ante el compromiso del gobierno en el cumplimiento de dicha regla fiscal.
¿Por qué es preocupante la modificación de la regla fiscal?
El Comité publicó recientemente un informe sobre el análisis del impacto de la reforma pensional en las finanzas públicas, y, realizó algunas sugerencias para evitar que la sostenibilidad fiscal del país se vea afectada.
Sin embargo, más allá del costo financiero de las reformas, la preocupación con el plan de endeudamiento que el gobierno busca para financiar, entre otras cosas, la compra de tierras de la reforma agraria, es el efecto en la credibilidad de los inversionistas en el mercado colombiano, es decir, romper la regla fiscal y aumentar la deuda pública podría hacer que el país sea menos atractivo para la inyección de capital, lo que se traduce en menor dinámica de la economía.
Noticiasrcn.com consultó al economista José Eduardo Gómez, profesor en City University of New York (CUNY) , quien fue investigador del Banco de la República para analizar la actual controversia por el gasto público del país.
“La regla fiscal es una norma que se estableció en muchos países y que obliga al gobierno de turno a mantener el presupuesto público equilibradoo dentro de ciertos límites”, explicó el experto.
Entonces, es natural que todos los gobiernos tengan una relación de deudas sobre el PIB relativamente grandes y como este ingreso corriente se obtiene de los impuestos, es natural que en algunos años al gobierno no le alcance para hacer el gasto que tiene planeado. Especialmente en un gobierno progresista como el de Gustavo Petro, que quiere por medio de reformas aumentar la inversión pública en educación, ampliar el gasto en los más vulnerables y pobres, se debe expandir el presupuesto y eso puede hacer que los ingresos corrientes no sean suficientes.
Sin embargo, la regla fiscal lo que hace es asegurar que, a futuro las finanzas públicas sean sostenibles y la deuda pública no explote, es decir, evitar que se vuelva impagable o que encarezca los costos de financiamiento del gobierno, que es un escenario indeseable.
Un claro ejemplo de lo anterior es Estados Unidos, que actualmente se debate para aumentar el techo de la deuda pública y no entrar en recesión, sin embargo, más allá de la crisis financiera está situación envía un claro mensaje de pérdida de confianza en la estabilidad de la economía más grande del mundo.
Para los inversionistas esta es una señal de pérdida de credibilidad en los mercados internacionales, lo que ha hecho que las tasas de interés sigan subiendo y la potencia mundial entre posiblemente en un default o impago de sus obligaciones financieras.
“Entonces, para no llegar a esta situación mantener una regla fiscal que obligue a un abrilirio de las finanzas públicas es algo positivo en Colombia.”
