A pesar del arranque del Pacto por el Crédito, la reactivación necesita los 35 proyectos estratégicos e integrar vivienda, comercio e industria.
Ayer la Presidencia de la República y Asobancaria entregaron el balance del primer mes de despliegue del ‘Pacto por el Crédito’, por el cual las entidades financieras se comprometieron en 18 meses a desembolsar créditos por alrededor de 248,6 billones de pesos. Durante septiembre pasado, el monto de estos créditos destinados a los cinco sectores estratégicos ascendió a 10,3 billones de pesos- 6,7 billones a manufactura y otros 2,2 billones a vivienda.
Este acuerdo entre la Casa de Nariño y los bancos colombianos se consolida de esta manera como el pilar más dinámico dentro de las acciones gubernamentales en busca de dinamizar las actividades económicas del país. En este primer mes, de los 55 billones de pesos adicionales acordados, los desembolsos sumaron unos 3 billones, esto es, un avance del 5,5 por ciento. Este es un ritmo de arranque que invita al optimismo.
Además de ratificar que el camino de la cooperación público-privado es el indicado para lograr jalonar recursos y voluntades con miras a reactivar el aparato productivo, el ‘Pacto por el Crédito’ deberá continuar en los próximos meses estimulando tanto los sectores escogidos como aquellos más tradicionales. No obstante, a pesar de noticias positivas en algunos frentes sectoriales como industria y comercio, las estadísticas oficiales de agosto reflejan la fragilidad de esos repuntes.
De acuerdo a las cifras del Dane, en el pasado mes de agosto, las industrias manufactureras registraron una caída de 1,8 por ciento en su producción real y del 2,8 por ciento en las ventas. 26 de las 39 actividades reportaron variaciones negativas, si bien en julio los guarismos habían terminado en el terreno positivo. En otras palabras, la recuperación no se convirtió en tendencia sostenida y constituye un llamado para la adopción de medidas urgentes y de choque.
Por los lados del comercio, el octavo mes de este 2024 reflejó un comportamiento positivo de las ventas reales en un 5,2 por ciento y un descenso en el personal ocupado del 1,7 por ciento. No solo los meses acumulados de pérdidas mantienen el balance del año corrido en negativo, sino también preocupa la caída en los puestos de trabajo, en una coyuntura compleja para el mercado laboral. A lo anterior se debe añadir la necesidad de incluir en cualquier plan de reactivación las actividades comerciales, cruciales tanto para la recuperación de la dinámica económica como para el mantenimiento del empleo.
La construcción, en especial la de vivienda popular, lleva asimismo un corto período reciente de vientos a su favor. Tras 25 meses de caídas consecutivas, en agosto, las ventas del sector crecieron en un 5,7 por ciento anual, enviando las señales de una incipiente reactivación. Sin embargo, transformar ese repunte inicial en una senda de corte positivo va de la mano de la aclaración de la incertidumbre en el programa de ‘Mi Casa Ya’ y en la materialización de, al menos, 50 mil subsidios, que se contemplen en los presupuestos del Gobierno. La cautela debe guiar estas buenas nuevas en materia de vivienda popular y ahí hay una llama que no se debe dejar apagar.
En conclusión, este arranque del ‘Pacto por el Crédito’ debe acompañarse de inmediato con la publicación de esta estrategia de reactivación de la economía del gobierno Petro y sus 35 proyectos prioritarios. Estrategia que debe integrar constructivamente medidas y acciones frente a los sectores de vivienda popular, industrias manufactureras y actividades comerciales. Así fluyan los desembolsos, este plan aún se requiere y hace falta para que estas luces de repunte ganen fuerza y se proyecten hacia 2025.
Francisco Miranda Hamburger